Hablan de drogas, de bobadas, con una agresividad entre ellos, que de alguna manera debe reflejar con exactitud una situación cuando se aloja en los límites.

De alguna manera disfrutan de lo que tienen, o carecen. Consiguen dinero para drogas, pero no para encontrar una salida. Bueno, es que en realidad no quieren, y eso también puede ser otra opción.

A veces creo que puedo encontrar algo que me ofrezca una diversión diferente; que haga poner en alza mis expectativas. En algún momento llegué a pensar que tal vez hubiese componentes de "CINE KINKI" La realidad distaba mucho.

Comienza con mucha charla existencialista de manual. El argumento deriva hacia otro contexto, pero se sumerge en algo poco entretenido. Pudiera pensarse que fue alargada para ofrecer la duración convencional de una película comercial.

Parecía que no tuviera destino, exactamente igual que un gran número de películas que se producen en la actualidad. Tarda muchísimo en arrancar y cuando lo hace la angustia se apodera de Madx su protagonista, al caer en las apetencias de Joan, una desequilibrada carente de filtros.

Continúa en spoiler.

En una ocasión una amiga, después de contarme un montón de cosas extrañas, me preguntó:
-¿Crees que estoy loca?
-Si. Y me gusta... porque yo también lo estoy.

Cate Blanche, casi irreconocible, John Cusack, compone con maestría el papel de Nick, un controlador aéreo que entra en conflicto y rivalidad con su nuevo compañero. Angelina Jolie muy joven además de demasiado guapa y poco creíble para interpretar a la esposa del rival de Cusack, con severos problemas con el alcohol.

La actriz ya apuntaba maneras, Percibí un interés exacerbado por destacar; en ciertas escenas al exhibír una sensualidad poco entendible, para la caracterización de su personaje. Ignoro de quien fue la idea, de su director o la propia actriz, de lo que casi estoy seguro es que algo como aquello no formaba parte del guion.

Hace 25 años, el cine en general presentaba proyectos más cuidados, los guiones se trabajaban con solvencia. Considero que las plataformas Streaming han beneficiado poco a la producción cinematográfica, al convertirse en un despiece, triturando argumentos y actores con los que lograr entretenimiento extremadamente básico.

Tendré que buscar entretenimiento en el cine de un par de décadas atrás. Un 6.

Es mordaz, divertida; contiene esa frescura entre irónica y tierna que destilaba Truman Capote. No he acertado a descubrir si realmente refleja la vida del escritor.

Existe una gran parte de desencanto cuando las SWAN se sienten traicionadas. No creo que Truman, hubiera pretendido hacer daño... De alguna manera me recordó al escorpión cuando clava su aguijón, no lo hace por maldad... es algo que está en su naturaleza.

Algunos capítulos son innecesarios, pero ya sabemos como se gestionan las series, hay que alargarla para llenar minutos, y eso es lo que en la mayoría de los casos realizan las productoras.

Un siete global que ha sido mi valoración, tal vez le venga grande, pero de las dos notas posibles, es el 7 donde mejor encaja.

Tom Ripley se presenta como un escalador social sin escrúpulos, un hombre frío con un solo interés: Satisfacer su propia ambición, sin medir los medios. No resulta discursiva, algo muy frecuente en las series de hoy.

Recoge con fidelidad las sutilezas que contiene la obra de Patricia Highsmith, lo cual otorga mayor profundidad a la serie. Espléndida por su ambientación, así como la magnitud de Andrew Scott para acometer el personaje principal, y la minuciosa opulencia, con la que ha dotado su creador Steven Zaillian.

Un ocho. Lo mejor de esta temporada en Netflix.