De tal astilla... tal palo

De tal astilla tal palo de Rod Daniel es una comedia de cine familiar basado en un padre y un hijo bien distintos que cambian de cuerpo por accidente gracias a un suero que intercambia los cerebros. Dirigida con un ritmo vigoroso y con un estilo jovial que no se toma muchas complicaciones, es una obra dirigida al público más joven, ya que es una cinta simpática aunque no es un film destacable fílmicamente hablando, pero si en algunos detalles divertidos que serán recordados por las generaciones que la vieron en su momento, concluyendo un film que fue muy visto en los 80 y en los 90 y deja simpáticas vibraciones tras su visionado.
La fotografía es lumínica y evocadora al lugar gracias a unas imágenes agraciadas y otras bellas en paisajes que logran una labor competente repleta de detalles estéticamente idóneos para lo que ofrece el film. La música es turbadora e intrigante por un lado y rítmica y ochentera por otro, variando sus sonidos de sensuales e insinuantes por un lado y arrolladores por otro en un curioso y estimulante acompañamiento musical. Los planos y movimientos de cámara consuman una labor técnica apropiada a través del uso de la cámara en mano, seguimiento, aéreos, reconocimiento, avanti, subjetivos, retroceso, circulares, grúas, plano-contraplanos y steadycam.
Las actuaciones son aceptables y cumplidoras en lo que ofrecen. Como protagonistas Dudley Moore está apropiado en su papel de padre y de hijo y Kirk Cameron está convincente en la misma labor, siendo decentes los acompañamientos de Margaret Colin, Catherine Hicks, Sean Astin y Patrick O´Neal. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones informales y típicos de jóvenes por un lado y más clásicos en los adultos en una buena labor que te transporta a los 80.
El guion, escrito por Lorne Cameron, Steven L. Bloom y David Hoselton, es divertido y original en lo que ofrece pero no llega a ser un film respetable, sino más bien una comedia indicada para los más jóvenes y menos exigentes que quieren tan solo entretenimiento y jovialidad en lo que ofrece, finalizando así uno de los films destacables de su género en los años 80 que será recordado por quienes lo vieron en su momento años después. Esto se lleva a cabo con una narrativa juvenil o más formal según el personaje, pasando de insinuante e insidiosa a sencilla y disparatada en una simpática labor. Cabe señalar también, el montaje lineal y acompasado que entretiene y exprime historia en poco más de 90 minutos.
En definitiva, la considero un film inolvidable de los 80 en sus géneros que será del agrado de los más jóvenes por su trama fresca y juveniles interpretaciones que gustarán a toda la familia, ya que sin ser un buen film se recuerda incluso años después de su visionado. Algo recomendable por sus simpáticas actuaciones, música ochentera, montaje, movimientos de cámara y diálogos que hacen de De tal palo tal astilla, un film ameno y con una historia curiosa y divertida en su interior.