Your Honor (Serie de TV)

Aún no comprendo cómo pude ver esta serie y cómo pude acabarla. Aunque su primer episodio prometía, su guión es pésimo e irrisorio, sobre todo porque comete el pecado habitual de las series contemporáneas de hoy en día y que están tan de moda: que alargan el chicle hasta la extenuación, transformándose en algo insoportable y poco creíble. Pues eso le ocurre a esta historia. Le sobran capítulos y horas por todos lados. Todo esto se puede contar perfectamente en setenta u ochenta minutos máximo. Lo único destacable es la actuación del gran Bryan Cranston, que mantiene el tipo como puede. Por contra, la actuación de Michael Stuhlbarg es lamentable: su sobreactuación resulta cómica e insufrible. Una auténtica pérdida de tiempo. Lástima porque el planteamiento inicial era bueno.

Si ya en la primera temporada había muchas lagunas de guion y de ritmo televisivo, el haberla alargado todavía más con otros diez episodios no ha hecho nada por mejorar esta serie.
Yo le di un notable a la primera entrega porque planteaba disyuntivas éticas muy interesantes, estaba bien interpretada y dirigida y era algo más de lo que nos tiene acostumbrados la industria americana, pero esta segunda parte es soporífera, da muchas vueltas a lo mismo sin añadir nada nuevo e incorpora personajes que tampoco mejoran el guion y aportan poco a la trama.
Por eso a esta temporada le doy un 5.

Es una serie muy buena, discrepo con los comentarios que dice que tiene altibajos, desde el primer episodio te mantiene expectante y pienso que no hay episodios de relleno, están muy bien todos los actores por supuesto destacando al gran B, Cranston y al que hace de "malo" M. Stuhlbarg, las localizaciones, las imágenes todo refleja que se trata de una serie de nivel. Por supuesto que la recomendaría, de las mejores series que vi ultimarte, al nivel de Seven Seconds o the Night of,

Qué buen primer capítulo y qué regulares y mejorables son los restantes.

Empecé a verla por Bryan Cranston, el inolvidable Walter White de Breaking Bad, mi serie favorita. Tenía muchas ganas y la serie tenía muy buena pinta, así que esperé a que estuviera completa en Movistar y me la tragué del tirón, sobretodo porque ese primer gran episodio te deja con muchas ganas de más gracias a su ritmo acelerado y su buen hacer.

Buenos personajes (excepto el actor que hace de hijo de Cranston, lo siento, pero no pude con él), un suceso que desencadenará en consecuencias devastadoras para dos familias y una banda sonora brutal.

Hasta aquí. Luego la serie va en picado hasta estrellarse. No puedo creer que el guion sea tan mediocre. Me explico. Hay algunas subtramas (como en el caso de la mujer del juez) que no sólo no aportan nada, sino que ni siquiera se molestan en desarrollar y mucho menos en resolver.

Los acontecimientos van sucediéndose por arte de magia o por casualidad (véase el ejemplo del cementerio y el vagabundo), sí, de esas casualidades que no se está creyendo ni el propio guionista cuando las está escribiendo. Así que al principio te tragas un sapo y piensas que es ficción, que alguna licencia se habrán tomado, pero al quinto o sexto sapo te empiezan a entrar náuseas y ya solo quieres que termine para no atragantarte más. El final, para mí, es ridículo.

Decepcionante. Es como pasar de jugar en la primera liga a estar en tercera o cuarta categoría. Ahora Bryan está jugando en un equipo local, espero que vuelva pronto a la primera división.

... pero apenas un capítulo (el primero) resulta interesante. Sin embargo ese piloto no pasa de ser la bienvenida a un castillo de naipes que se cae por si solo. El argumento podría haber funcionado, sí, pero al final todo se diluye en un quiero y no puedo, que ni es drama judicial, ni drama carcelario, ni drama en sí mismo. Además, no desaprovecha la oportunidad de recordarnos lo malos que somos los blancos, y todas las perrerías que les hacemos a los negros (sobre todo a los pobres). Los comentarios de la hija del mafioso comparando el cristianismo y el islam, fueron los que definitivamente me hicieron abandonar este truño. Puedo ver una serie mala, pero que encima me estén intentando aleccionar... por ahí ya no.