¡Cómo se pasa la peña criticando la película! Es una film entretenido, sin pretensiones, y con el añadido de que se desarrolla en España, lo que creo que es beneficioso para los que pululamos por estos lares. Sale Bruce Willis, aunque poco, Sigourney Weaver y el futuro supermán.., pero, ¿qué más queremos?. Errores de tiempo-lugar existen en todas las películas, pero pienso que no hay que estar pendiente de ello. Tiene buenas escenas de persecuciones en coche, que merecen la pena, y todo ello recorriendo las calles de Madrid, y salen varios actores españoles que se integran bastante bien con el resto de compañeros americanos, sobre todo Verónica Echegui... No es una obra de arte, pero tiene entretenimiento...

Película de policías atrapados por su profesión y el sentido de la Justicia (o, de su "justicia"), lo que les provoca más de un problema con sus superiores, más preocupados por el cumplimiento de la ley que por la efectividad en la persecución de los delitos. Todo ello aderezado débilmente con un par de subtramas de los dos policías principales. Uno, olvidado por completo de la convivencia con su madre, y, otro, descubriendo el amor con una muchacha al borde de la exclusión social, tal como se diría hoy, y con el peligro de ser descubierto mientras está infiltrado en una banda dedicada al tráfico de drogas. Vamos, un argumento de chichinabo copiado de películas americanas, algunas hasta descatalogadas. Sin embargo, es un gran película, y, ¿porqué?. Pues porque tiene la escena de lucha más impresionante que he visto en mi vida: magnífica y espectacularmente coreografiada. La película hay que verla para poder disfrutar la escena debidamente... la recomiendo... la escena, la película es otro cantar.

Un western con buen comienzo y una continuación algo irregular hasta decaer en el más puro aburrimiento, pero que mantiene sobre todo los personajes (o actores) interpretados por Christoph Waltz y Leonardo Dicalprio (ambos fenomenales), pero decae, por no decir que acaba, cuando la acción pasa al personaje de Django. Me extraña el óscar al mejor guión original, porque simplemente es una porquería de panfleto, y de original, poco. Es la misma historia de venganza que hemos visto en numerosas ocasiones y que está en exceso vista hasta decir basta.
La BSO tan importante en el mundo tarantiano es también irregular. Tiene cosas, como la canción de "Django" del principio, que están bien, y, otras que me parecen inclasificables y poco ortodoxas en un western; por lo que pienso que es otra tarantinada: pongo esa canción porque me da la gana, y porque yo lo hago es una genialidad... ¡Vamos, tío!
Realmente, lo único que me sorprendió de toda la película fue la interpretación que hace Leonardo Dicaprio, realmente buena, creando un personaje malo absolutamente flipante. Y Christophe Waltz me gusta, pero ya me absorbió por completo en "Malditos Bastardos", por cierto, mucho mejor que ésta.
La conclusión es sencilla: cualquier "spaghetti western" pretérito fue mejor, hasta los de Sergio Corbucci.

Durante la escena de acción principal y los títulos de créditos (dos momentos del film que están muy bien) si tienes las sensación de estar viendo una película de Bond; lo que ocurre es que a partir de ese momento el protagonismo lo asume una vieja chocha y orgullosa, y la película empieza una cuesta abajo que no la para ni siquiera la aparición del esperpento de Bardem haciendo de malo. También echo de menos la aparición de chicas bond carismáticas y que pongan un punto erótico adecuado a la película.Tenía ganas de ver esta película, aunque ni por asomo se parece y entretiene como la primera de Daniel Craig, "Casino Royale", sin embargo, este actor mantiene su estupenda imagen de duro, siendo un auténtico deleite verle correr y saltar vestido de traje. Pero no hay más, todo es aburrido y se hace largo el metraje, e incluso me confirma lo sobrevalorado que está Bardem como actor.
La historia tampoco es nada del otro mundo. La vengaza de un ex agente del MI:6 contra la jefe de ellos, "M", es absurda; sobre todo si no hay fuegos de artificio que sepan suplirla. Por cierto, carece de humor, en ningún momento hay ese humor típico británico que me gusta tanto.
Entonces, resumiento: de una película de Bond esperamos escenas de acción, chicas guapas y humor; pero no hay nada de éso. Sólo se salva Bond-Daniel Craig-, pero no es suficiente.

Pues la historia es simple. Va de un malo, de otro que es más malo y del que es más malo que un dolor detrás de un dinero que se encuentra escondido en un cementerio, y como fondo del asunto la guerra civil americana. Lo mejor de todo es la relación entre el malo y del que es más malo, porque el personaje y el actor que le da vida a este último, y a pesar de todo, es absolutamente entretenido.
La película sigue la tónica general del director: escenas largas, duración del metraje excesivo, primeros planos, falta de maniqueismo, no hay buenos ni malos, directamente todos son unos cabrones... Pero es una auténtica delicia, es entretenida, divertida, todo lo que tiene que ser una película... por éso digo que esta sí, que Sergio Leone me llega aquí...