Golpes del destino

Con esta película, el afamado Clint Eastwood quiso aportar su granito de arena sobre el polémico tema de la eutanasia y la verdad, es que lo hizo con muy buen gusto y la maestría de la que ha hecho gala, en casi todos sus trabajos como director.
"Million Dollar Baby" es por encima de todo una gran película, que huye de tanto fuego fatuo y artificios, como le suele gustar al cine americano; ofreciéndonos una historia, en la que destacan mayormente sus personajes. Las interpretaciones del señor Eastwood, Hilary Swank y Morgan Freeman son memorables y con su única presencia, ya le dan sentido a toda la cinta.
La película se basa principalmente en los diálogos y a través de ellos, vamos descubriendo todo su universo, toda su trama, hasta llevarnos hasta el desenlace final, el cual si lo piensan, no podía ser otro.
Porque ésa es la enseñanza que nos deja "Million Dollar Baby", a veces nos sentimos atrapados por una serie de acontecimientos, que nos arrastran sin remedio a acciones difíciles, a comportamientos comprometidos, que hacen que saquemos lo mejor de nosotros mismos.
Para mí, la decisión que toma Frankie es un acto de amor, ya que en el fondo de su ser, sabe que es la única salida posible y lo mejor para todos. Nadie nos dijo que la vida iba a ser fácil y por eso a veces, estos puñetazos a lo políticamente correcto y a la demagogia, nos ayudan a no perder el rumbo y a que hagamos, lo que se espera de nosotros.
Yo de ustedes, no me la perdería, así que pongan en marcha su DVD y que la disfruten, teniendo en cuenta de que si se les escapa alguna lágrima, nadie podrá acusarles de blandos.

"Es la magia de arriesgarlo todo por un sueño en el que sólo crees tú".
Esta frase, de las que cortan la respiración y quedan para la historia del cine, resume en parte lo que es esta gran película.
El miedo a asumir riesgos del personaje que encarna magistralmente Eastwood choca con el entusiasmo incombustible de Swank que, pese a tenerlo todo en su contra -edad, ser mujer, poco dinero- intentará conseguir su sueño de triunfar en el mundo del boxeo arriesgándolo todo, incluso su salud, por hacerlo realidad.
Cuando se gana algo siempre se pierde otra cosa a cambio. Es la importancia que damos a la pérdida lo que nos acaba amargando.
"El único pecado es no atreverse" escribió Oscar Wilde construyendo otra de esas frases que se recuerdan siempre. Maggie Fitzgerald (Hilary Swank) se atreve; y a partir de ahí Eastwood construye una de las mejores películas de todos los tiempos.
Imprescindible.

Estoy de acuerdo con varias de las críticas aqui halladas en lo referente a la sensiblería y lo difícil que resulta creerse algunas escenas, algunos comportamientos en la gran Million dollar Baby. Como la desfachatez de la familia a la hora de obligar a firmar ese papelito. Aunque sin duda existe ese tipo de gente en la América profunda, lo sabemos, lo vemos cada dos por tres, si es cierto que choca. Cuesta creer que te cueles en un hospital de esa manera cargado de jeringas ..., bla bla bla, en fin. Pero no me importa, no me importa nada de esto, me lo trago todo.
Me lo trago porque existe en mi una admiración casi total por el hombre que me cuenta la historia, el mismo que desde mis primeros años me motivaba para colgarme dos pistolas de restallones y pegar tiros a las vecinas en el portal. El mismo que me hace llorar cada vez que vuelvo a ver Los puentes de Madison. Porque tambien a mi me hubiera gustado entrar en ese cuchitril cuyo dueño adorna con los cadaveres de nuestros amigos, y vengar la afrenta con toda la pólvora del infierno. Podría eternizarme escribiendo.
Todos tragamos con nuestros seres queridos, resulta muy difícil ser imparcial con la gente querida, por este motivo, las pelis de Clint son casi siempre de 10, y pido disculpas a aquellos que pueda ofender. Saludos majetes.

Estamos ante una nueva buena película del ya director de culto Clint Eastwood.

Las virtudes de la película se centran en la descripción unos personajes perdedores (los perdedores son los más interesantes y los que dan más de sí), el tempo de la película y el magnífico cambio argumental que adopta a mediados del metraje.

Ahora bien, creo que también tiene defectos y ha sido una película, en general, sobrevalorada por público y crítica y para nada considero que sea una obra maestra, ni siquiera de las mejores de la década, y me explico:

La primera parte de la película, aunque muy bien llevada y narrada, no deja de ser la típica película de superación personal por parte de un personaje que sale de la nada y llega hasta las más altas cotas a base de esfuerzo y trabajo.

La familia del personaje central es muy mala, terriblemente mala, en especial su madre y los personajes de Clint Eastwood y Morgan Freeman, que para mi son lo mejor de la película, tampoco están completamente exentos de ser tópicos y bastante vistos con anterioridad.

La segunda parte del film me parece correctamente cuidada y bastante valiente en su planteamiento, aunque en ciertos momentos se percibe un cierto aire de empalague.

Finalmente, quiero destacar el buen sabor de boca que deja el final de la película, en especial la última escena, cosa que, a mi enteder no hace que el conjunto supere obras anteriores de Eastwood como Mystic River o Sin Perdón.

Y allí está mi viejo amigo Clint, vestido con una bata blanca de cirujano, esbozando una cómplice sonrisa en su rostro. Me invita a tomar asiento en una camilla perfectamente dispuesta para la ocasión. Me pregunta que si estoy absolutamente seguro de querer hacerlo. "Pues claro que si tío".

Me obliga a tumbarme en la camilla, y entonces coge un bisturí, me abre en canal como un maldito cerdo desgajado en un matadero, mete la mano dentro y me arranca el corazón de cuajo. Sin quitarse esa maldita sonrisa de perro viejo de la boca, arroja el corazón a la mesa, coge un martillo y lo empieza a aporrear salvajemente, destrozándolo por completo.

Y el muy cabronazo coge lo poco que queda de mi pobre corazón, me lo vuelve a colocar adentro, me cose el pecho, me levanta de la camilla y me obliga a ponerme de pie. Y aún tiene la indecencia de dedicarme unas últimas palabras...:

(sigue en spoiler)
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Clint Eastwood logró crear con esta película uno de los más brutales y devastadores retratos de la condición humana, tanto que tan solo pasados 3 años desde su estreno ya figura entre las grandes de las más grandes.

El sueño americano (y el nuestro también) no aparece aquí más que como una triste colección de sueños rotos y esperanzas frustradas, de auténticos héroes de lo cotidiano que se esfuerzan por sobrevivir a diario en este puto mundo, sin perder nunca la dignidad.

La gran tragedia humana resumida en dos horas de espectacular y purísimo CINE, del que cala hasta los mismísimos huesos.

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