La media de 5 es justa y quizá un poco generosa. La película es plana, no despierta interés, ni intriga, con un guión al que le falta sobre todo ritmo.
El niño, protagonista, cumple, pero tiene poco carisma y no sabe expresar las desgracias que le tocan.
Carmen Maura se limita también a cumplir, todo por culpa del guión.
Por destacar algo, la fotografía y la lujuriosa selva.
En fin, no aporta mucho al cine, una más.

Todo muy francés. Surrealismo, pero del malo. Alguna escena tiene gracia, pero la mayoría son de una exageración no conseguida. Porque hasta exagerar hay que hacerlo con arte,
No sé otra gente pero yo acabé harto de tanta tontería, que quiere ser una crítica a todo (lo típico, la familia, la religión, la escuela…) y resulta una serie de tópicos.

Además de dar a conocer lo duro que es llevar una granja, por más que aquí todo esté muy preparado antes, la serie es muy buena por muchas razones. La primera, la galería de personajes, desde Clarkson hasta el mejor, el joven Kaleb, un prodigio de espontaneidad. O Gerald, al que no se le entiende y todos hacen como si lo entendieran.
Exagera, pero no mucho, las trabas de la burocracia, que más que ayudar entorpece.
“Productos no ecológicos” (cuando en realidad lo son y mucho). “Sí, no hay comida para vegetarianos”.
O cuando dicen que tenemos lo que hay que poner siempre en un programa de televisión: un negro, un homosexual, uno en transición…
Y, por otro lado, un amor por los animales que llega, en momentos, a conmover.
No me imagino que nadie en España se atreva a hacer un programa como este. Los ingleses son especialistas en reírse de sí mismos, una de las cosas más sanas del mundo.

Se ve que esta peli es para adolescentes, no todas, sino de las que mas chillan a sus ídolos.
Ningún arte, de cine digo.Unas canciones tópicas. Unos personajes estereotipados: la cuarentona que se cree aún tierna flor; el guapo cantante de 25 años, uf. Pero, claro, se dice que es feminista y eso lo salva todo.
Un guión sin imaginación, que recurre a presentar repetidamente la misma situación.
Y me vendrán con lo que el amor no tiene edad. Otro tópico.
Las críticas que he visto aquí se pasan. Menos mal que la gente que le ha visto no le da de media más de cinco y medio.

Un documental que muestra otra cara de la crueldad de Putin al invadir Ucrania. El director de cine Kapralov buscando a su perrra Nika, que escapó al oír bombardeos. Visita un zoo en el que los soldados rusos, borrachos, disparaban a los animales, por gusto. Y el veterinario comenta que si no tienen compasión por sus iguales, cómo la van a tener por los animales.
Cientos de perros recogidos por voluntarios. Otro voluntario recorre las casas abandonas para encontrar gatos y devolvérselos a sus dueños.
Si te gustan los animales, no puedes ver este documental sin emoción. Decenas de miles de animales, que siempre son inocentes, muertos, heridos o masacrados.
Para no olvidar esa agresión del Gobierno ruso a un pueblo que solo desea ser libre e integrarse en Europa.