El cine Iraní ha dado películas muy buenas de la mano de Kiarostami, con climas íntimos y mensajes que desde lo simple llegan a lo profundo contadas desde un relato pausado y atemperado. Lamentablemente esta película quiere copiar los pasos y el estilo bien ganado pero falla en todo sentido.

El Discípulo pretende pero no puede, fracasa, no lo consigue porque el relato en vez de ser pausado es cansino y el mensaje es vacuo mientras el clima generado es de hastío.

El problema, la causa de tal fracaso de esta película es que en vez de seguir los cánones del cine iraní lo que hace es adaptarlos a los estilemas de Netflix que en su mediocridad realiza y distribuye películas que prometen para luego defraudar con una historia potencialmente intensa que los guiones fáciles y simplones no pueden aprovechar imprimiéndoles un ritmo que por ser cansino invitan al sopor. Eso es Netflix. Lo lamento es lo que hay.

Chapelwaite es una miniserie de 10 capítulos cuyo guión parte de una transposición de un cuento corto de Stephen King ambientado en una ciudad puerto de la costa noreste de los EEUU a fines del siglo XIX.

La historia de base es buena, interesante, el guión trabaja a ésta historia con soltura aunque en los últimos episodios de la serie se vuelve algo previsible.

No es una serie de terror, por lo menos hasta el episodio cuatro, hasta allí de lo que se trata de una tenebrosa intriga que se urde a partir de una estructura social hostil en donde se cruzan las animadversiones, los miedos, la enfermedad y la muerte. En los episodios siguientes aparece el componente de la trama terrorífica vinculada a vampiros.

Si bien la serie nunca pierde el ritmo ni deja de ser intrigante, promediando la serie se vuelve un poco tediosa y en los últimos capítulos el guión pierde soltura y el desenlace se hace algo previsible.

Tanto la ambientación como la fotografía oscura se combinan para incrementar el clima sombrío y tenebroso de la trama.

Muy buenas actuaciones de todo el plantel actoral que se nota en lo natural de las interpretaciones.

Buena serie para amantes de lo siniestro y tenebroso pero quizás no lo sea para los que deseen un terror más clásico o más violento.

Rara y por eso interesante película Domino. La cual seguramente no habrá causado buena impresión en los espectadores habituados al policial de acción yankie del cual no tiene nada de sus normas de estilo.

Brian de Palma se embarcó en un intento difícil de dirigir una película de producción danesa, con actores daneses y guión danés cosa que lo hace aparecer como un aprendiz (lo cual lo es) en estas artes de las cuales parece no saber nada. Y más aún si le quiere imprimir un ritmo y un ambiente del clásico cine de los años 50.

El intento le ha salido regular, como un experimento fallido de un novato en la dirección fílmica. No es para menos, habituado al cine yankie difícil será que pueda dirigir creando los densos y profundos ambientes que logra el cine europeo.

La película tiene, como ya se dijo, mucho del cine policial clásico de los años 50: la banda sonora que discurre sin estridencias durante todo el film, el ritmo cansino de Curtiz, Hawks o Cromwell y hasta la fotografía en donde aplica una "noche americana" sin mucho éxito.

Así Domino aparece como una película dirigida por un novato sin talento y con razón le sale así porque De Palma no tiene, ni ha tenido nunca, la capacidad de dirección de los grandes directores europeos (Dreyer, Fritz Lang) a los cuales el guión de Domino le hubiera venido como anillo al dedo.

De Palma, como buen director yankie, mostró su impericia para dirigir a lo europeo. Lo lamento.

Una película de comedia que tiene en su plantel actoral a famosos (la fama NO implica calidad actoral sino un afinado sistema de promoción) y un guión adaptado para su público objetivo que es el espectador medio yankie. Lo que resulta de ello es un humor "made in USA", que intenta el absurdo pero no lo consigue por lo que sencillamente es un humor tonto y para tontos.

Si bien este film se publicita como comedia, en realidad resulta una obra barata de humor mediocre. Pues sus "gags" tienen poca gracia y los diálogos son flojos, sin tener chispa ni creatividad.

Netflix es al cine lo que la comida rápida a la gastronomía, ya que en su grilla se amontonan producciones de baja calidad resultando de eso un repositorio gigante de casi toda la basura fílmica del mundo.

Si eres fan de la comida y cine basura, pues adelante; ya tienes otra cosa más con que embotar tu cerebro.

Una película que tiene mucho de un biopic contando una historia familiar cargada de intrigas, ansias de poder, traiciones y crimen.

La producción es de primer orden como seguramente exige el afamado director aunque todo se desperdicia por un guión tedioso y una dirección por lo menos floja. Probablemente sea la peor película de Scott desde 'El consejero'

El plantel actoral cuenta con actores famosos, no por eso buenos. Lady Gaga y Salma Hayek hacen unas representaciones espantosas, mientras Al Pacino, Jeremy Irons y Vincent Riotta, trabajan de buen oficio sin brillar en ningún momento.

Demasiado larga, dos horas y media que parecen cinco.

Tan mala que merece en el catálogo de Netflix, plataforma que se especializa en exhibir en su grilla esta clase de porquerías.