El año 2006 pasará a la historia por haber dado varias películas de esas que uno no puede dejar de ver. Dos de ellas han sabido ser premiadas con numerosas nominaciones para los Oscars ('Babel' e 'Infiltrados') y otra, de igual o mayor calidad a éstas ('El caso Slevin'), ha sido injustamente olvidada por los académicos.
Martin Scorsese hace una nueva demostración de buena dirección y apoyándose en un reparto casi inmejorable - increible trío protagonista, DiCaprio, Damon y el siempre genial Nicholson - consigue crear una atmósfera que te envuelve casi desde el primer momento.
Cierto es que los primeros minutos son algo liosos para el espectador, pero poco a poco vas situando a cada personaje dentro de la trama de la película. Policías infiltrados en la mafia irlandesa, mafiosos en las filas de la policía de Boston, y jefes mafiosos con tratos con el FBI. Todo esto bien mezclado da como resultado una película ágil y que te hace estar pegado al asiento hasta el final, que por cierto no dejará a nadie indiferente porque es muy impactante.
Lo dicho, el que no la haya visto todavia aún está a tiempo de hacerlo. Y todos muy atentos al duelo Iñárritu-Scorsese en la ceremonia de los Oscars. ¿Quién se llevará más estatuillas? Sea quien sea serán sin duda premios merecidos.

'Amores perros', '21 gramos' y por fin... 'Babel'. Alejandro González Iñárritu, de nuevo en perfecta comunión con el guionista Guillermo Arriaga, se encumbra definitivamente en el Olimpo de los directores y consigue con este tercer film, no sólo no bajar la calidad de los anteriores, sino que sube otro peldaño más en la escalera de la perfección. En 'Babel' vemos como un hecho azaroso ocurrido en un remoto lugar del continente africano puede repercutir en la vida de personas que viven en lugares tan lejanos como Japón o México. A medida que avanza el metraje se van uniendo las piezas, y las conexiones entre todos los personajes se van haciendo más nítidas.
Cierto es que le conexión con Japón es muy débil, pero el toque asiático le da otro sabor a la película, y sirve para romper la monotonía de las escenas en Marruecos y México.
Como única pega, comentar que la película es demasiado larga, y en momentos se hace algo pesada y lenta. Quizá la historia no daba para tantos minutos, pero a pesar de todo estamos ante una magnífica película.

Quien nos iba a decir que aquel Terry Gilliam que tanto nos hizo reir con aquellas comedias tan delirantes (La vida de Brian, Los Caballeros de la Mesa Cuadrada, ...) iba a convertirse con el paso de los años en un director de culto. Películas como "12 monos" y "Brazil" han encumbrado a este cineasta que ha demostrado saber manejarse en todos los géneros (comedia, cine fantástico y thriller) y ha salido con dignidad de todos ellos. En este film se mezcla la realidad con la ficción, se confunde el pasado con el presente y el futuro, y la línea entre la cordura y la más absoluta locura es tan delgada que cualquiera puede traspasarla.
A medida que avanza la película, ésta te va envolviendo en su atmósfera oscura, y vas atando cabos poco a poco. El final es francamente bueno ya que el espectador descubre toda la trama casi al mismo tiempo que los propios personajes, y te das cuenta que lo que parecía evidente no lo era tanto.
El trabajo de los actores es, en general, correcto. Sobresale sobre todos ellos, a pesar de tener un papel un tanto secundario, un genial Brad Pitt, que pese a quien pese se supera en cada película, y sus interpretaciones en "Seven", "The mexican", "Snatch: Cerdos y diamantes", entre otras, le confirman como uno de los mejores actores, y la pregunta que uno se hace es: "Si fuese un tío feo, ¿cuantos Oscars tendría ya en su casa?".
En resumen, película que hay que ver y disfrutar. Espero que os guste tanto como a mí.

Este film es tan difícil de calificar que no perderé mucho tiempo en decir lo penoso que resulta. Es una de tantas adaptaciones al cine de series de éxito, y como en casi todos los casos acaban destrozando el original, para muestra de lo que digo vease también Corrupción en Miami, que aún siendo mala, le da mil vueltas a esta bazofia. Viendo el reparto podías suponer que al menos te reirías, pero es que no consiguen ni eso, de hecho aún dudo de que se trate de una comedia. Yo calificaría este simulacro de película como bodrio, ni más ni menos. Los actuaciones de los actores no hay por donde cogerlas, salvo la honrosa excepción de Snoop Dogg, que a pesar de ser más rapero que actor, hace al menos un papel digno, cosa que no pueden decir los actores de verdad, por llamarlos de alguna forma. Resumiendo, no es una comedia porque no te ríes, no es un drama porque no lloras, no es un thriller porque no te comes la cabeza, no es un musical porque nadie canta. Simplemente es una pésima película.

Estamos ante una película francamente buena. Detrás de los combates de boxeo amañados, el tráfico de diamantes y la visión un tanto desfasada de los gitanos, hay una gran actuación global de los actores, entre los cuales sobresale un Brad Pitt que ya apuntaba muy buenas maneras interpretativas, y que está dejando de ser una cara guapa para convertirse en un gran actor. Este film nos ofrece buenas dosis de humor negro, sobre todo a cargo del trío de negros, unas auténticas calamidades, y ese ruso esquiva-balas llamado Boris. En resumen, esta es una película de obligado visionado porque garantiza un buen sabor de boca final.