Me ha parecido una película bastante decepcionante que promete más de lo que finalmente acaba ofreciendo. Sirviéndose de un tema tan interesante como el conflicto político de Irlanda del Norte, el director lo utiliza como instrumento para construir una historia sobre el sentimiento de culpa, la sed de venganza y la posibilidad del perdón. El objetivo podría ser loable si no fuera porque el prometedor inicio del film se diluye rápidamente. El guión es verdaderamente flojo y las interpretaciones de sus dos protagonistas dejan bastante que desear. Liam Neeson realiza un trabajo discreto, pasando de puntillas por su personaje y sin terminar de involucrarse del todo. James Nesbitt sobreactúa en la mayoría de escenas en que aparece y no aporta ninguna credibilidad a su papel. El único punto positivo en el aspecto interpretativo corre a cargo del chico que interpreta a Alistair Little en su adolescencia.

Argumentalmente la película tampoco da mucho de sí. El tramo central de la misma, en que se relata la entrevista televisiva a los dos protagonistas, resulta excesivamente largo y tedioso, con un extraño tono teatral. No obstante, las situaciones posteriores no resultan mejores, más bien todo lo contrario, con una escena de una pelea entre ambos tan innecesaria como ridícula.

Oliver Hirschbiegel pierde una oportunidad magnífica de analizar el conflicto a fondo. De investigar y plasmar las causas por las que se llegó a la situación que retrata. Aunque quizás no era su intención. Vista la manera en que ha abordado la realización de la película, se intuye que le interesa más la vertiente psicológica de las víctimas y verdugos que el entorno social en que esta se desarrolla. Apenas hay referencias religiosas ni políticas, y visto el resultado obtenido se acaba echando de menos una cierta carga ideológica.

Si en la magnífica "Ciudad de dios" de Fernando Meirelles se relataba de forma cruda la dura y peligrosa vida en los barrios suburbiales de Río de Janeiro, "Ajami" traslada la acción a los barrios no menos problemáticos de la periferia de Israel. De esta forma, a la gran conflictividad provocada por los clanes que se disputan el control del tráfico de drogas, hay que añadir la difícil convivencia en unos barrios en los que tienen que convivir tres religiones aparentemente irreconciliables como la cristiana, la judía y la musulmana.

Con tales ingredientes, los directores del film, Scandar Copti y Yaron Shani, no lo tenían excesivamente complicado para cocinar una trama interesante, y desde luego lo han conseguido. "Ajami" es sin lugar a dudas una de las películas más estimulantes de lo que llevamos de año, y consigue a través de sus historias entrelazadas recordar los mejores films de Alejandro González Iñárritu. Una película sin concesiones, que retrata de manera realista la lucha por la supervivencia, los conflictos religiosos, la tensión latente en las calles que a menudo desemboca en espirales de violencia dificilmente comprensibles desde un punto de vista occidental. Es pues, el hecho de mostrarnos una realidad a menudo intuida pero no conocida, una de las mayores virtudes del film. El hecho de contar con actores no profesionales contribuye a realzar el realismo de la acción, aumentando más si cabe el desasosiego de unas imágenes desesperadas.

Todos los personajes se nos van mostrando en sus dos vertientes, la interior y la exterior. Todos tienen sus razones para actuar de la forma en que lo hacen. Todos son lobos y corderos. Analizados individualmente, hasta podrían llegar a justificarse sus acciones, que resultan del todo denunciables si se aplica la perspectiva. Es "Ajami", en el fondo, una variada muestra de reacciones humanas en un ambiente hostil.

Correcta película que narra la lucha por la supervivencia de un hombre y su hijo en un mundo post-apocalíptico, en que la escasez de alimentos ha convertido a los seres humanos en presas de sus prójimos. Un tipo de film que por su temática puede conducir a su visionado a un tipo de público equivocado, pues no se trata de ninguna película de aventuras en la que los protagonistas sorteen adversarios y situaciones peligrosas con un ritmo endiablado de cinta de acción. Todo lo contrario, John Hillcoat, el director, hace de la contención y el relato psicológico las principales señas de identitad de un film en el que sobresalen la densa y opresiva fotografía que se erige como un protagonista más de la historia.

A destacar el notable trabajo de Viggo Mortensen en el papel protagonista y su perfecta caracterización y deterioro físico. Como contras, algunas lagunas de guión poco comprensibles y una cierta falta de ritmo hacia la mitad de la película. Pero de lo que no cabe duda es que el director ha sabido dar al film el tono adecuado, de la que no deja de ser una historia de amor entre un padre y un hijo.

Desconozco si Tomas Alfredson pretendía realizar un film de terror, pero dado que en todos los lugares lo catalogan como tal, lo consideraré de esta manera. Si es así, he de decir que el tiro le ha salido errático. "Déjame entrar" es una película que no da miedo, y esto es lo peor que puede pasarle a una cinta de estas características. Se trata, eso sí, de un film hipnótico, extraño, diferente ... Revisa el mito del vampirismo desde una nueva perspectiva, a través de los ojos infantiles, donde la belleza, el amor y el horror se mezclan con insólita armonía y llegan en algunos momentos a cotas de lirismo realmente notables.

Pero la cosa no pasa de aquí. No me ha parecido, ni de largo, la obra maestra que muchos pregonan. La película tiene puntos débiles y una falta de ritmo bastante evidente. Es fría, quizás demasiado. La poca predisposición de los personajes a la hora de expresar emociones -especialmente la del niño protagonista- no ayuda a que consigas entrar de lleno en la historia que te están contando. Mucho más loable me ha parecido la actuación de Lina Leandersson. Su mirada produce más desasosiego que cualquiera de las escenas más truculentas del film.

En definitiva, una película mucho más valorable como historia de amor imposible llevado al límite que como film de terror propiamente dicho. Correcta cuando trata la relación entre los dos personajes principales, pero previsible y superflua en las secuencias vampíricas.

Después de recibir la Palma de Oro en el Festival de Cannes y multitud de elogios por parte de la crítica, uno acudía a ver la película con la intuición de contemplar una nueva obra maestra del director austríaco. Alrededor de la media hora de metraje, la esperanza se diluía tras comprobar, una vez más, que Michael Haneke había realizado un film tan hermético como los de la mayoría de su carrera. No es que no pueda considerarse una obra maestra, es que ni tan siquiera podemos hablar de una buena película, pues su supuesta plasmación de la génesis del fascismo está tan cogida por los pelos que puede dar lugar a múltiples interpretaciones, sin que ninguna de ellas quede lo suficientemente clara para poder ser considerada definitiva.

El argumento según el cual la represión en la educación da lugar a futuros fascistas, me parece tan ligera como simplista. Es evidente que una educación tan severa, basada casi por completo en el sentimiento de culpa, no es la manera más idónea de formar personalidades (en este sentido el realizador parece haber descubierto la sopa de ajo), pero de ahí ha pretender asegurar que fue la principal razón de la formación de la generación que dio lugar al nazismo, va un tramo bastante ancho. Un tema tan complejo y con tanta variedad de aristas no puede explicarse por unas gamberradas más o menos graves de unos chicos de pueblo.

De esta manera, la película va quedando reducida a una serie de acontecimientos dispersos, rodados con una cierta falta de ritmo y alguno de ellos sinceramente prescindibles. No hay atisbo de chispa, de brillantez, ni siquiera de originalidad en una cinta que se alarga más de lo debido. Un director que ha sido capaz de firmar la que probablemente fuera la mejor película de la década de los noventa, estoy hablando de "Funny games" evidentemente, ha vuelto a decepcionar con un relato tan personal y valiente como sobrevalorado.