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Argentina Argentina · Buenos Aires
Críticas de Alaneche
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Críticas 341
Críticas ordenadas por utilidad
7
12 de julio de 2015
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alan Taylor se pone al mando de Terminator Génesis con el fin de darle una nueva (y cuestionable) vuelta de tuerca al asunto. Sumamente difícil resulta renovar las cosas cuando, tras cuatro proyecciones, las ideas parecen haber sido bastante exprimidas en una saga que para muchos debió haber concluido con la excelente segunda entrega.
La presencia de Arnold Schwarzenegger acaba resultando absolutamente necesaria para que la obra de Taylor sume unos cuantos puntos extra. Es que este ícono del cine de acción saca a relucir los mejores momentos de la historia, ya sea por sus imponentes apariciones como guardián y protector de Sarah Connor o bien por sus acertados toques de humor a través de comentarios que encuentran respuesta positiva en el espectador. Arnold está viejo, pero no obsoleto, como no se cansa de repetir su personaje en determinados pasajes de la narración.
El director nos adentra en un futuro en el que un grupo de rebeldes humanos liderado por John Connor (Jason Clarke) y secundado por Kyle Reese (Jai Courtney) intentan ponerle fin al sistema de inteligencia artificial Skynet. Para salvaguardar el futuro, Connor envía a Reese a 1984 para proteger a su madre, Sarah (Emilia Clarke) de un Terminator programado para matarla con el fin de que no llegue a dar luz.
Terminator Génesis se vale de la utilización del recurso de viajes en el tiempo con la misión de añadirlo como un giro argumental que suene renovador, aunque no innovador. El relato se ve envuelto en una especie de similitud con Back to the Future, por las situaciones que se van sorteando y por todo aquello que implica el regreso a cierta época para modificar el porvenir. No hay nada que no se haya inventado o visto antes en relatos vinculados a las causas y consecuencias que se puedan desprender de toda esa maraña de sucesos asociada a las líneas temporales. En este aspecto mencionado, el enredo se hace presente (hasta quizás de a ratos confunda) y, pese al esfuerzo por tratar de explicarlo todo, quedan cabos sueltos o particularidades que no terminan siendo exploradas por completo.
La película logra cumplir con los requisitos del cine comercial, brindando un espectáculo que da garantías en cuanto al entretenimiento que ofrece (las dos horas de duración no se sienten), así como también en lo que respecta a las secuencias de mayor adrenalina y acción, sostenidas y magnificadas por la riqueza técnica de los efectos especiales. Alan Taylor tampoco se olvida de las dos primeras proyecciones (aquellos clásicos de culto de James Cameron) y nos inyecta una dosis de nostalgia al exponer en la gran pantalla escenas que guardan similitudes con las joyas que conquistaron al público en 1984 y en 1991. Es así como podremos visualizar a un T-1000 (esta vez interpretado por Lee Byung-hun) obsecuente que funciona más bien como un guiño, en su afán por traer a la memoria al que vimos en Terminator 2: El Juicio Final. Lo cierto es que el brillante papel desempeñado por Robert Patrick ha conseguido que todos los villanos que desfilaron en las siguientes obras carezcan del peso necesario como para atemorizar.
Es posible que Terminator Génesis genere opiniones diversas, opuestas y abiertas a debate. Se trata de un film que se aboca a la acción y al entretenimiento derivado de ella. Previsible en sus resoluciones, pero agradable de ver, cumple (sin descollar) con lo solicitado por sus fanáticos.

LO MEJOR: la presencia de Arnold Schwarzenegger. El guiño nostálgico a entregas anteriores. Entretenida.
LO PEOR: algunas cuestiones vinculadas a los viajes en el tiempo. No se acerca, en nivel, a las primeras dos cintas. Previsible.
PUNTAJE: 7

http://cinefiloclub.blogspot.com.ar/2015/07/terminator-genesis-critica.html
Alaneche
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6
19 de junio de 2014
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante el póster que lleva A Million Ways to Die in the West, llamativo además por la presencia de Liam Neeson, algo que sirve como elemento que invita a la curiosidad del espectador por ver al norirlandés en este tipo de proyecciones caracterizadas por un estilo de humor bastante particular.
Sabemos de qué van los chistes y los momentos que planta en escena Seth MacFarlane, algo que divide las aguas entre detractores y seguidores de sus métodos o modos destinados a suscitar risas. Quienes se ubiquen en la primera línea de las mencionadas anteriormente, difícilmente cambien su parecer con el visionado de esta comedia; sin embargo en aquellos fieles partidarios del realizador oriundo de Connecticut las sensaciones que experimenten es muy probable que estén más cerca del disfrute en complicidad con cada circunstancia jocosa que se enseñe en pantalla. La película representa un nuevo escaparate al “mundo MacFarlane”, ese espacio en el que lo políticamente incorrecto está a la orden del día, siendo este uno de los principales motivos que aproxima a muchos a sus formas y aleja a otros tantos.
El director aquí se la juega también protagonizando la historia como un granjero llamado Albert, que tras acobardarse en un duelo es abandonado por su novia. Entre penurias conoce a una pistolera (Charlize Theron) que le servirá de consejera y le ayudará a aprender a disparar con el fin de medirse en un nuevo tiroteo y así reconquistar a su ex pareja.
MacFarlane, también guionista, encuentra una narrativa más aceitada y ágil que en su trabajo anterior, esto es con Ted, en la que si bien existían pasajes de comedia interesantes, se percibían determinados vacíos que desacreditaban la opción de tener un cambio de ritmo o un punch más dinámico. En esta entrega, el timing es mucho mejor y generalmente, salvo excepciones, las ocurrencias portan un grado de desfachatez más disfrutable y ácido que en la producción encabezada por Mark Wahlberg y Mila Kunis. En este sentido y como factor que permite renovar ciertos aires en la narración, vale destacar las apariciones de personajes secundarios como Giovanni Ribisi (en el flanco antagónico en Ted) y Sarah Silverman, en una suerte de subtrama que involucra la relación entre un hombre bastante bonachón e inocente y una prostituta. Este dúo le aporta frescura a un relato que por momentos e inevitablemente, dado su entretenido arranque, decae un poco.
Puede que la duración sea algo más extensa de lo que se requiere, teniendo en cuenta lo que hay por contar, no obstante, A Million Ways to Die in the West se pasa rápido y divierte, especialmente a quienes gustan de ese universo chabacano y desbordante de situaciones absurdas, socarronas y flatulentas que crea Seth MacFarlane.

LO MEJOR: el ritmo. Ocasiona unas cuantas risas y quizás alguna que otra pequeña carcajada. Supera a Ted. Actuaciones.
LO PEOR: predecible. Cuando los gags se tornan repetitivos.

PUNTAJE: 6,5

http://cinefiloclub.blogspot.com.ar/2014/06/a-million-ways-to-die-in-west-critica.html
Alaneche
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8
13 de septiembre de 2023
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La ganadora del Oso de Plata - Gran Premio del Jurado en el Festival de Berlín, cuenta con una capacidad para cambiar de tono que provoca de esos desconciertos que uno, como espectador, aplaude gustoso.

Entre incendios forestales de fondo (algo de lo que el director se sirve para establecer unos delicados simbolismos con lo que les sucede a los personajes), dos amigos van a parar a una casa en el medio del bosque y cerca del mar. Allí, se encuentran con que no serán los únicos que la habiten durante esas vacaciones.

Thomas Schubert compone, de excelente forma, a un joven que intenta (con negatividad y malhumor presentes 24/7) escribir su segunda obra sin que las cosas le salgan como realmente quisiera. Entre su fastidio, sus celos y sus miradas fulminantes a todo lo que lo rodea, un particular sentimiento se va despertando en él.

'Roter Himmel' muta con maestría de la comedia al drama con la misma solidez en cada uno de los géneros. En el medio, coquetea con una tensión sexual tan bien lograda que es difícil perder la concentración.

Con climas que cautivan incluso en los momentos más calmos, con actuaciones que refuerzan cada evento, con sonidos que parecieran querer alertarnos y con un halo magnético del primer al último fotograma, Petzold nos regala una pieza sumamente interesante.

8 Alancitos Escritores Malhumorados sobre 10
Alaneche
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6
1 de enero de 2022
22 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Maggie Gyllenhaal se para, en esta oportunidad, detrás de las cámaras para presentar su ópera prima: un drama con tintes de thriller psicológico con el que ha obtenido la nominación en el rubro de Mejor Dirección de cara a los Globos de Oro.

Olivia Colman (nominada también por este brillante rol) interpreta a una mujer que vacaciona en una isla griega, solitariamente. Allí, pone foco en una madre (Dakota Johnson, de magnética y convincente presencia) y en su pequeña hija. Una familia bastante extraña y de inquietante comportamiento, parece complicarle la estadía a nuestra protagonista.

Gyllenhaal acierta cuando rodea al film de un halo enigmático, y consigue que uno, como espectador, se mantenga atento a lo que pueda ocurrir, ya sea a algún giro argumental inesperado o a una resolución que sorprenda. A veces, en ese constante amague, atrae y gusta, pero en ocasiones pierde levemente la fuerza de enlace.

Jessie Buckley (en la piel de Leda, el personaje de Colman, de joven), nos regala una actuación sólida como una roca, cargada de expresiones de todo tipo. Jessie y Olivia, intercaladas entre presente y momentos pasados que nos permiten ir comprendiendo lo que le sucede en la actualidad tormentosa a la figura central, son quienes sobresalen en el film.

Gyllenhaal aborda la complejidad de ser madre, los arrepentimientos, la dificultad de hallar una plenitud sexual cuando los hijos demandan atención y cuidado, y cuestiones en las que, lejos de juzgar, nos llevan a pensar sobre la inestabilidad que se puede experimentar ante este tipo de responsabilidades. Es en los flashbacks donde se refuerzan estos eventos, aunque algunos de ellos no funcionen o se sientan un poco reiterativos (principalmente los iniciales).

'The Lost Daughter' cumple con su cometido, quizá sin trascender o sin quedar como una pieza a ser recordada con el paso del tiempo.

6,5 Alancitos Culposos sobre 10
Alaneche
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8
2 de enero de 2014
13 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Martin Scorsese vuelve a hacer ruido. Retumba, provoca y despierta polémicas con un film lleno de excesos. Amantes del afamado director se sentirán a gusto; quienes nunca comulgaron con su estilo, factiblemente detractarán su obra.
Se la puede catalogar casi netamente como una comedia con intensos tintes dramáticos, en donde el común denominador y aspecto más abarcado durante el metraje encuentra su lugar en la codicia y el libertinaje. Quien supo construir Goodfellas vuelve a dar cátedra en todo lo que tenga que ver con movimientos de cámara y elementos narrativos; Scorsese cuenta con la admirable capacidad de lograr que el relato a partir del recurso de la voz en off resulte atractivo y nunca quede mal, además de poseer un don nato en lo que respecta a la presentación de los personajes.
El lobo de Wall Street nos enseña el mundo de la bolsa y las acciones, gobernado por esa ansiedad permanente de obtener rentabilidad y sacar diferencia con las comisiones. Y para ello no hay nadie mejor que Jordan Belfort (magnífica, nuevamente, actuación de Di Caprio), quien una vez inmerso en este mundo de valores y presiones, comienza a montar su fraudulento negocio. No hay nadie mejor que él. Su mano derecha Donnie (brillante Jonah Hill), junto a otros compañeros, se sube al ambicioso barco de Belfort, en donde la desmesura y lo políticamente incorrecto están a la orden del día.
¿Excesiva? Por donde se la mire, pero la superabundancia de acontecimientos casi grotescos son una variable fija en la línea fílmica de Marty, elemento que lo distingue y por el cual ha acumulado seguidores. Probablemente el director de Shutter Island se cebe y no sepa hasta qué punto es necesaria la apelación a orgías y secuencias en donde las drogas y el sexo copan la pantalla.
Entretenida, osada, graciosa, la cinta porta un desenfreno y un ritmo endemoniadamente lunático, en lo que quizás sea la realización más chiflada de Scorsese. Contagiosa, filosa y con una crudeza tan exagerada como rugiente, nos muestra los peligros de las adicciones, las pretensiones y el círculo vicioso e insaciable que encierra la ambición.

LO MEJOR: el estilo narrativo del director. Actuaciones bestiales, salvajes y excelentes de Leonardo Di Caprio y Jonah Hill. Hilarante, extravagante.
LO PEOR: se aprisiona en su propia trampa y recurso al exceso y a las juergas que presencian sus protagonistas. Tres horas que podrían resumirse, al menos, en dos y media.
PUNTAJE: 7,6

http://cinefiloclub.blogspot.com.ar/2014/01/el-lobo-de-wall-street-critica.html
Alaneche
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