La vi hace dos años y no había hecho reseña, casi no la recordaba, la razón tal vez se deba a que veo demasiado cine, aunque en ocasiones, como esta, no haga comentario ni valoración.

En "LOS AMANTES" Nos encontramos ante un género donde las novedades ya no existen, lo que en este caso la distingue de otras, es la perfilada factura, simple, efectiva. El triángulo funciona, por las marcadas características de sus personajes.

Contiene un interesante planteamiento, quizá algo confuso, pero tanto el nudo como su desenlace son apreciables, con una correcta ejecución en sus bien estructurados matices.

¿Cómo vas a tener una relación romántica con alguien a quien no deseas sexualmente? Si eso sucede es que algo está fallando, tampoco creo que ambas partes estén de acuerdo, es imposible. De echo la protagonista tenía ganas de candela... y es lógico, a mi me pasaría.

Acudir a que te den un masaje, o abracitos, no compensan la necesidad real de una relación adulta y completa con tu pareja.

No me ha gustado, pues pierde demasiado tiempo en cuestiones intrascendentes para rellenar lo que hubiera sido entendible en un cortometraje de veinte minutos.

Trasciende las épocas que atraviesa. Una historia irregular. Atractiva en sus inicios, brillante al describir visualmente el taller del creador durante su última y más importante obra. Fallida en su mitad, por la manera menos ortodoxa de ejecutarse, perdiendo valor lo anteriormente narrado.

El periodo durante el cual, el violín atraviesa tiempos y manos, resulta un tanto aburrida, a la vez que densa en su insustancialidad. Recupera su vigor durante las escenas de la puja. No sé como me hace sentir.

Pagar un precio desorbitado por una pieza, solo contempla la posibilidad de poseer algo que muchos otros desean. Ese es el verdadero valor de una subasta.

Estupenda serie que parece una larga película donde se relatan todos los acontecimientos enrevesados y singulares por los que vio su vida atravesada el congresista de los comunes Jeremy Thorpe.

Muy bien ejecutada por sus dos protagonistas, donde se ve la respuesta de Hugh Grant, distante y segura ante situaciones que siempre se manejaron desde el dominio de todo el entramado ejecutivo y judicial, para beneficio de los poderosos.

Por supuesto no defiendo a ninguno de los dos... pobre defensa la mía, desde mi posición de simple espectador. Norman Scott, era un personaje inteligente; un superviviente que cuando fue consciente del poder que poseía, no dudó en utilizarlo encontrando todo tipo de obstáculos para que la policía le creyese, e incluso desbaratando pruebas y registros, a los que jamás se dio salida.

Lo que más me sorprendió no fueron sus carencias, ni que mi actor fetiche de las de acción, estuviese en este proyecto de apariencia trascendente: "Cuando la colmena se desequilibra, hay que cambiar la reina"

Tal vez Jason Statham, desee convertir a Adam Clay en un nuevo John Wick... no sé. Es cierto que encontré ciertas similitudes, aunque Statham lleva mucho tiempo en las de acción dominando el género con su británica actitud distante...

Y hablando de ingleses ¿Qué hace Jeremy Irons, tan brillante actor, aceptando una intervención muy secundaria, donde apenas encaja con su refinada clase interpretativa, prestándose a ser humillado de manera tan burda en su caracterización?