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España España · Donostia
Críticas de Jos
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Críticas 15
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
8
6 de enero de 2019
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Critica: Under The Silver Lake

Sam es un treintañero que vive en un complejo de apartamentos en Los Ángeles. No tiene trabajo, ni aspiraciones de ningún tipo y su vida carece de sentido. Un día, mientras curiosea desde su balcón, se fija en una vecina que deambula por la piscina. Cuando ella desaparece sin dejar rastro, Sam se obsesiona con resolver el misterio de su desaparición.

Si en su anterior película, la excelente It Follows, se percibían influencias muy bien asimiladas del cine de John Carpenter (con Halloween como referente más palpable), en esta ocasión, David Robert Mitchell, fija su mirada en Alfred Hitchcock y David Lynch para construir su nuevo film. La realización mezcla estas influencias junto a múltiples referencias a la cultura Pop, en una estructura de film Noir que retuerce y parodia para dar forma al bizarro puzle fílmico. La dirección de Robert Mitchell encuentra un gran aliado en la excelente partitura de Richard Vreeland (que ya colaboro en su anterior film), en una amalgama de imágenes y sonido que nos trae a la memoria el cine de la década de los 50.

La película trata sobre cómo la influencia de la cultura Pop nos define como individuos en nuestra juventud, idolatrando a iconos hasta coronarlos dioses y adoptando su arte como seña de identidad. Un arte que esta producido por grandes empresas que tienen sus propios intereses y al que le importa poco que estos falsos ídolos terminen rotos porque hay más esperando a la cola. El film también hace referencia a cómo cuando somos jóvenes tendemos a idealizarlo todo y como para madurar debemos dejar atrás esa realidad impostada.

Andrew Garfield (que desde que dejo atrás a Spiderman escoge papeles más interesantes) interpreta con convicción al personaje central. El resto de los actores le secundan muy acertadamente. A destacar la actuación de un Jeremy Bobb totalmente irreconocible como el compositor y la aparición de Patrick Fischler, actor que intervenía en Mulholland Drive (2001, David Lynch), película con la que este film tiene varios puntos en común.

Hay que decir, que es una película que pide al espectador que sea más participativo de lo normal. Al igual que el protagonista tiene que descifrar las pistas para poder resolver el enigma que le obsesiona, nosotros tendremos que poner todos los sentidos para encontrar el significado del film. Es una propuesta que gana con sucesivos visionados y es recomendable verla dos veces antes de formarse una opinión. También hay que decir que la película tiene un ritmo lento, una duración excesiva y es tan enrevesada que será una losa para todos aquellos que van al cine buscando un mero entretenimiento que se lo de todo mascado.
Jos
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7
6 de enero de 2019
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Critica: Sin Amor

Zhenia y Boris son una pareja que esta en trámites de separación. Tienen un hijo en común del cual ninguno de los dos quiere hacerse cargo. Ante esta perspectiva, el crio decide escaparse de casa.

La película está dirigida por el ruso Andrey Zvyagintsev, realizador de films como El Regreso, Elena o Leviatán, que al igual que Sin Amor, obtuvo una nominación al Oscar a mejor película de habla no inglesa.

El comienzo del film es como un mazazo en plena cara del espectador. Vemos la vida de este matrimonio ya extinto, cuyos reproches están a la orden del día y su egoísmo les hace ver a su hijo como una losa en la reconstrucción de sus vidas. Según avance el film entenderemos los motivos de su comportamiento, pero se hace difícil llegar a conectar emocionalmente con ellos. El mundo que rodea a la pareja no es mucho mejor, sus amantes, familiares, compañeros de trabajo o incluso la policía, conforman un universo de seres egoístas. Solo los voluntarios que buscan al niño desinteresadamente dejan entrever un rayo de esperanza en este mundo deshumanizado.

La realización es fría, de ritmo lento, llena de planos fijos que no pierden detalle y sutiles movimientos de cámara que nos narran esta dura historia. Zvyagintsev más interesado en la parte emocional, centra toda la narración desde el punto de vista de los padres, ahuyentando así todo atisbo de thriller que podría haber propiciado la desaparición del niño. La dirección está bien secundada por la excelente fotografía de Mikhail Krichman.
Las actuaciones del elenco son mas que correctas, en especial la de Maryana Spivak, que sale airosa de interpretar un papel muy difícil.

Es una película cruda, de difícil digestión. Que nos lanza un mensaje desolador sobre el ser humano. Con unos personajes egoístas, que son incapaces de asumir sus responsabilidades y madurar. Y con un epilogo desesperanzador, que nos deja claro que por mucho que su vida cambie, están condenados a repetir los errores del pasado.
Jos
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3
29 de diciembre de 2018
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Critica La Noche de Halloween (2018)

Hace cuarenta años de la masacre perpetrada por Michael Mayers. Mientras el permanece encerrado en un sanatorio, Laurie Strode, que sobrevivió a esa noche, se ha estado preparando para su regreso. En el próximo Halloween ambos volverán a encontrarse.

Han pasado nueve años desde la última incursión en nuestras pantallas de Michael Mayers. Ahora nos llega este film que pretende hacer borrón y cuenta nueva, coronándose como única continuación valida del original.

La película está dirigida por David Gordon Green, director de la estimable Joe (2013). Jamie Lee Curtis vuelve como Laurie Strode y Nick Castle interpreta de nuevo a Michael Mayers, cosa que no hacía desde el film original.
Desde que suenan los primeros compases del famoso tema compuesto por John Carpenter, asistimos a un desfile de homenajes al film original. La película juega a buscar el efecto nostalgia y conseguir el beneplácito de la audiencia. El problema es que, si quitas las secuencias basadas en el original, no queda nada. El film carece de atmosfera, no hay suspense ni nada que nos provoque terror. Solo un sinfín de muertes que en un principio están fuera de plano y según avanza el film se irán volviendo más explicitas.

El guion es de lo más lamentable. Hay personajes que desaparecen sin explicación alguna. La gran mayoría de personajes carecen de desarrollo y llevan la palabra victima escrita en la frente. De esta criba se salvan los miembros de la familia Strode, salvo el padre, del que es mejor no hablar. Mas o menos a la hora de película se da un giro, que de tan ilógico que resulta te saca completamente del film. Y mejor dejar a un lado ese final en el que en un alarde de “ingenio” se invierten los papeles del original.

En el apartado de actuaciones va mejor la cosa. Tenemos a una Jamie Lee Curtis simplemente perfecta, gracias a ella se hace más llevadero este despropósito. Un Nick Castle, que, a pesar de su edad, sigue teniendo la presencia física amenazadora que el personaje de Michael necesita. Unas competentes Judy Greer y Andi Matichak que interpretan a la hija y la nieta de Laurie con convicción. El resto va desde lo competente (Will Patton) a lo lamentable (Haluk Bilginer y todos los actores que interpretan a adolescentes), pero tampoco pueden hacer mucho con el material que les proporcionan.

En definitiva, estamos ante una película que se conforma con ser un grandes éxitos del film original, sin aportar nada propio que destaque. Totalmente prescindible
Jos
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7
26 de diciembre de 2018
7 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Critica: Mandy

Estamos en 1983, Red y Mandy son un matrimonio feliz que vive apartado del mundo. En su camino se cruza una secta religiosa hippie cuyo líder se encapricha de ella y manda secuestrarla. A raíz de esto, Red se embarcará en una misión de venganza con sangrientos resultados.

Cualquiera que lea la sinopsis, se dará cuenta de que la trama no destaca por su originalidad, siendo esta de lo más manida. Es en su apartado visual donde destaca la segunda película como director de Panos Cosmatos (hijo del también realizador George P. Cosmatos ). La película resultante es una mezcla de cine de autor y serie B de lo mas bizarra. En su metraje podemos encontrar una mezcolanza que va desde el cine de terror y de acción de los 80 (Hellraiser, Evil Dead, Mad Max…), el cine grindhouse, la literatura Pulp, las revistas de comic como Heavy Metal o 1984 e incluso la propia música Heavy.

La película está dividida en dos tramos bien distintos. En el primero, de ritmo pausado (algunos dirán que demasiado), asistimos a la creación de una atmosfera onírica y mística. El director usa todas las herramientas necesarias para crear la puesta en escena: diálogos filosóficos, una excelente fotografía en la que predomina el rojo, una genial banda sonora llena de teclados y pesados riffs metaleros (obra del tristemente fallecido Jóhann Jóhannsson), el uso de animaciones para representar los sueños y unas actuaciones totalmente pasadas de vueltas, de las cuales destacaría dos: la de Linus Roache, como el líder de la secta, que combina momentos amenazadores con otros más patéticos, sin caer en el ridículo. Y un Nicolas Cage que comienza muy comedido y llegado el ecuador del film y a través de una escena desarrollada en un baño que será difícil de olvidar (para bien o para mal), dará rienda suelta a todos sus tics, coronándose como el rey del exceso. Llegado a este punto, entraremos en la segunda mitad del film, en la que la atmosfera se enrarece y pasamos del sueño a la pesadilla, con una violencia que a cada minuto se recrudece y que hará las delicias de los amantes del gore.

Hay que decir, que una propuesta tan extrema y personal como esta, no será del gusto de todos. Pero si se logra conectar con lo que film propone y uno se deja llevar por este viaje místico a los infiernos, se verá recompensado con una imaginería visual que dejara huella en la retina.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jos
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8
26 de diciembre de 2018
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Critica Spiderman: Un Nuevo Universo
En dieciséis años hemos tenido seis películas de Spiderman y ninguna de ellas a sabido captar toda la esencia del personaje. Ahora nos llega un nuevo film, el primero de animación y el primero en el que Peter Parker no es el protagonista, aunque si ejerza de mentor.

El protagonista de la trama es Miles Morales, un chico afroamericano que intenta encajar en un nuevo instituto. Este será mordido por una arañan alterada genéticamente que le proporcionara poderes similares a los de Spiderman (y algunos más). Durante un enfrentamiento entre Spiderman y Kingpin para evitar que este abra portales a otras dimensiones, Peter saldrá malparado, quedando Miles como el único portador de los poderes de la araña. O eso parece, hasta que descubre que varios Spidermen se han colado por la abertura dimensional. Con la ayuda de estos, Miles deberá aprender a ser el Spiderman que su dimensión necesita y detener a Kingpin.

Lo primero que llama la atención, es lo mucho que se han esforzado los realizadores para trasladar la esencia del comic a la película. Aquí vemos bocadillos de pensamiento, portadas de comics, onomatopeyas, viñetas, incluso el color esta tratado para dar la sensación de que estamos dentro de un comic. Todo ello envuelto en una mezcla de animación clásica y moderno CGI que combina de forma espectacular.

Los personajes principales están bien desarrollados. Tenemos a Miles, joven, inexperto e inseguro, que debe sobrellevar una situación que le supera y aprender a ser Spiderman. A un Peter cuarentón (y con sobrepeso) que ha perdido la ilusión ante los golpes de la vida y al que hay que recordarle lo que representa ser Spiderman. En tercer lugar, tenemos a SpiderGwen, muy segura de sí misma como Spider-Woman, pero con problemas para abrirse a los demás. A este grupo se unirán más tarde Spider-Ham, Spiderman-Noir y Peni Parker, que tienen menos desarrollo y terminan siendo un alivio cómico en la película. En el lado de los villanos tenemos a Doc. Oc, el Merodeador, el Scorpion y Lapida, que no dejan de ser meros sicarios sin mas motivo que ejercer de sacos de boxeo. Otra cosa es el villano principal, un brutal Kingpin, cuyas motivaciones personales (perdida de seres queridos) lo acercan a los hombres araña, convirtiéndose este en la otra cara de la moneda y sustituyendo el sentido de la responsabilidad de estos por puro egoísmo.

Todos los que se acerquen a ver este film encontraran lo que uno espera de una historia de Spiderman: el humor que siempre le caracteriza, la tragedia que siempre acompaña al personaje y una aventura espectacular llena de diversión.

En definitiva, se puede decir, que después de dieciséis años, por fin tenemos la película de Spiderman que nos merecemos. ¡Larga vida a Miles Morales! Stan lee y Steve Ditko pueden estar orgullosos.

P.D. : a no perderse la divertidísima escena post créditos que invita a soñar con una “futura” secuela con nuevos encuentros entre portadores del manto de la araña
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jos
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