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España España · Alcalá de Henares
Críticas de cinefilico
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Críticas 84
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
9
5 de noviembre de 2011
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
No resulta demasiado fácil encontrar películas de ciencia ficción en la filmografía española. Solo por ello Eva, del debutante Kike Maíllo, debería ser un aliciente para acercarse al cine, más aún para aquellos espectadores que rechazan todo lo que lleve el sobrenombre de cine español.

Maíllo crea una suerte de Inteligencia Artificial a la española. No son pocas las similitudes. Las dos son protagonizadas por niños, hablan de un futuro en el que conviven humanos y máquinas, y tienen a los sentimientos como tema principal. Aunque tampoco se puede decir que intente parecerse a ella. Eva no busca tanto impresionar con fantásticos efectos visuales sino entrar en el corazoncito del espectador con una historia, tal vez muy vista, pero que logra convencer.

Decía el director, en la premier de la película, en el pasado Festival de Venecia, que lo que buscaba con su película era "feminizar el género". Una vez vista, creo que no se puede expresar mejor. Eva es una película para todos los públicos. No se trata de un film de ciencia-ficción al uso, sino de, y perdónenme la expresión, de ciencia-ficción a la española. Posiblemente a los más puristas del género no les termine de convencer el film porque éste no es más que un punto de apoyo diferente a lo que estamos acostumbrados a ver.

Y es que Maíllo prefiere centrarse, y con mucho acierto, en lo complejo del ser humano, en sus sentimientos y en sus pensamientos. Y una vez centrado en eso, en lugar de escoger una envoltura de drama social o de posguerra civil al que el cine patrio nos tiene acostumbrados, el realizador prefiere tirar de unos efectos especiales muy sutiles, pero que enriquecen maravillosamente la historia. Una historia muy consistente que sin embargo peca de simplicidad en algún punto, debido básicamente a lo precipitado de los argumentos. No le habría venido mal tener media hora más de metraje para poder contar con el tiempo suficiente cuales son las relaciones entre todos los personajes de la película, que se intuyen muy profundas, pero que si embargo, no puede llegar a saberse debido a un ritmo demasiado acelerado, sobretodo al final, dejando un regusto a “querer saber más” que no termina de convencer.

(sigo en spoiler por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
cinefilico
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1
25 de octubre de 2011
15 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
I Wan to Be a Soldier no es una película. Nunca en la vida recomendaría el visionado de algo así, pero si alguien lee esto y aun así decide verla, que sepa que se va a encontrar con un panfleto adoctrinador propio de un dictador en horas bajas.

Me pregunto en qué estaba pensando Christian Molina (aquel que dirigió la notable Diario de una ninfómana) cuando decidió realizar semejante basura sin pies ni cabeza. No hay nada, (bueno, tal vez, la actuación del muchacho) mínimamente salvable en este atropello a la razón, a la lógica y al pensamiento crítico del espectador.

Molina parte de una gran premisa: la de la influencia en los niños que tienen los medios de comunicación y hasta que punto llegan a insensibilizarse cuando ven violencia. La idea es buena, pero el desarrollo es lamentable. Molina debe pensar que al iluso que vaya a ver su película también le han lavado el cerebro los medios, porque el maltrato psicológico al que es expuesto el espectador cruza la línea de lo lamentable. No contento con esto, el director intenta ayudarle con otro lavado de cerebro, con centrifugado incluido.

Y es que no hay nada mínimamente creíble dentro de la película. Una familia, con sus problemas, pero que para nada es disfuncional, por mucho que se empeñe el director en hacernos creer que sí, nunca permitiría que un niño, por muchas ganas que tenga de ser soldado, decorara sus habitación con banderas y pósteres de una ideología tan radical y que tanto mal causo al mundo.

Por otro lado, cuesta creer que un niño de 10 años (diez años, por el amor de Dios, si todavía hablásemos de un adolescente...) lo único que le interese de la televisión es ver guerras y documentales de animales cazando con el único objetivo de ver sangre, o que les hable a sus padres de esa manera y ellos se queden impasibles, o que los profesores no sean conscientes, e incluso alaben en alguna ocasión el comportamiento de este muchacho.

Pero a Molina no le basta con el adoctrinamiento implícito. Tiene que aparecer un psicólogo para metérselo en vena al espectador que aún no se haya enterado cual es el objetivo del film, si es que queda alguno. El psicólogo, que lejos de ayudar a los padres y buscar soluciones, se decanta por fomentar el pánico de la madre, el pasotismo del padre, y en el único momento que le vemos con el niño problemático, por realizarle una terapia de choque que a todas luces es inservible.

La película llega a un final más que evidente casi desde el primer minuto, pero cuando uno piensa que no hay manera de caer más bajo, aparece entre los títulos de créditos un discurso de Danny Glover que termina por rematar la faena y hundiendo a la película en la más absoluta de las miserias.

Un 0 como una catedral.
cinefilico
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7
24 de octubre de 2011
4 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
El espectador medio está cansado de películas sobre la guerra civil o la postguerra cortadas con el mismo patrón. Se ha cansado de ver lo buenos que son los republicanos y lo malos que eran franquistas, se ha cansado de escenitas lacrimógenas sin motivo aparente y se ha cansado de la moralina impertinente. Benito Zambrano podría haber optado por contar una historia desde un punto de vista neutral, sacando a la luz lo bueno y no tan bueno de unos y otros, pero ha preferido por el patrón clásico, porque por muy cansado que esté el espectador medio, en el fondo, si la historia es buena, se le va a perdonar.

Y es por ello por lo que La voz dormida se salva de la quema. Es un cuento que da una vuelta de tuerca a un tema tan manido y tan reciente de nuestra historia. La lucha de una mujer por salvar a su hermana y a la vida que lleva en sus entrañas. Es cierto, esto no es ninguna novedad. Lo original está en mostrar la evolución de esta mujer, desde esas primeras escenas, recién llegada de Córdoba, dando muestras de su inocencia y su agradecimiento a todo el mundo, hasta el punto de hacer peligrar su libertad y la de los que les rodean y ayudan hasta convertirse en esa otra mujer fuerte y valiente dispuesta a hacer cualquier cosa.

Este papel tan complicado, lo realiza de manera espléndida la televisiva María León, flagrante Concha de Plata, dando una multitud de matices a las emociones que esos expresivos ojos verdes que inundan la pantalla. Al otro lado de la reja se encuentra otro rostro televisivo. Inma Cuesta crea con soltura una Tensi dura como el acero pero con muchísimo amor que da. En las escenas que tienen estas dos actrices juntas se puede palpar la relación que tienen, aunque un pasillo las impida poder tocarse y abrazarse. El resto del reparto, carecen en su mayoría de interés y tampoco tienen nunca el protagonismo necesario como para profundizar en sus personajes.

Un 7.
cinefilico
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10
22 de octubre de 2011
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si alguien tiene la osadía de preguntar alguna vez por qué el cine es considerado un arte basta con contestarle con cuatro palabras. The Tree of Life.

Malick crea un maravilloso poema de casi dos horas y media que se pasan en un suspiro, embelesado entre corrientes de agua, acantilados imposibles y nebulosas deslumbrantes. Una metáfora perfecta, redonda, que el director realiza superponiendo derroches sensoriales con un cuento sobre la vida y la naturaleza.

Es así como yo lo he visto, aunque es posible, que otro lo vea de manera distinta. Es lo bueno que tienen las metáforas, cada uno puede interpretar lo que ve de la manera que crea más conveniente. En mi caso he visto al trio protagonista como una alegoría de la vida por un lado y de la naturaleza por el otro.

Brad Pitt es el rudo padre de una familia de clase media. Un ex-marine que basa su vida en las ordenes militares y así es como cree que es mejor educar, desde la exigencia para así convertir a los vástagos en hombres fuertes. Pitt es la guerra, el odio, el poder, la muerte, pero también los rápidos de un río, la montaña escarpada, el huracán.

Jessica Chastain tiene un papel de madre pasiva pero omnipotente. No dice mucho pero siempre está presente. Ella es la serenidad, la paz, el equilibrio, la vida, pero también el profundo océano, la pradera, la brisa veraniega.

Hunter McCracken, el hijo mayor, tiene tal vez el personaje más complicado, el del ser humano. El es la duda, las ganas de aprender, la rebelión frente a lo dado, la necesidad del por qué, el error, la transición. Una transición hacia el perdón, hacia la disculpa y hacia la comprensión que toda persona tiene que realizar alguna vez en la vida.

Todo en el film es poético. No solo el guion, o las espectaculares actuaciones. También el montaje pausado, una fotografía de una belleza crepuscular, una banda sonora adaptada cuidadosamente escogida para que acompañen a las imágenes de la mejor forma posible, un sonido que te abraza... Una obra maestra como hay pocas.

Un 100.
cinefilico
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6
22 de octubre de 2011
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Poco a poco, el cine animado europeo va consiguiendo un nombre propio y logrando un reconocimiento internacional, en gran medida gracias a la labor que está realizando Francia en el género con obras maestras como Persépolis.

Une vie de chat gira en torno a un gato que pasa el día junto a una niña que ha dejado de hablar debido a que su padre murió asesinado por un mafioso de poca monta al que persigue la madre de la niña, una comisaria de policía. Por las noches, el gato acompaña a un ladrón con un corazón de oro a realizar sus hurtos. Pronto, debido a la curiosidad de la joven niña, unos y otros se encontrarán en la noche parisina.

Con un dibujo tradicional y pictórico (con clarísimas reminiscencias a Picasso), se trata de llamar la atención del público adulto, acompañado por una banda sonora fantástica, dando protagonismo a una cuerda inquietante y a un piano tenebroso, e incluyendo algún corte jazzístico que aporta madurez a la historia.

Este dibujo, sin embargo, es muy probable que al público infantil, y al adulto cuyo interés por la película sea que mantenga a los niños entretenidos, le parezca feísta, y probablemente no les falte razón puesto que aún siendo muy artístico, no termina de convencer dentro de lo que es la película.

A este público infantil, se le busca más a través de un guion flojo y poco profundo en sus personajes y sus actos pero que resulta sencillo de seguir y que marca desde un principio a favor de quién debe ponerse el espectador. Aún así, los 60 minutos que dura el film se hacen muy largos, pues pronto la historia deja de ser interesante, y algunas situaciones que deberían ser cómicas, resultan ser más bien algo inanes.

Un 6.
cinefilico
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