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Ferrari

Drama Verano de 1957. El expiloto de carreras Enzo Ferrari está en crisis. La bancarrota acecha a la empresa que él y su esposa, Laura, construyeron de la nada diez años atrás. Su tormentoso matrimonio se encuentra en medio de una gran crisis, mientras lidian con la muerte de su hijo. En esta crucial etapa, Ferrari tomará decisiones arriesgadas apostándolo todo en una única carrera que atraviesa 1.000 millas a lo largo de toda Italia: la Mille Miglia. [+]
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Críticas 48
Críticas ordenadas por utilidad
25 de abril de 2024
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A la naturaleza solo le da vida el hombre, según él: en la medida en que existe para extraer de ella lo que necesita, la naturaleza adquiere un uso, una utilidad, una dirección. El Ferrari de Mann y Adam Driver es un ser convencido de hacia donde debe apuntar para desprenderse de todo lastre material y emocional que pese sobre él. Las losas, cuarzo granítico del pasado que integra las montañas que surcan sus pilotos, solo existen debido a que él las lleva, pero no es tan fácil obviar el pasado.

Ya sea materializado por esa compleja (por extensa) red de inseguridades y proyecciones personales que interna su relación con su mujer, su amante, su hijo Alfredo y su hijo Piero; o por las - a ratos- menos importantes problemáticas económicas de su marca, hay cosas de las que no puede olvidarse. Su pasado se encarna en el presente, rasgando el control momentáneo que podía ejercer a través de sendas visitas al cementerio. El tema, con el que los críticos no han querido tener nada que ver, delata que no es un biopic al uso: está más centrado en una cuestión puntual y un momento histórico específicos.

Que la mayoría de cosas apeladas hayan transcurrido fuera de cámara en un pasado insondable podría ser un problema si no fuera porque te crees el relato que de ello hacen sus intérpretes. Driver siempre está correcto y Penélope Cruz sorprende gratamente. En sus intercambios discursivos hay una química corrosiva que funciona tanto cuando preparan los albores de la tensión como cuando el conflicto respira aires de esperanza. No obstante, es comprensible que se denote cierta impersonalidad en su fotografía y montaje, rígido y bastante menos vistoso de lo que Mann acostumbra. Pero desde luego que no es para recibirla como han hecho los críticos.

El corazón de este Ferrari es un motor que delega la mortalidad pero acumula consecuencias. Son muchas piedras por el camino y la ausencia de dolor es la apariencia necesaria para llegar a la meta sin derrumbarse.
Prometheus27
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20 de mayo de 2024
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La película se basa en la "Mille Miglia de 1957" y su importancia crucial para la supervivencia de Ferrari, como fabricante de automóviles.
Hay que empezar comentando que para las dos horas y once minutos que dura la película, te tiene que atraer el mundo automovilismo para atraparte a la butaca, pues se centra en un momento crítico de Enzo Ferrari divo de las carreras, aunque en todo momento hay que ser consciente que no es la vida de Enzo y ni de Ferrari, por lo que queda el filme un tanto anecdotario. Existe una película documental del mismo nombre del 2017, que cuenta lo mismo pero más extensamente en las carreras Ferrari, y que sirve perfectamente como complemento, histórico.

El largometraje es un biopic que no quiere conformarse con ser una película biográfica al uso, lo cual lleva a una serie de decisiones que definen aquello en lo que acaba convirtiéndose: una mezcla con algunos ingredientes fascinantes, pero que no terminan de dar forma a un plato realmente apetecible. Dicho de forma más clara, acaba siendo menos que la suma de sus partes, dejando la sensación de que podía haber dado mucho más de sí, la dirección nunca parece tener muy claro cuál es su verdadero eje dramático.

Los actores todos están bien en general, especialmente Penélope Cruz (Laura Garello), ante el poso dramático de sus escenas. En el que si alguien en este metraje, hubiera merecido un óscar, efectivamente hubiera sido ella. En cambio, Adrián Driver (Enzo) topa con la dificultad de hacer que el espectador se emocione, con la vehemencia de Enzo Ferrari por los coches y la velocidad.
El problema es que el guion les mantiene detenidos en una furia que ni avanza ni alimenta. Su director sigue ante esto, mostrando su talón de Aquiles en su narrativa trabajo.

El final la historia termina de una forma un tanto cortante, ya que quienes han leído o visto sobre la vida de Enzo Ferrari, hubieran deseado entrar en el famoso. juicio cuestionado de la XXIV edición de la Mille Miglia.

Como también creo que desde España se hubiera agradecido, que nos hubieran mostrado quiera era el español XI Marqués de Portago, un aristocrata deportista de múltiples deportes y gran playboy de 28 años, realmente un personaje muy peculiar, que llegó a definirse “ en que cuando el dinero te aburre y las mujeres no terminan de saciarte, el riesgo se convierte como una droga”; un tipo en el que tan solo 17, ganó 5.000 dólares en una apuesta temeraria ante pasar con una avioneta, por debajo del por puente de Londres, un piloto que cobraba 40.000 dólares anuales por ser piloto de Ferrari en los cincuenta, y que escribió a su novia una nota, teniendo fallecer en la carrera. Un personaje muy cinematográfico al creo se le saca poco provecho.
elsherpa
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9 de junio de 2024
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Del director Michael Mann sobre un capítulo trascendente de la vida del piloto y empresario Enzo Ferrari. Los riesgos del automovilismo y una vida personal tumultuosa.

Por Nicolás Bianchi

A los 80 años, el director de The last of the Mohicans (1992) y Heat (1995), entre otras, toma la vida de Enzo Ferrari como tema para una película que estuvo congelada durante décadas. De hecho, el guionista Troy Kennedy Martin falleció en 2009. A su vez, el periodista Brock Yates, en cuyo libro está basado el guión, murió también hace varios años.

En cualquier caso, la historia presenta a Enzo Ferrari (Adam Driver) a mediados de los años 50. La vida del ex piloto y empresario, cuando el film comienza, es un torbellino de problemas. En primer lugar, el hombre sostiene una doble vida matrimonial, ya que está casado con Laura (Penélope Cruz), pero mantiene otro hogar en paralelo con Lina Lardi (Shailene Woodley). Con la primera atraviesa una crisis porque un año atrás falleció su hijo Dino. A su vez, con la segunda también se aproxima a un momento crítico porque el pequeño Piero, fruto de esta relación, debe tomar la confirmación. Entonces, es necesario definir su apellido (¿Lardi o Ferrari?).

Si el niño usa el apellido Ferrari, Laura se va a terminar enterando de su existencia. A propósito de esto, el matrimonio entre Enzo y Laura es presentado como una relación terminada en cuanto a lo sentimental. La muerte de Dino parece haber sido el último golpe para destruirlos como pareja. Sin embargo, comparten hogar y negocios.

Más allá de todas estas cuestiones personales, Ferrari atraviesa un momento difícil como empresario. Los números no cierran, se requieren victorias en las carreras para vender más autos y hasta se comienza a hablar de una fusión con una compañía más grande como Fiat o Ford. Esta trama comienza con el fallecimiento del piloto Castellotti (Marino Franchitti) en un entrenamiento y continúa con la contratación de Alfonso de Portago (Gabriel Leone) como reemplazo. El objetivo es ganar la Mille Miglia, las mil millas italianas por carreteras abiertas.

Como se puede ver, la película presenta múltiples tramas. Hay un hombre que sostiene dos relaciones en paralelo, una pareja en duelo por la pérdida de un hijo y un relato de estilo deportivo sobre una carrera peligrosa y difícil. Obviamente, el hilo conductor de todo esto es el personaje central, llamado commendatore por empleados, amigos y rivales. Pero estos temas funcionan más en paralelo que en sintonía. Además, la película nunca logra avanzar de manera armoniosa.

Por otra parte, hay algunas rarezas con respecto al elenco y las actuaciones. Todos los personajes centrales son italianos, pero en vez de hablar en ese idioma, se expresan en un inglés con acento. Y ni siquiera el mismo acento, porque Penelópe Cruz es española y se nota. Además, Enzo Ferrari, en este momento de su vida, es un hombre de alrededor de 55 años. Por más que lo hayan teñido de blanco, Adam Driver luce más cerca a los 40 años que tiene en la vida real que a la edad del personaje que interpreta. Por último, la película requiere, en algunas secuencias, de efectos especiales por los choques y accidentes de los automóviles durante las carreras. No están para nada bien logrados.

Por el contrario, otros aspectos, como los automóviles y el vestuario son para destacar. En definitiva, se trata de una película dispar, con momentos interesantes e historias atractivas, pero con varios problemas que opacan el resultado final.

Está en Apple TV y se estrena próximamente en Amazon Prime Video. Contacto: [email protected]
El Golo Cine
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10 de junio de 2024
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Pues sí, por algún motivo que se me escapa, Adam Driver, con esa cara de palo y ese hablar raro, ha protagonizado películas de Coppola, Ridley Scott, Leos Carax, Noah Baumbach, Jim Jarmuch, Terry Giliam, Spike Lee y Martin Scorsese. Casi nada. Todos con sus últimas películas. Todos contando con él para protagonista o coprotagonista. Uno de los últimos fue el insigne autor de 'El último mohicano' y 'Heat', que sigue en la línea de 'Blackhat' y 'Enemigos públicos', es decir, ha vuelto a realizar un producto efectista y luminoso desprovisto de alma, de entusiasmo. 'Ferrari' se ve sin agobios y sin ganas, con todo el aburrimiento del mundo. Quizás porque la historia no importa demasiado. Menos mal que está Penélope Cruz y su cara de disgusto para insuflar un poco de interés a la cosa.
Ojka
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12 de junio de 2024
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A Ferrari le falta algo, te deja frío. No ayuda un protagonista antipático, ni unos vaivenes amorosos entre la esposa y la amante que sólo poseen un interés relativo. Ni siquiera la circunstancia del hijo ilegítimo anima la cosa. Cuando asistimos a las carreras, el ritmo sube de marcha, pero hasta esos tremendos accidentes en los que los coches vuelan por los aires carecen del poder de conmoverte: parecen falsos. No comprendo al personaje, no me apasionan los asuntos empresariales, el drama personal no resulta dramático. Uno ve el film porque es Mann, porque rueda como sólo él sabe, porque esperas que la magia ocurra. Y no. Termina y queda la sensación de que te has perdido un detalle vital. ¿Dónde está la gracia del señor Ferrari?, ¿dónde nos explican su genialidad?, ¿por qué debería importarme nada relacionado con ese hombre?
Jackie Daytona
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