El retorno del hombre lobo

Esta película obtuvo un impresionante éxito en el reproductor de DVD de su propio autor. Fuera de aquí sólo gusta a sus amiguetes y a nadie más.
Se estrenó en Barcelona, un cine de Las Ramblas, y era el acabose con el público desternillándose de risa por la torpeza de sus imágenes.
Suele decirse que el cine fantástico presenta el conflicto entre el mundo real y el mundo imaginario de los seres de las tinieblas. Si el primero no es creíble, el segundo cae en el ridículo.
Su autor jamás ha rodado una buena película, ni siquiera una película mínimamente aceptable porque es incapaz de escribir un guión creíble y al enfrentarse ambos mundos la película fracasa porque nadie se la cree.
Su única intención es halagar su ego, su narcisismo impenitente. Naturalmente la taquilla le dio la espalda y ni siquiera se pudo estrenar en Madrid.