¿Y tú quién eres?

La última producción de Mercero, posee pocos de los ingredientes del recordado director, que falleció el pasado Mayo aquejado del mismo mal de Alzheimer que aquí se relata.

Es un trabajo sencillo, simple y alejado de lo que cabría esperar de Mercero, un trabajo menor, donde el tratamiento de una enfermedad demoniaca se construye sin fuerza y menos hondura. Los personajes son estereotipos, pese a que la intención fuese otra.
Siempre recordaremos con afecto al director de Farmacia de Guardia, o la inolvidable Verano Azul.

Me gustaría hacer una reflexión acerca de la película de Antonio mercero. Soy una persona entregada a este mundo desde hace años, mi día a día son los enfermos de alzheimer, fui a verla para ver sinceramente con que me encontraba, lo cierto es que no deje de llorar en todo el film , quizás porque en algunos aspectos lo vivo diariamente y quizás en otros por no reflejarse del todo con la realidad. Supongo que para los que conocemos este mundo es fácil hacer críticas a don Antonio mercero, pero la pregunta es la siguiente no debemos olvidar nunca que la realidad supera la ficción.
Hablamos de una Residencia situada en la Moraleja, gente de pasta que no tiene ningún problema en pagar más de tres mil euros al mes con tal de quitarse el muerto de encima para que ellos puedan pasar unas buena vacaciones en el mejor hotel de San Sebastian y contamos con la ignorancia de una familia en la que un sólo integrante de éste tiene corazón y el resto sólo se mueve por dinero y por el que dirán, si señores, estas cosas ocurren y peores, pero no tendría papel suficiente. Por qué mercero no se ha ido a una residencia de la comunidad de madrid, o quizás otra y ha visto la cruda realidad, ojala todos mis abuelos tuvieran una auxiliar para ellos sólos, madre mía. Ciertos aspectos quiero destacar como la primera entrevista con el médico, la cuál me pareció vergonzosa, ya que nunca debe estar la auxiliar presente, en la que es una mera entrevista rápida en la que se dan pinceladas para no angustiar al mayor, deben saber que el resto lo realiza el equipo de terapeutas ocupacionales, esos gran desconocidos y de los que formo parte, esos fisios, trabajadores sociales, psicólogos, etc........
Quiero felicitar a Jose Luis López Vázquez , Manuel Alexandre, y Cristina Brondo con la cuál me siento bastante identificada, su interpretación es extraordinaria.
Podría hacer más críticas, pero nunca olvidar que el sentido del humor es fundamental, ya que los que trabajamos en esto necesitamos hacer uso de los que consideramos mecanismos de defensa. Jamás podrá plasmarse lo que nuestros mayores pueden sentir y padecer cuando de repente se olvidan de lo que han sido, de lo que han luchado durante toda su vida y en lo que se han convertido, esa es la verdadera cuestión. Felicito a antonio mercero a pesar de que habría cosas que mejorar, pero nadie es perfecto.

Porque el estilo visual es de teleserie corta de presupuesto.

Porque el humor es fallido.

Porque los diálogos pecan de falsos, obvios e ingenuos.

Porque el guión se sustenta en una historia que habría sido mejor explotada en un cortometraje.

Porque el ternurismo almibarado, las buenas intenciones, las interpretaciones acartonadas, la narración de estilo desfasado y los momentos lacrimógenos que lo empantanan todo (no muy alejados de Garci, por cierrto) son vergonzantes...

Etcétera.

Lo único que destacaría es a Alexandre, que lidia con un persoanej inane y escrito con simplicidad.

Mi veredicto: material para ser emitido por Antena 3 en la sobremesa de un domingo.

De acuerdo: está llena de lugares comunes, hay ciertos diálogos de vergüenza ajena, la relación sentimental entre dos de los personajes sobraba totalmente, está llena de propaganda fuera de lugar hacia ciertos productos y lugares... pero... supongo que será que me ha pillado en un día flojo, que me he acordado de mi abuelo, que hace cinco días sólo que murió López Vázquez, o que Manolito Alexandre es capaz de hacer que te emociones como pocos actores lo hacen... el caso es que me ha gustado bastante, y hasta me han dado ganas de llorar más de una y más de dos veces.

Que sí, que el cine español es flojo: por supuesto que sí. Pero la verdad, últimamente me identifico más con las ñoñeces anacrónicas de Garci y Mercero que con los cansinos cineastas adictos al régimen de las subvenciones...

Lo que más me sorprende es que tiene un cinco de nota media... no lo entiendo, o se han metido a votar todos los familiares y amigos de los que han participado en esta "cosa" o hay tongo, una de dos.
Es una película vergonzosa donde el guión no es ni digno de un chaval de instituto y donde la tercera edad no está retratada desde el respeto ya que no se habla de chocheos propios de los viejos sino que ese nivel lo abandonan para descender hasta tratarlos como mongolos. Es vergonzosa. Creo que nunca un adjetivo estuvo tan bien empleado como en este caso.
Como he dicho el guión es de una calidad ínfima, con diálogos propios de niños chicos que juegan a ser mayores, pero lo rematan los actores. No hay naturalidad ni una pizca de inteligencia y todos hablan como si fueran a dar un discurso ante una gran audiencia. Lo malo es que encima, lo que dicen son tonterias. Manuel Alexandre y José Luis López Vázquez son lo único mínimamente decente de la película, pero no por sus personajes, sino porque los pobrecillos, con lo que tienen actúan hasta bien. Eso no es digno de mención, es digno de hacerles una estatua y ponerles una calle en el centro de Madrid. Pero vamos, que sus personajes no son la monda tampoco.
La guinda del pastel es el patrocinio. Ole, ole y olé. Supuestamente la publicidad en el cine está muy perseguida y hay que emplazar los productos de una forma muy natural y sutil. Aquí eso se lo pasan por el forro. Pfizer es un laboratorio farmacéutico que pone dinero para la producción y se exhibe tan dignamente mientras en la historia deja caer sus productos. Ese es el más descarado porque como he leido en otra crítica hay un montón de cosas más. Jaja, si es que te tienes que reir cuando oyes: "Estamos en la ciudad más bonita del mundo (pausa significativa). En San Sebastián". Que no dudo que sea preciosa pero no se puede poner de esa manera por dios, un poco de seriedad.
Lo que más pena me da son los viejos, pobrecillos, cómo los tratan, como si fueran tontos, cuando ya se sabe que más sabe el diablo por viejo que por pellejo. Encima, lo que es la explicación de la enfermedad es tan débil y cogida por alfileres que no merece el haber hecho una película.