Cuando uno ve el reparto de la película se espera muchos golpes, tiros y explosiones cada cinco minutos. Sin embargo esta película te da algo más, no es el típico guión de películas de acción en el que la base de todo son los golpes, en este film hay una historia que contar, y nada resulta ser tal y como parece. Tenemos atracadores de bancos, todo tipo de policías: malos, corruptos y novatos con muy buenas maneras. Lamentablemente no todos los cabos quedan bien atados, y al final te quedan algunas dudas, pero por lo general te quedas con un buen sabor de boca.

Desde que Viggo Mortensen abre la boca y se escucha esa voz tan difícil de calificar, te das cuenta de que te esperan 140 minutos muy largos, por no decir tediosos. Para ser la película más cara del año se podían haber esmerado algo más en la caracterización de los personajes, porque las pelucas y los bigotes y barbas postizas no dan el pego. Para acabar, no se puede pasar por alto a ese Quevedo tan horroroso y la infumable batalla final. He visto más agresividad en un partido entre solteros y casados. ¿Se avergonzará Pérez-Reverte del resultado? Creo que no. Poderoso caballero es don dinero.

Un reparto extraordinario, una dirección impecable y un guión muy elaborado sólo pueden dar como resultado una extraordinaria película. Eso sí, deberás tener paciencia y aguantar los veinte primeros minutos porque resultan poco prometedores, pero si la ves hasta el final llegarás a mi misma conclusión: "La mejor película del 2006". La pregunta es: "¿Se acordarán de ella en la entrega de los Oscars?" Me temo que, lamentablemente no.

Esta película no ofrece nada en particular por lo que merezca ser vista una segunda vez. Un buen trabajo de las actrices y un guión muy previsible. Eso sí, se nota el sello de Jaume Balagueró. Lo dicho, más de lo mismo.