En realidad, este tipo de películas tienen lo que buscas si lees la sinopsis. Nada que alegar en contra. Ahora bien, esta tiene algo que, a menos que me equivoque, no he visto desde "Atrapado en el tiempo" (por cierto, hay dos versiones, una la conocida y otra que no está nada mal). De hecho, tampoco está en "Al filo del mañana", ni en ninguna otra que yo recuerde, y que juegue con los bucles temporales, a saber: no es solo el protagonista el que recuerda. Esto abre posibilidades increíbles, pero lo cierto es que, en mi opinión, en esta película no las han aprovechado del todo. Aún así, entretiene, te atrapa y realmente llega un momento en que no sabes qué puñetas va a pasar, ni quién es quién.
Lo peor, creo, es el final, del tipo de los que muchas veces se abusa, y la primera vez puede hacer gracia, pero sin la novedad pierde bastante.

Como serie de acción la veo correcta (llevo 3 episodios), sin más, con su parte de intriga, con su parte de comedia y un guion normalito, sin alardes. No es una serie que aporte mucha novedad, pero la idea es distraerse un rato, y en eso, en mi opinión, cumple.
Ahora bien, ¿Por qué los protagonistas, coincido con alguna otra crítica, no acaban de caer bien, y no tienen muy buena química? Pues, como siempre, volvemos a la moralina ideológica.
Voy a ve si soy capaz de explicarme. El presunto "empoderamiento", si os fijáis bien, siempre consiste en copiar lo malo del presunto "machismo" imperante. En este caso, por ejemplo, la chati protagonista es, básicamente, tóxica, cuando se "empodera". Incluso cuando se quiere criticar los dibujos animados, por ser violentos, se aprecia una antinaturalidad tan forzada que da hasta grima. Y eso es lo que, parece, la parte que se cree moralmente superior es incapaz de ver: os están tomando el pelo. Cambiar las tornas puede sonar a vendetta y hasta gustar a ciertos sectores, pero no va a durar, porque es injusto, simplemente. Y porque el que tiene el poder puede ceder una parte, pero nunca se somete. Una injusticia, venga de donde venga, es intolerable. Y la Historia demuestra que, aunque haya injusticias que duren mucho tiempo, siempre hay reacción. La verdad solo tiene un camino.

Para los que quieran ver un cierto paralelismo entre esta película y las posturas francesa y estadounidense en la invasión de Irak, que renuncien a su blasfemo pensamiento. ¿Estadounidenses haciendo películas poniendo mal a los que discrepan de sus posturas militaristas? Vamos, eso es como decir que los americanos cambiaron el nombre de las patatas fritas de French fries a Liberty fries. ¿A quién se le puede ocurrir algo así, verdad? Pues eso, un guión que un niño de tres años no escribiría porque a esa edad ya se tiene algo de dignidad, y una serie de situaciones risibles más malas que la quina. Como mucho algún par de escenas graciosas, y poca cosa más, aparte de actrices guapas.
En fin, más cornás da el hambre.

No voy a comentar la enésima afrenta a la inteligencia humana en forma de título traducido con la parte menos noble de la anatomía. Prefiero hablar del trasfondo social que, aparte de la comedia romántica de turno, se pretende transmitir. Por cierto, la química de los protagonistas ni con conservantes ni con colorantes funciona, dicho sea de paso. Pues bien, la temática social, ejemplificada en una empresa a punto de desaparecer, es de juzgado de guardia. Vale que es una comedia, pero no es un cuento de Anderssen. Este final, que en un momento dado parece dar un giro relativamente realista, es de ciencia-ficción, tomando la economía como una ciencia, que no creo que sea el caso.
En la realidad, la empresa hubiera subsistido un tiempo, y luego la hubieran cerrado de todas todas. Como anécdota, la conversación del sindicalista: "no aceptaré menos de dos semanas de sueldo por año". Eso es un aviso a navegantes, así que vayan preparándose por estos lares a negociaciones tan "duras" como esta...
En resumen, argumento viejo en cartel nuevo, pero poco más, y los protagonistas no ayudan a remontar el vuelo, más bien lo contrario.

Esta es una de esas películas perfectas para apreciar el porqué de que algunos actores ganen lo que ganan, y otros no. Como dijo alguien una vez, el mayor error que puede cometer un hombre es el de tratar de imitar a aquellos que jamás podrá emular. En este caso, comparamos a Ice Cube con Vin Diesel y eso que se llama carisma canta como Carusso. Esta misma película protagonizada por Diesel (y digo este actor porque es el protagonista de la anterior película) sería una buena película de acción. Descerebrada, con el guión plano de siempre, pero a fin de cuentas lo que esperas. Sin embargo, con Cube lo que deberían ser momentos de tensión, de asombro ante lo inverosímil, se convierte en choteo. Verlo correr en algunos momentos es enternecedor. Dan ganas de comprarle un taca-taca. Y cuando se pone en plan machito, esas miradas matan... pero de risa.
Incidentalmente, esta película también sirve para recordar que, aunque muchas veces parece que todos los films se hacen en serie, con el mismo patrón, lo cierto es que algo de trabajo necesitan, y por eso algunos triunfan y otros no.