Lecciones de amor

Fred Schepisi intenta dar realce a un boy-meets-girl entre profesores maduros con una serie de consideraciones psicológico-artísticas sobre la comunicación mediante imágenes y la comunicación mediante palabras, escenificando además una estrafalaria competición escolar entre ambas opciones. Más allá de la eterna historia de amor, lo que queda retratado y de una manera más apologética que crítica, es un mundo ultracompetitivo y ultrapragmático donde todo individuo está obligado a autoexprimirse física y psicológicamente para estar en disposición de colocar sobre la mesa del mercado, cuanto antes y cuanto más mejor, cualquier producto traficable, incluyendo cuadros y poemas, y donde todo experto sabe perfectamente en cada momento si algo tiene o no calidad y si alguien tiene o no tiene talento y puede decir perfectamente qué es y no valorable y qué es y no es una pérdida de tiempo; un mundo donde, hasta en las actividades más supuestamente nobles, comunicarse es vender y es triunfar, sin opción para mayores debates. Juliette Binoche interpreta a la profesora de arte, renqueante por sus reumatismos, que busca volver a pintar algo importante mientras da clases, y Clive Owen al profesor de literatura extravagante y alcohólico, que roba un buen poema a su propio hijo para volver a obtener el reconocimiento de alumnos y profesores y disipar la amenaza de despido que pesa sobre él. El ñoño título español es sin duda más sincero que el original.

Si la polémica palabras versus imágenes fuera solo un McGuffin que luego se olvida, esta película sería pasable gracias a los dos protagonistas, que son bastante más creíbles que su polémica, y porque llegan al amor a base de darse caña mutuamente sin falsos paripes románticos. Pero lo malo es que la tonta polémica ocupa buena parte de la película para concluir en una síntesis final rellena de citas pedantes y digna de Barrio Sesamo: "separaaaados estaaaaan bieeeeen peroooo juntoooooos muchoooooo mejooooor".

Me emociono esta película en la manera que, hacer ver como la expresión del arte es importante, sea de la manera que sea en cada uno de nosotros, sea en palabras, pintura, teatro o cualquier variante del arte, habla siempre de la humanidad del ser. Me pareció maravillosa, también, la manera de motivar a los estudiantes, tengan la edad que tengan, animarlos a ser curiosos, a investigar y a crear mas allá de los cánones establecidos.

Quiero dejar aquí mi regalo en palabras:

"Cuando te quedes sin palabras, para escribir
cuando te quedes sin imágenes para imaginar
escucha música y veras renacer nuevas palabras
y nuevas imágenes en tu alma
y ya estarás creando mas.
Rosa Galitó

Más allá de las críticas que leo aquí de distintos medios, en España al menos el cine norteamericano actual es culturalmente insoportable. Este film hace excepción. Los reparos en este caso deben ser irrelevantes. En conjunto me parece un film notable.

Al ver la película, en muchos momentos me imagine que estaba viendo pintar a la pintura mexicana Frida Khalo, ya que Frida tuvo impedimentos físicos por varios accidentes que tuvo en su vida, cuando pinta Juliette, amarrada y volando, me imagine que Frida era similar la forma en que pintaba, creo que Clive Owen no le funciono muy bien el personaje cualquier otro actor lo hubiera hecho mejor pero me gusto mucho la actuación de Juliette Binoche. puntuación sobre 6