Probando, uno, dos, uno, dos...

Ejem, ejem... señoras y señores... pasen y vean el mayor espectáculo del mundo... fieras salvajes, mujeres barbudas, motoristas suicidas (o casi), equilibristas en las cortinas, payasos psicópatas... locura total...
porque
Si Alex no está loco, entonces es un genio, justo al otro lado de la línea
Me he encantado, sí señor; desde los créditos hasta las lágrimas porque yo sí reconozco esa España; y los personajes y situaciones que muestra, tanto los reales (spoiler 1), como los ficticios, o mas bien anónimos pero que existieron y siguen existiendo (spoiler 2), también el homenaje a nuestros payasos de la tele (spoiler 3)
A Santiago Segura lo veo en su salsa, pero no puede dejar de recordarme a torrente, su timbre de voz lo hace inconfundible, aunque su caracterización, mas de civil que de payaso, está muy lograda (spoiler 4)
Areces está sublime, porque su cara y físico encajan perfectamente en su personaje primario, pero cuando se transforma te olvidas que lo has visto con el culo al aire y DA MIEDO; es un personaje totalmente diferente

De la Torre borda el papel de cabrón; de tal manera que, (spoiler 7), puedes sentir lástima por él

Carolina Bang (aaaaay, oma, que rica) encarna a la falta de personalidad personalizada (valga la ...) con su peluca para cada día y el quiero y no puedo, sí pero no, es que lo quiero/temo mucho (spoiler 5)
Por último el personaje que más cariño/pena me ha dado: el motorista (spoiler 6)

Cuando salí de mi tierra
volví la cara llorando
porque lo que más quería
atrás me lo iba dejando,
llevaba por compañera
a mi Virgen de San Gil,
un recuerdo y una pena
y un rosario de marfil.

Lo único que he echado a faltar en la película; aunque hubiera sido muy obvio incluirla en la banda sonora. Aquí Carlos Iglesias se olvida de "benitos" "pepelus" y demás personajes que le han hecho famoso para recrear al emigrante español de los '60, "paleto" "cateto" "inculto" y pueblerino, que no tiene muy claro para qué usan los suizos el periódico (un puntazo, el gag) pero trabajador como pocos que hicieron emerger a los países centro europeos después de la 2ª guerra mundial por no poder hacer crecer a su propio país
Visto con la perspectiva del tiempo y contaminado por "Cuéntame como pasó" (que se sitúa una década y media por delante de la acción), cuesta faena creer la situación real de la España obrera del franquismo y no extraña que la altura media del ciudadano español haya crecido 14 cm en los últimos años (cuestión de genética, que decían las autoridades de entonces cuando era mas cuestión de GANÉTICA, o sea, de pasar gana, gazuza, fai, HAMBRE y dejar que toda una generación "creciera" raquítica e infraalimentada

¿Quién no se ha creado un mundo irreal, en el que puedes sufrir algún daño, pero del que sales sin heridas?
En los sueños, todo es posible; en Matrix, aún más...; con la imaginación... con la imaginación es todo eso elevado al infinito; haces y deshaces a tu antojo: que te ataca un troll, le haces cosquillas; que un ejercito de buitres peludos te persiguen, te inventas una manopla que para sí la quisiera Freddy Krugger... pero la imaginación tiene un limite: cuando mejor estás, cuando te dan igual los matones (o las matonas) del cole, cuando la profe por la que bebes los vientos te hace una proposición tan decente que no puedes negarte a ella... patapam!!!!! Bienvenido al MUNDO REAL (que diría aquel)
Contra eso no hay imaginación que valga; el mazazo que recibimos a los 60 minutos (minuto arriba, minuto abajo) es de los que duelen, de los que te hacen revolverte en la butaca del cine, olvidarte de las palomitas, las chuches y la cocacola y pensar: "Joder, esto no me lo esperaba; ¿a santo de qué viene?"
Y entonces reempiezas a ver la peli con otros ojos, y la oyes mejor (porque durante los siguientes 15 minutos se podría escuchar caer un alfiler en la otra punta de la sala) y te pega un bajonazo que te hundes en el asiento, y quieres encontrarte con el guionista y preguntarle el por qué, y deseas que la peli acabe pronto, para poder salir, y deseas también que no acabe, porque no puede acabar así, porque son niños, porque no se lo merecen, porque hay muchos cabrones que no tienen que sentir esos sinsabores y entonces te quedas y la cámara hace un primer plano de los ojos del protagonista y se encienden las luces y dices: "Aun puede quedar esperanza"

Contradicciones, y muchas, son las que se agolpan en mi mente a la hora de redactar esta (mi primera) crítica.
Una ambientación excelente, vestuario, exteriores, costumbres... nada que objetar, pero... siempre hay un pero. Dos veces me había leído el libro antes de empezar la serie (pensaba que lo conocía bien) y ya en el primer capítulo... ZAS!!!! en toda la boca (1er spoiler).
A partir de ahí, ya cualquier cosa es válida... así que, mejor olvidarse de lo leído e intentar aceptar una serie que recuerda a un libro que leí en su día pero que no lo es, imaginarse que es otro relato cualquiera y juzgarlo por lo visto y no por lo anteriormente conocido, pero como lo que ya tenemos en el disco duro (léase cerebro) no lo podemos ignorar, me es imposible mirarla con absoulta objetividad.
Por tanto 7, 8, 9 puntos en su faceta técnica y de interpretación y 2, 3, 4 en lo "sentimental", lo que yo esperaba, lo que conocía, lo que me hizo perder horas de sueño para leer el libro... total, ese cinco "pelao" que sale resultante.