Cuando yo entré a ver esta película me habían dichoque era muy buena y que me iba a encantar. Para que nome culpen de "spoliar" la película diré que la primera impresión que da la filmación es de mareo. Esa cámara en mano con la que rueda el director descoloca al principio. Las interpretaciones están en la línea de la película, flojas en general. Lo más acertado del film son esos cuadros fijos que el director utiliza para ir contando la historia, con ellos le da un toque musical del que la película carece.

En el cine actual hay pocos actores que por sí solos llenen las pantallas, que cuando aparecen lo hacen tan bien, transmiten tantas sensaciones, que ya por solo ver sus actuaciones merece la pena pagar una entrada. Estos actores son, desde mi punto de vista y asegurando que se me olvida alguno, Jeff Bridges, Eda Harris, Tim Robbins, Sean Penn y Nick Nolte. Si tenemos una película como “State of grace” o “El clan de los irlandeses”, como se titula en España, donde coinciden dos de esos actores acompañados además con un Gary Oldman inconmensurable tiene todas las papeletas para ser un peliculón.
Es una lástima que el director, más acostumbrado a un cine efectista y resultón, no les haya sacado todo el partido que podía. Aún así pienso que es una de las grandes películas sobre mafias que se han hecho. Además por si fuera poco las interpretaciones de los actores, está esa banda sonora compuesta por Ennio Morricone que ya de por sí hace que merezca la pena ver la película.
La recomiendo a todos los aficionados al buen cine.

La verdad es que me esperaba una peli peor hecha. El espíritu del cómic no está muy bien conseguido pero no desentona del todo. Además, despues de los bódrios, supuestamente de terror, que nos vende el cine americano, este producto, creo que elaborado sin muchas pretensiones, funciona bastante bien con esa atmósfera fría y desoladora. Como personajes me quedo con el líder de los vampiros, perfectamente encarnado por Danny Huston, cada vez creciendo más como actor.
De todas formas sigo quedándome con los cómics. De hecho ya hay tres partes de la misma historia y son un buen aliciente a los que gusten de historias vampíricas.

Hace poco criticaba la película Shortbus como pedante, chabacana y falsa por cómo contaba sin ningún rigor las correrias físico mentales de gays desorientados y mujeres anorgásmicas. Ayer vi esta película sobre el crecimiento de un muchacho en una familia de cinco hermanos, todos hombres, que sabe la dureza de ser tratado como homosexual en su pequeño mundo varonil.
El gran acierto del director es el tono que imprime a su película. Las relaciones familiares están estupendamente contadas, aunque de algunos hermanos prácticamente ni se hable, los personajes del ciencia, el deportista y el hermano pequeño son meros maniquíes.
El tono, como comentaba, es parecido a la serie de TV "Aquellos maravillosos años".
La historia es dura, ya que nuestro protagonista tarda toda la película, y dura dos horas, en aceptarse. La interpretación del protagonista es muy buena.
Último apunte para decir que la ambientación, música y colorido son estupendas. Y las interpretaciones de la madre y el padre, de diez

Basada en la novela de John Le Carré sigue la trama con bastante fidelidad. Cambia algunas cosas para ser más cinematográfica pero conserva el espíritu de la novela. Fernando Meirelles sigue rodando con mucha agresividad y en ocasiones podemos creer que no es África lo que nos muestra, sino que sigue siendo la Brasil de “Ciudad de Dios”. Lo cierto es que no le sale mal la jugada pues nos presenta una gran película de misterio no exenta de crítica a la situación que se da en África, que es utilizada por Occidente no sólo como fuente de nuestras materias primas, sino como banco de pruebas de nuevas medicinas.
Película que no deberían dejar de ver todos aquellos que se sientan cuestionados por qué ocurre en los países en vías de desarrollo.