Hermosa juventud

Un retrato, llevado al extremo en varios momentos, de la situación actual que viven los jóvenes españoles, unos más trabajadores que otros, pero todos sufriendo las consecuencias de la situación económica actual o de su propio pasotismo y dejadez. Las interpretaciones de sus dos protagonistas, desbordan naturalidad y resultan creíbles durante toda la película, aunque la historia contiene ciertos acontecimientos que le quitan realismo al conjunto. Con una puesta en escena sencilla y directa, al final lo más importante es que consigue transmitir un mensaje claro, duro y realmente desalentador.

Más mini críticas en cinedepatio.com.

Jaime Rosales rebaja un poco su vertiente experimental para relatarnos una historia necesaria sobre la juventud de este país, sobre su desilusión y sus brillos de esperanzas, con total realismo y verdad.

La película más cercana con la situación de nuestros tiempos de este año, una película realista, conmovedora y que necesita de la entrega emocional del espectador, algo no difícil ante la cercanía del relato y la entrega verdadera de estos actores no profesionales, destacando la maravillosa Ingrid García Jonsson, actriz a la que le puede esperar un futuro prometedor.

Aún así, Rosales no deja de lado su vertiente más experimental con las formas, tratándonos secuencias a partir de conversaciones por chat del móbil o por cámaras web reforzando el retrato sobre la actualidad juvenil.

Una juventud luminosa, hermosa como el título nos dice; abocada a un halo de desilusión permanente y a salir adelante por sus sacrificios, dejando el relato también un pequeño halo esperanzador para todos los jóvenes que luchan y hacen lo que sean para salir adelante. Una película necesaria y ejemplar en su valor para la actualidad social.

Muy conseguidos los momentos móvil/multimedia en general. Una manera adaptada a los tiempos y al contexto de los protagonistas para meter unas elipsis y explicar unos meses del desarrollo del argumento en unos segundos. Como el cambio de formato durante lo de Torbe y el productor alemán. Por momentos parece estar viendo un capítulo de 'Callejeros' o '21 días con Samantha'. Aunque a ratos se vuelve tediosa también consigue alguna sonrisa cómplice contagiado por la naturalidad de la pareja. La última escena es un bajonazo total después de unos minutos muy tiernos.

Parece evidente que lo más atractivo de las películas de Jaime Rosales es la singularidad como estas están ejecutadas tanto en fondo como en forma. Es por ello que después de que a “Hermosa juventud” se le otorgue el título de su película más convencional y tras ver sus primeras escenas uno no puede evitar cierta sensación de desencanto. Por suerte, el aroma a impostado se va diluyendo a medida que la película va avanzando y sus diálogos y situaciones empiezan a respirar veracidad. Tanta, que podría decirse que esta película es como asomarte por la ventana o espiar a tus vecinos a través de un agujero en la pared. Así pues, podría hablarse de “Hermosa juventud” como del anti-cine, en la medida que la película no ofrece ningún tipo de evasión. Al contrario, todos los problemas cotidianos del día a día, de nuestro tiempo, se ven reflejados en una historia tan cercana que cuesta incluso advertir la crueldad que lleva consigo. Y paradójicamente, los tímidos intentos de Rosales de dotar a la película de alguna subtrama que la pueda hacer más llevadera, más cinematográfica por decirlo de algún modo, acaban chirriando en el conjunto global. El episodio pornográfico y el de la extorsión se muestran como añadidos prescindibles que distorsionan el tono pseudodocumental que preside la cinta de principio a fin. Más acertado está sin embargo en el uso como recurso narrativo de las nuevas tecnologías, algo que parece imponerse como moda con películas como “10.000 km.”, también en cartel y con la que comparte más de un parecido. Un cine en ambos casos útil para entender un presente del que es necesario dejar testimonio.

Lo mejor: la pelea en la estación.

Lo peor: la trama de los matones.

Estamos ante un film necesario con un fuerte contenido social de lo que hoy en día estamos viviendo los jóvenes debido a esta crisis que llevamos arrastrando ya muchos años. Es de obligado visionado para futuras generaciones, poder enseñarles a hijos y sobrinos la mala situación que nos tocó vivir a la llamada "generación perdida". No solo es duro para aquellos jóvenes que hemos estudiado y no encontramos trabajo en España, muchos de ellos obligados a dejar el país para labrarse un futuro mejor, sino que afecta a toda la juventud en general: los que han estudiado y los que no. En esta película vemos el caso de dos veinteañeros que no tienen estudios, que sus familias no tienen dinero y todo ello se ve agravado por el repentino y no deseado embarazo de la chica. Casos como éste se dan a diario en nuestro país.
La película es dura,pero no abusa de sentimentalismos. Lo mejor es el realismo y la naturalidad de los diálogos, que parecen improvisados en todo momento. Lenguaje sencillo, de la calle e interpretaciones verosímiles, sorprendente sobre todo la de Ingrid García Jonsson, un diamante en bruto.
En algún punto te sentirás inevitablemente identificado, ya no solo con esos jóvenes, sino con sus amigos o familiares, porque la crisis la sufren todos.
Jaime Rosales es un director que me gusta bastante. Me sorprendió "La soledad" y ahora lo ha vuelto a hacer con esta "Hermosa juventud": hermosos planos, hermosas miradas, hermosas imágenes a través de recursos tan modernos como el whatsapp o el skype (aunque de esto "10.000km" también tiene lo suyo). No se merecía su ausencia en los premios goya, una única nominación para mí no era suficiente.