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España España · Vilafranca del Penedès
Críticas de SergiMerchan
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Críticas 21
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
8
26 de diciembre de 2016
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Acabo de ver (por fin) este film, film que me ha dejado con un regusto extraño, tan extraño que es difícil exponéroslo en palabras. Ya no por el mero hecho de ver a tantas gentes “alejadas” de lo que la vida cotidiana nos acostumbra/permite ver, si no porqué realmente no sabía qué sentir durante y tras su visionado.

¿Es ‘Freaks’ realmente un drama? ¿Debemos encuadrar a esta película dentro del género de terror? Supongo que sí, pero el verdadero monstruo no es algo de otro mundo como a lo que el cine fantástico de la Universal de aquella época tan acostumbrados tenía a los espectadores, el verdadero monstruo es el perverso e insaciable ser humano corriente. Tal vez ése hubiera sido un mejor título: ‘El perverso e insaciable ser humano corriente’, pero claro, vende menos.

La película va más allá de ser un muestrario de freaks (palabra que se acuñó gracias a esta producción), Browning hace una crítica sanguinaria a 24/fps de la sociedad prejuiciosa y despiadada de los años treinta, sociedad que es exactamente la misma que en la que vivimos, una con infinitos estigmas respecto al exterior de alguien/algo.

Al inicio del film -después de ser advertidos de la dureza que presenciaremos con un claro “Never again will such a story be filmed”-, oímos una siniestra melodía ya-casi-tópica de feria, aparece en pantalla el cartel de la película y una mano (quizá la del mismo charlatán que relata todo el relato a modo de gran flashback) arrancándolo de cuajo.

Lo que se nos retrata en pantalla no es el circo en sí, la acción se sitúa en la trastienda de este; donde el inocente enano Hans, es seducido por la bella Cleopatra (una contorsionista maléficamente bella) –que, a su vez, es la amante del forzudo personaje de Hércules-.

‘Freaks’ se aleja de la verdad única del clasicismo y vaticina el sistema de la apariencia que más adelante explotarían otros grandes autores como Welles, Hitchcock o, mi eterno favorito, Lynch. Este ambiguo concepto define al cineasta moderno que se obstina a reproducir la realidad de forma subjetiva. De esta forma, Browning instaura el gran caos en la narrativa clásica y vulnera las reglas del género anulando su estabilidad estructural como ahora hacen los filmes llamados underground.

¿Cómo una película de tal simplicidad técnica que esquivaba toda innovación tecnológica puede haber alcanzado la etiqueta de, ya no clásico, sino “film atemporal”? ‘Freaks’ huyó -quizá sin saberlo- del visionado efímero y, curiosa y no-casualmente, sigue vigente hoy en día, tal vez más que nunca.

Uno de los aspectos más interesantes y a destacar es el elocuente uso que hace el director de la cámara, ya que le da un aire “terrenal”, un look que puede gustar o no gustar, pero interesante, si más no, es. Es como si fuera todo captado a través de los ojos de uno de aquellos “monstruitos” con un cóctel de sentimientos esperando a ser descubierto en su interior, escapando así de la mirada y dirección con la que se grababan la mayor parte de las películas de aquél entonces.

Arriesgar para no dejar indiferente a nadie, dar carácter a algo no-humano, deshumanizar a aquellas figuras tan arbitrariamente consideradas como “guapas”. ¿Quién decide que seres humanos sí son o no son “guapos”? Las bellas figuras que rigen este tipo de cuestiones al conocer al dedillo los cánones establecidos sí es monstruosa, personas que se pasan horas desetiquetándose de aquellas fotos que hayan sido tomadas desde su perfil menos agraciado en archiconocidas redes sociales.

Quizá lo que actualmente se relaciona con el paso a la atemporalidad cinematográfico-histórica es algo contraproducente y erróneo, ya que la introducción efectista deviene de la principal negación de la cinematografía moderna y actual.

La película consigue, sin abandonar la representación clásica, aludir a una infinidad de reflexiones contemporáneas casando la dialéctica entre modernidad y clasicismo. O ¿a caso no es vil el ocultar tras unos retoques de PhotoShop aquella pequeña mancha de nacimiento que una chica tiene en su rostro?

Va a parecer absurdo lo que digo, vais a pensar que me estoy yendo por las ramas, pero aquellas criaturas que no entren dentro de los censos establecidos de la sociedad van a ser evidentemente marginados y vapuleados, incomprendidos en su tiempo y añorados cuando no están; un poco lo que le pasó a ‘El resplandor’ de Kubrick. ¡Eso es! Aquellos relegados freaks eran, para el público de aquél entonces -y para el actual también-, postergados ‘Resplandores’.

Como todas las películas avanzadas a la época en que se estrenaron, vi como el desabrimiento moral aludía a una crítica que lamentablemente la tachó de “aborrecible” y “obscena”, y es que la dureza con la que el director plasma la cotidianidad de los personajes, es algo que puede incomodar incluso al público de nuestros tiempos. Es decir, por mucho 'American Horror Story: Freak Show' que se haga, nada superará a este primer y fuera de lugar clásico; la prueba está en el recibimiento que tuvo de público y crítica ésa temporada de la amada y odiada a partes iguales serie de antologías macabras de FX.

De todas las cosas que pudiesen molestar a la sociedad de la época, lo que más debió de incomodarles fue probablemente el fatídico desenlace donde se viola el casi obligado “happy ending” que tanto gusta al gran imperio que significa Hollywood.

Una película demasiado avanzada a su tiempo; horripilante y asombrosa donde las haya, de una carga visual basada en la eterna simplicidad que hará que todo cobre un sentido mayor para los progresistas que creen que la belleza está en el interior.

Todavía no sé qué pensar ni muy bien cómo debería calificarla; no lo sé. Si me preguntan si me gustó diré sin vergüenza que –indudablemente- me encantó, que me he visto identificado por monstruos y que he aborrecido a aquellos prototipos que en otras pelis serían los galanes protagonistas.
SergiMerchan
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7
26 de diciembre de 2016
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El controvertido, a la par que radical, escritor Dennis Cooper estrena su primer largometraje dividido en cinco capítulos bizarramente originales –unos mejores que otros- que, os puedo asegurar, no va a dejar indiferente a nadie.

Andy Warhol dijo en una ocasión: “Un artista es alguien que produce cosas que la gente no necesita tener” y, justamente ‘Like Cattle Towards Glow' es la materialización de ésa idea.

Resumir esta obra es algo casi imposible, es un conjunto de cuentos surrealistas con los que no se puede ni quiere hacer uno el tan temido 'spoiler', es ése tipo de ficción que le recomendaría tanto a mi mejor amigo como a mi peor enemigo, así que preferiría que cada uno sacara sus conclusiones.

La película se ideó originalmente como una cinta de pornografía homosexual, en qué punto pasó de eso a una reflexión sobre la vida y la muerte, una banalización grotesca sobre el fenómeno 'cruising' (la práctica de sexo en sitios apartados entre desconocidos gays) o una surrealista crítica a la sociedad actual enganchada a ver sus propias vidas a través de pantallas HD de retina es todo un misterio.

La libertad que se toman los dos creadores del film a la hora de dirigir a sus actores -actuando de una manera tan poco orgánica que recordaban a los llamados ‘modelos’ de Robert Bresson-, el cambio de formato de un capítulo a otro, el pasar de exteriores “sucios” y apartados a claramente platós donde la luz es de estudio y controlada o también el uso de 'drones' (sin importar que salgan sombras que rompan con la cuarta pared), webcams, o teléfonos móviles en vez de cámaras de cine al uso hace que el visionado del film realmente sea una rareza interesante de experimentar, por eso mismo, yo categorizo la visualización del largometraje como algo cercano a una experiencia cinematográfica.

Categorizo de “experiencia” todas aquellas prácticas que aporten algo diferente a nuestras vidas, algo que realmente se aleje de nuestros hábitos, y para mí, ver esta película entre tanta comercialidad –que siempre va bien y se disfruta su fácil digestión, no me gustaría sonar pedante con mis palabras-, es un soplo de aire fresco y diferente que siempre se debería agradecer.

Debo alertar que la cinta codirigida por Dennis Cooper y Zac Farley es de ese tipo de cine que puedes llegar a odiar, que es tan osado que asusta, que intenta ser tan diferenciable que a algunos les cansa, que resulta tan chocante y oscuro que hacía que la gente se levantara impactado de la sala marchándose para no volver y eso, es un éxito rotundo que nunca antes había visto cometerse en ningún cine anteriormente.

El largo rompe con la estructura clásica dividiéndose en cinco relatos cortos sin ningún tipo de conexión entre ellos, cada episodio es filmado como una isla independiente que respira y se expande mediante algo azaroso, azar que es muy difícil encontrar en producciones de hoy en día. Cada isla/relato, se ve en medio de un océano que no es que separe a ésas ínsulas, sino que las conecta y da sentido.

Entiendo que pueda ser chocante su claridad, sus pretensiones bizarras o sus oscuras y desmotivadoras moralejas, sobretodo si perteneces al mundo homosexual donde tristemente hay muchos que se rigen por un hambre voraz hacia el tipo de sexo que tantas veces es repetido y comentado a lo largo del metraje.

Por difícil que sea que la distribuyan y por mucho que sea fácilmente insultada y menospreciada por el colectivo gay, su veracidad es infinitamente más certera que la que aguardan otro tipo de films de esta misma temática como la piedra angular que es Brokeback Mountain de Ang Lee.

La anarquía de la narración, la ausencia total de sentido y la frustración constante habrá hecho que durante mi pase haya algunos que se levanten de sus butacas indignados esperando que el dinero de sus entradas sea ingresado nuevamente a sus cuentas bancarias, pero inténtalo, no juzgues por su estupidez, no huyas por su sexo (a veces demasiado) explícito, una vez entras en esas historias huecas de un primera vistazo, no es tan fácil irte de vacío a tu casa.

‘Like Cattle Towards Glow’ es horrible, antiestética, aburrida, torpe y muy oscura, pero también lo es la realidad. Acudir al cine a escapar de la realidad está bien, yo lo haría a diario, pero de tanto en tanto es valorable un buen chapuzón en aguas heladas para darnos nuevamente cuenta de cuán triste es una humanidad donde no hay ni espadas láser con las que batallar o 'snitch' doradas que cazar en partidos de 'quidditch'.
SergiMerchan
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8
21 de diciembre de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
·DEFINICIÓN DE DINERO SEGÚN EL DICCIONARIO: Medio de intercambio que es aceptado por una sociedad para el pago de bienes, servicios y todo tipo de obligaciones.

·DEFINICIÓN DE DINERO SEGÚN BRESSON: Material en forma de moneda o billete que puede amargar injustamente la vida de alguien llevándolo a la cárcel o a la más perversa locura.

El título mismo es un resumen sencillo y perfecto de lo que nos disponemos a ver, todo en ‘El dinero’ es duramente contenido y rotundo. Ya en los créditos iniciales al ver la puerta del cajero automático que pasa de estar abierta a cerrada empezamos a percatar la modernidad dura y kafkiana -en forma de crítica- que nutrirá cada parte del metraje.

Aquí el dinero se nos muestra como una especie de ser que juega con la vida de las personas que Bresson cree conveniente haciéndolas danzar una melodía que a muchos no les tocaría (me refiero al desdichado personaje principal de Lucien que parece recién salido de un drama griego).

La mínima expresión y los gestos concretos –siempre conscientes- de los actores llegan a decirnos muchísimo más de lo que se ve a simple vista. La tendencia casi metonímica de Bresson por filmar las partes de un personaje (los pies o manos, por poner un ejemplo) como si fuera un todo o incluso los espacios vacíos que son captados, son un referente claro de ello.

A destacar el simbolismo no-oculto que hace que en el film el campo se nos muestre como algo mucho más bello que la grisácea ciudad; la tierra es fértil y da frutos bajo los pies del ser humano, quizá por ello ‘El dinero’ pueda tener toques del movimiento Romántico, ya que la naturaleza es un elemento partícipe para contar los sentimientos que afloran en el interior del protagonista. Pero Lucien -por mucho que a veces parece querer-, en una sociedad como en la que vivimos nunca podrá encontrar la paz interior.

No hay ningún tipo de esperanza para la sociedad consumista y hostil en la que tristemente vivimos y quizá -seguramente- el director tenga toda la razón.

La película es cortante y directa en muchos aspectos, la mayoría de los personajes se mueven por la codicia (hablo del propietario de la tienda de fotografía, por ejemplo) y es que Bresson quiso con su última película dejar claro que el ser humano no tiene ningún tipo de escrúpulo frente a la obtención del vil metal.

Es duro, pero el dinero siempre acabará ganando a la bondad de un desconocido.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
SergiMerchan
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World of Tomorrow (C)
CortometrajeAnimación
Estados Unidos2015
7,2
1.562
Animación
8
29 de noviembre de 2015
14 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
"This is me and Mommy, this is me and Mommy walking".
Ya no eres así, ya no serás así; puede ser que ni tan siquiera hayas sido así.

Somos incontables generaciones pasadas que silenciosamente atacan en nuestra más extraña intimidad. Bueno, no siempre lo hacen de manera silenciosa, a veces estos recuerdos ya vividos anteriormente que creemos -o queremos creer- como inexistentes chillan tan fuertemente que es imposible ignorarlos.

Uno de los temas que principalmente trata el corto es el de las heridas no-físicas de la infancia, ésa etapa de la vida donde todo era de supuestamente de color rosa y -mirando fríamente- son los años más negros del viaje terrenal que creemos como únicamente real. Seguramente por ello, para mostrar ésta fragilidad del ser que puede acabar siendo cruel y malvado en la madurez, el autor del corto ha elegido situar como protagonista la figura de una niñita.

A grandes rasgos, esta decisión -según mi punto de vista-, intenta contraponer lo que éramos antes sin tener conciencia y que es totalmente diferente a lo que somos ahora mismo teniendo -quizá y seguramente- conciencia de demasiadas cosas.

Dejando de lado los viajes a través del espacio-tiempo o los elementos fantasiosos, éste producto guarda mucha más verdad que la mayoría de producciones ambiciosamente falsas que se producen en masa para un público mainstream en formato de largo.

Es un corto muy bonito, y cuando utilizo el término "bonito" lo uso porque dentro de mí se producen extrañas sensaciones al ver a un dibujo de meras cuatro líneas hablando de lo bellos que son los cuerpos de las estrellas muertas que aún brillan en nuestro alejado planeta de más tristeza que glaciares, tristeza que, como bien dice la mujer adulta, nos hace sentir inevitablemente vivos.

La sencillez de los dibujos tiene un significado concreto, claro. Estos fáciles y comprensibles garabatos son los típicos que hacíamos al tener la edad de la niña protagonista. Así pues, se mezcla la paranoia intelectualmente auténtica que intenta transmitir sabiamente Hertzfeld con la proximidad que emanan los dibujos infantiloides.

Creo que estoy divagando.

Pasan tantas cosas bellamente incomprensibles, hay un momento por ejemplo -no creo que sea spoiler comentarlo- donde la adulta cuenta su enamoramiento con una roca, roca inerte que espera ser llevada a la estantería o jardín de algún paraje menos desolador que el de un planeta habitado por melancólicos robots; la roca sólo espera ser amada o admirada.

Sí, estoy divagando.

Me han hecho reír las frases elocuentemente no procesadas de la pequeña Emily y me ha provocado la más absoluta tristeza llegar al final del corto.

La tecnología ha cambiado el rumbo al que se dirigía la vida de Emily para siempre, la tecnología ha permitido un contacto no posible en nuestro presente, ha permitido una relación efímera de un cuarto de hora (lo que dura el corto en sí) entre el presente y el futuro a través del Universo. ¿Debemos agradecer a la tecnología para complicarnos de manera preciosista nuestro paso por una Tierra cada vez más futurista? Hay quien cree que sí, hay quien cree que no.

He llegado a la conclusión de que somos autodestructivamente críticos con nosotros mismos, dentro de unos días ésta crítica/reflexión que he hecho con tanto esmero no me va a gustar ni pizca. Pero claro, eso ya lo divagaré en el nuevo mundo que supondrá el mañana.
SergiMerchan
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8
25 de octubre de 2015
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
El público que acude a ver 'Victoria' de Schipper debería saber que éste plano secuencia sin trampa ni cartón (¡chúpate ésa 'Birdman!) alberga no una, sinó dos películas en su metraje:

-1ª Parte: Una sencilla e improvisada historia de mera atracción sexual -que no es sinónimo de amor- con la que todos los que hemos estado viviendo solos en un país donde no se hable nuestra lengua materna alejados de nuestros seres queridos empatizaremos.

-2ª Parte: Un film de acción de muy bajo presupuesto que te atrapa de principio a fin pese a (sí, debo aceptarlo) los no perdonables errores en alguna que otra parte del guión.

Ambas y alejadas partes del largo eran un cóctel difícil de combinar sin caer en los tópicos ya implantados por todos que tenemos del monstruoso mercado americano. A muchos entendidos se les atragantó ya en el primer sorbo, ¿y qué? Para mí es totalmente funcional.

¿Qué decir de la fotografía? 140 minutos de plano secuencia ya es en sí un tour de force de visionado obligado para cualquier cinéfilo, es una experiencia y es un ejercicio de indescriptible correctitud.

Por si fuera poco la catalana Laia Costa está excelente y deja claro que todavía tiene largo recorrido más allá de lo que nuestras puertas le pudieron ofrecer.

Sí que es verdad que la película no se entendería sin el plano secuencia, y es que sin él la película sería "una más" y -repito- subrayo la poca credibilidad que desprenden algunas partes del guión, ¿ y qué más dará? Hemos presenciado el amanecer a tiempo real en Berlín y eso, señoras y señores, ES PURO CINE.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
SergiMerchan
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