Puede parecer manida la idea de la televisión como instrumento de alienación humana pero hemos de pensar que ésta pelicula tiene ya sus años, con lo cual, es posible que fuera algo novedoso en aquel momento (y a mí la verdad es que sí me parece bastante original).
Por otra parte, es cierto que Cronenberg no fue precisamente un visionario, en el sentido de plantear ese futuro distópico dominado por la cinta VHS (el disco de vinilo seria un ejemplo de modernidad a su lado) pero puesto al servicio de la trama, que sí consigue enganchar, funciona perfectamente.
Si conseguimos abstraernos de la bruta tecnología y la estética, que en la actualidad nos puede parecer sonrojante, y quedarnos con la historia, podremos disfrutar de un film que plantea ideas cuanto menos sugerentes acerca del poder de la televisión, y de una forma concreta y sin efectismos.
Ah, y gran trabajo el de James Woods, en el papel de un personaje de los que ya no se llevan.

Dedicatoria en Spoiler

Lo de los traductores de títulos de películas es para darles de comer aparte. Por que vamos, traducir Deer Woman (simplemente, La Mujer Ciervo) como Salvaje Instinto Animal es, cuanto menos, una interpretación bastante libre. Será que se sentirán frustrados y necesitarán rienda suerta a su talento creativo. No sé, me parece que están flipadísimos, la verdad.
Bueno, en cuanto al capítulo, tengo que decir que es lo primero que veo de John Landis, y no me ha desagradado. He estado mirando, y no se si su filmografía daba para considerarlo un maestro del horror, pero en fin, quizás más adelante le dé una oportunidad a su venerado Hombre Lobo.
En Deer Woman tiene la virtud de no tomerse demasiado en serio a sí mismo, y digo virtud porque al menos es honesto y no trata de aparentar algo que no és. Cómo han dicho en otras críticas, terror produce poco, pero funciona porque sabe llevar con cierta inteligencia una premisa disparatada y darle un toque humorístico, que tiene su punto álgido en la recreación de hipotéticas escenas de asesinato por parte de la mujer ciervo.
No obstante, y aunque puede servir como banal entretenimiento, resulta dolorosamente intrascendente

Lamentablísima comedia protagonizada por el pseudo-actor Adam Sandler, quien bien merecería por esta actuación el Oscar y hasta un Goya, todos ellos obviamente, por vía rectal.
A pesar de que estuve intentando emplear el tiempo en otros menesteres más menesterosos y de que recurrí a alterar mi estado de conciencia con todo tipo de sustancias que tenía al alcance, aún degusté, más de lo que hubiera querido, ésta obra cumbre del séptimo arte, la cual encarna algunos de los valores que más detesto en una película, ésto és: guión de telefilm, personajes estúpidos y arquetípicos, sensiblería barata y una gran dosis de moralina yanki de la peor especie.
Por si eso fuera poco, hemos de aguantar al protagonista más cretino que he visto en mucho tiempo, un tipo cuya conducta y actitud ante la vida no produce en el espectador más que verguenza ajena y las ganas de verlo algún día en la portada de un nuevo remake de Holocausto Cannibal.
No es que no la recomiende, es que voy advertir a todo aquel que tenga un mínimo de decencia que salga por patas ante semejante producto y a aquellos usuarios que la han puntuado con buena nota que vayan rápidamente a un hospital porque los daños cerebrales que provoca pueden ser irreversibles.
Huir.

Mucha sorna hay en ésta película. Tan sólo hay que leer un poco entre línias para darse cuenta que no es más que una parodia interestelar del imperialismo.
No sé hasta que punto esos personajes y esos típicos líos amorosos forman parte de la crítica ya que por momentos resultan un poco insoportables, aunque es cierto que todo está visto con sentido del humor y las situaciones se ven tan ridículas a veces que si no te lo tomas como una burla te dan ganas de quitar la película.

Eso sí, ni de coña podría ser esta cosa una obra maestra de la ciencia ficción, en una cinta donde, eso sí, no faltan los acertados guiños a la serie B, los bichos y las visceras y una dosis acertada de acción. Un film que, aunque sea algo previsible garantiza, si no eres demasiado exigente, un grato entretenimiento.

Homecoming de Joe Dante es uno de los capítulos más interesantes de esta serie, de los que he visto hasta el momento. Paradójicamente, no es el más terrorífico, ni mucho menos, sino que destaca por ser un original alegato antibelicista protagonizado por zombies sufragistas.
Y no estamos hablando de una crítica sutil, que tenga que intuirse en detalles, sino que se manifiesta en cada escena, en cada dialogo y, obviamente, en los personajes. Dante se posiciona de forma clara y militante, lo cual, estemos o no de su parte, merece ser valorado.
En esta vida hay que mojarse.