No conoces a Jack (TV)

Esta tv movie que podría haber pasado por una película normal y corriente, un largometraje de cine y palomitas, tiene de interesantes muchas cosas. En primer lugar el acertado guión, con unos diálogos majestuosos y llenos de efusividad. En segundo lugar, las interpretaciones, la de Al Pacino sobra hasta comentarla, parece haber llegado al rodaje y haberse puesto a improvisar sin hacer caso a ninguna directriz, porque él sabe lo que hace y sabe hacer lo que mejor sabe hacer: actuar; pero además se mete en la piel del conocido popularmente como "Doctor Muerte" y lo borda. Se come la pantalla. Los secundarios como Susan Sarandon y John Goodman, admirables como siempre, aunque la que más sorprende es Brenda Vaccaro, para mí un grato descubrimiento, con mucha fuerza en escena.
La historia aborda el tema de la eutanasia y los esfuerzos personales del doctor por conseguir que sea legal, pero yo creo que trata más de la vida del doctor, de sus tormentos y sus convicciones, que del tema polémico de la eutanasia, aunque es inevitable que nos hagamos preguntas al respecto al ver la película.
Hay alguna escena desagradable, creo que no era necesario que se nos presentaran las grabaciones de los pacientes terminales o la forma en que Jack pone fin al sufrimiento de éstos. No le he puesto más nota porque en algún momento se me hizo pesada, sobre todo las escenas referentes a los juicios y los casos de los enfermos, algunos muy explícitos, pero la recomiendo.

Existen muchas verdades en el cine, y una de esas verdades es que Al Pacino es uno de los más grandes actores de la historia, y el que diga lo contrario es un idiota que no sabe de cine. Pero también es verdad que sus últimas películas no han sido de lo mejor. Ha sido una mala racha lo que ha tenido, pero esas rachas nunca duran para siempre.

Así fue que apareció You Don't Know Jack, una película para la televisión, que relata la vida del doctor Jack Kevorkian, conocido como el Doctor Muerte. La película sólo nos cuenta lo que hizo este doctor, pero en ningún momento hace una valoración de esos hechos, deja que el espectador haga su juicio de valor, si es que esta de acuerdo o no con la muerte asistida. Y siguiendo con las verdades, también es verdad que la película es buena, una gran historia, bien dirigida y bien escrita. Hace años que no veía un Pacino tan formidable, entregándonos una actuación muy sólida, la cual le valió ganar su segundo premio Emmy. Y también es muy buena la actuación de Susan Sarandon.

Y eso que sólo estamos en presencia de una película de televisión, pero la verdad es que supera a mucha de las películas del cine que han aparecido en el último tiempo.

Película para televisión emitida por la especialista en estos lares, la HBO norteamericana, con un reparto de relumbrón. El resultado, si bien plantea cuestiones morales difíciles de afrontar llegados al caso, es demasiado tedioso y fracasa al no saber decantarse por un melodrama socio-moral o por un drama judicial. Más bien Levinson le deja plena libertad a Pacino para que despliegue a sus anchas su caracterización, la cual resulta estudiosamente exagerada. El resto del reparto cumple, pero no brilla.

La película es buena, es interesante, sobre todo en la primera parte plantea las dudas del propio médico y de sus ayudantes. Plantea la inmoralidad del tema. Plantea que quizás hay más fanatismo que caridad.

En la segunda parte ya plantea la cuestión políticamente correcta, es decir, en esta sociedad si no estás de acuerdo con la eutanasia, resulta que eres poco inteligente y fanático religioso, a pesar de que la eutanasia está prohibida en casi todos los países, a pesar del miedo lógico de que se mal utilice lo que se plantea con toda la buena intención. Sinceramente jamás estaré de acuerdo en abrir puertas a que los desalmados puedan quitar de en medio a los abuelitos, inválidos, enfermos crónicos, etc, que tanto molestan.

Sin embargo, aunque la película muestra todo esto tan políticamente correcto, también se ven otras cosas, la manipulación de los aprovechados, el dolor de los convalecientes. Como él mismo estaba más interesado en su causa que en los pacientes, era más importante hacer política que defender los intereses de los pacientes.

El Doctor Jack Kevorkian (Al Pacino) siempre fue un firme partidario de aplicar la eutanasia a los pacientes que lo requerían. Durante la década de los noventa la aplicó ciento treinta pacientes. ¿Homicidio o asesinato? El dilema moral sobre un tema tasn delicado como el derecho a morir dignamente se fue estrechando hasta el extremo de que él debía ser el hombre juzgado y no su polémico planteamiento.

Barry Levinson (Good Morning Vietnam) realizó éste largo telefilm para la cadena televisiva HBO para lucimiento de su actor principal, Al Pacino, caracterizado como el anciano y jubilado “Doctor Muerte” y su activa lucha por defender la eutanasia en el Estado de Michigan. Condicionado, eso sí, por las políticas conservadoras y la religión. Con la ayuda de su hermana Margo (Brenda Vaccaro), un ortopedista (John Goodman), una doctora (Susan Sarandon) y el abogado que lo asesorará legalmente (Danny Huston), Jack y su “maquina de la misericordia” ayudarán a poner fin a tanto sufrimiento siguiendo sus códigos éticos como médico y sin afán de lucro. Su popularidad se extenderá hasta ser portada en la revista “Time”, provocando la alarma entre sus enemigos, dispuestos a llevarlo a juicio.

El film está planteado como la historia de un hombre que acaba solo contra el mundo, y sin los recursos necesarios para poder defenderse. Presentado como un hombre de buen corazón, la “sociedad moral” lo convierte en un vil asesino cuando un hombre de fuertes convicciones y de buen corazón, dado que se trata de un personaje clemente y bondadoso, lucha para tirar adelante su carrera.

Junto con “Algo pasa en Hollywood” (What Just Happened, 2008), donde Robert de Niro interpretaba al productor Art Linson, Barry Levinson nos muestra la cara, más sincera como reaccionaria, de un norteamericano común (Kevorkian existió falleciendo en junio de 2011 a la edad de 83 años) que se enfrenta su destino.