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Cien mil dólares al sol

Aventuras. Acción. Comedia Sur de Marruecos. El propietario de una empresa de transportes contrata a un nuevo conductor para transportar un misterioso cargamento en un magnífico tráiler recién comprado. Uno de los empleados roba el vehículo con el fin de vender la carga en su propio beneficio. El mejor conductor de la compañía y el recién contratado vivirán una auténtica odisea persiguiendo al ladrón a través del Atlas marroquí. (FILMAFFINITY)
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Críticas 7
Críticas ordenadas por utilidad
13 de octubre de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Cien mil dólares al sol" es un film muy curioso, en tanto que es un largometraje de aventuras en el desierto del Sahara que a su vez es una película de carretera o "road-movie", que al mismo tiempo es una película de camioneros, y que además remite al género del Oeste, al "western" del cine de Hollywood. Los diálogos de Michel Audiard llevan a la acción a menudo a lo cómico, dando a la historia una gran vivacidad, a lo que hay que añadir la espectacularidad de los escenarios desérticos, que sitúan la acción en una imaginaria África del Norte, con países imaginarios como Hijjar. Lino Ventura, Jean-Paul Belmondo y Bernard Blier bordan sus papeles.
Pedro Triguero_Lizana
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12 de diciembre de 2021
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415/08(10/12/21) Entretenidillo film francés dirigido por Henri Verneuil, con guión (con algunos buenos diálogos) propio junto a Marcel Jullian (“La gran juerga”), y Michel Audiard (“Arresto preventivo”), adaptando la novela de Claude Veillot “No iremos a Nigeria” de 1962. En lo que es claramente un pseudo-western cruzado con una road-movie, con escenario desértico (en este caso la África del Norte en países ficticios como Hiijar), camiones en vez de caballos (el inicio donde se escucha lo que parecen ser cascos de caballo galopando, y luego vemos son ruedas de camión), tipos con sombrero, una gran pelea de bar, un botín de recompensa, y un duelo final. Remite también al gran éxito de H.G. Clouzot “El salario del miedo” de 1953, donde camiones realizan un peligroso viaje contrarreloj por hostiles carreteras cargados de nitroglicerina. Esta es una cinta que solo está para amenizarte un rato, donde la profundidad d en sus temas y de sus personajes es de enorme ligereza en todo, trata sobre la avaricia y la venganza, pero en niveles low-cost, y los personajes son meros clichés que solo son atractivos por estar encarnados en su pareja protagónica por dos carismáticos intérpretes como el galo Jean-Paul Belmondo y el transalpino Lino Ventura, en dos roles de enemigos-antiguos amigos, dos egos colisionando en un juego del gato y el ratón.

En un lugar del sur de Marruecos y del Sahara español a principios de la década de 1960, Castagliano (grande el germano Gert Fröbe, en un que desborda la pantalla con su fuerza y energía en el papel de jefe déspota y tiránico) que es un patrón con métodos cuestionables y apodado "la Remolacha" por su diabetes, dirige con mano de hierro una empresa de transporte por carretera. Contrata a John Steiner (buena labor de Reginald Kernan), un camionero “mexicano” supuestamente nacido en Saltillo para conducir un vehículo a estrenar articulado Berliet GBC8 por 2,000 km al sur, fletado con una misteriosa carga (el McGuffin), con un valor declarado de 100.000 dólares, dirección Moussorah. Durante una conversación telefónica entre Castagliano y su cliente, nos enteramos de que contrató a Steiner el día anterior para que sepa lo menos posible sobre este camión. Este tractor-remolque despierta los celos de todos los conductores experimentados, pero la carga solo atrae la lujuria de Rocco (Jean-Paul Belmondo, en un papel prototípico suyo de cínico mujeriego, tan pícaro como simpátrico), siendo considerado un excelente camionero. Durante una velada de borrachera entre conductores, este último consigue engañar a Steiner y marcharse en su lugar al amanecer al volante del Berliet; al salir de la ciudad recoge a una joven, apodada "Pepa" (poco más que bello florero Andréa Parisy). Al darse cuenta de este plan demasiado tarde, Castagliano envía a Steiner y Ali, el mecánico cómplice a pesar de sí mismo, al engaño, luego lanza a Hervé Marec (Lino Ventura, en un rol típico suyo que tan bien encarnaba de tipo serio y decidido, seguro de sí mismo) llamado "el Redneck" en busca de Rocco, a cambio de una prima sustancial.

Los caracteres son ágilmente reflejados en un grácil arranque en una noche de borrachera por la ciudad de varios camioneros, para luego involucrarnos en una aventura por el Sahara con carreteras infinitas, carreras, accidentes, peleas, pero siempre en un tono distendido, donde la intensidad es escasa, y donde prima el sentido del humor (el cuasi running gag de ser rescatado un camión hasta tres veces por el mismo, este un estupendo Bernard Blier) y la testosterona. Donde la historia es directa, sencilla, siempre hacia adelante, no se complica, una mera excusa para una persecución (donde la carga nunca sabremos lo que es, y no nos importa), donde los escollos y paradas actúan cual videojuego de pantalla a superar, solo va a ser un producto pasarratos. Se le puede achacar que dos horas se terminan haciendo estiradas para lo que se cuenta, y teniendo no muchos momentos de acción (una pelea en un bar, el gran tramo que es la persecución por la carretera de montaña a Ouarzazate [rodada con sentido del ritmo trepidante, con una vibrante labor de edición de Claude Durand], y el duelo final), teniendo mucho relleno que se podría haber liposuccionado para haber dado más empaque y solidez, como por ejemplo el tramo que van al país que no quería uno de los protagonistas (Cherfa, es en realidad Nigeria). Detentando, eso sí, una grácil fotografía Marcel Grignon (“Arde Paris?”) en gran formato, que da vigor al arco de la película, rebosante de luminosidad que impregna al espectador de sudor, otorgando realismo a los lugares de paso, sus bares, talleres, pueblos, y por supuesto el desierto marroquí, con protagonismo para la turbadora ciudad de Ouarzazate (que se ve de fondo), ello con dramáticas profundidades de campo, esto sobre todo en el duelo final. Todo para desembocar en un final acomodaticio, al nivel escapista del resto de la cinta.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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