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Sólo los ángeles tienen alas

Drama. Romance. Aventuras En un país sudamericano situado en los Andes, mientras Geoff Carter (Cary Grant) dirige un servicio de transporte aéreo de mercancías, Bonnie Lee (Jean Arthur) es una corista que está allí de vacaciones. (FILMAFFINITY)
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Críticas 47
Críticas ordenadas por nota
17 de agosto de 2018
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En Barranca, pequeña localidad ficticia situada en la falda de los Andes, opera una humilde compañía aérea de transporte de correo. Geoff Carter (Cary Grant) es su director, piloto experto y hombre duro que parece no querer otro compromiso que no sea el de su peligroso y responsable trabajo. Salvo él y el propietario de la empresa nadie sabe que el futuro de ésta está en el aire (valga el chiste), y que su destino, seguir, reforzada por nuevos aviones mucho más seguros, o cerrar, está próximo a cumplirse.

Aunque aparentemente sencilla en su producción, enteramente rodada en los estudios de Columbia Pictures, esta película es, a mi juicio, una obra maestra; toda una maravilla en cuanto a guion (perfectamente engranado y con unos diálogos que no tienen desperdicio), escrito por Jules Furthman, y basado en una historia del propio Howard Hawks en la que recogía algunas de sus experiencias vividas como piloto de aviación. La dirección es un prodigio de dinamismo, no deja ni un solo tiempo muerto, ayudada por un excelente montaje de Viola Lawrence (la segunda mujer en dedicarse a su profesión y montadora de películas, entre otras muchas, como 'La reina Kelly', de Erich von Stroheim y 'La dama de Shangai', de Orson Welles).

Howard Hawks había rodado previamente a ésta 'La fiera de mi niña', y posteriormente a ella dirigiría 'Primera plana', por lo que se puede deducir que el director de Indiana estaba en plena forma, en lo más alto de su carrera artística, lugar del que quizá nunca bajó. 'Sólo los ángeles tienen alas' contiene aventuras, drama (levemente edulcorado con gotas de inteligente humor), y romance; y todo ello incluido en secuencias donde la amistad, lealtad, compañerismo y el perdón, tras la oportuna redención, quedan patentes. Hawks siempre mostró en sus trabajos la amplia variedad existente de relaciones humanas y, como en este caso, un heroísmo a pie de tierra; no de superhéroes, sino, en apariencia, encarnado en gente corriente.

Por último, manifestar que en el apartado interpretativo poco hay que decir ante la evidente buena labor de actuación del elenco; se puede discutir, quizá, si Jean Arthur era la actriz más adecuada para representar el papel de Bonnie Lee, pero considero esa discusión no demasiado relevante. Dentro de todo el conjunto no quiero pasar por alto a Thomas Mitchell, fíjense que en ese mismo año, 1939, dicho actor, apareció, además de en este filme, en 'La diligencia', 'Caballero sin espada', 'El jorobado de Notre Dame' y en 'Lo que el viento se llevó', casi nada. Aquí, su secuencia final, la de la despedida de su personaje, Kid, para mí es uno de los mejores adioses que he visto en una pantalla.
Juan Ignacio
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26 de marzo de 2023
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Absoluta obra de arte, entre Luna Nueva y La fiera de mi niña, casi nada, justo antes de Sargento York, casi nada.
Hawks representa el ídolo americano en sentido puro, hombre hecho a sí mismo, encantado con el nuevo juego de la aviación, a la que rinde tributo en esta película, y un gran mujeriego. Además, un gigante de la dirección cinematográfica.
Es, probablemente, el primer gran director auténticamente "norteamericano" si quitamos a los "impuros" venidos (eufemísticamente) de alemánia: Sirk, Lang, Siodmak, Wilder, Zineman. Junto con Ford y Huston componen la trilogía imprescindible del cine. Pionero e industrial, artesano de la cámara y gran narrador.
Magnífico director de auténticas obras de arte, no menos de quince, y que, probablemente, en una lista de las mejores mil películas el cine de todos los tiempos sigue a más de diez películas.
La historia podía ser incluso tratada como obra teatral, pues las escenas de aviación, excepto los aterrizajes, no son especialmente numerosos, además de rodarse siempre en plano fijo.
Es el debut de Rita Hayword, que son palabras muy mayores, y con un Cary Grant que nació para actuar. Sin estridencias, con pausa, haciendo lo que tiene que hacer, en la línea de lo que se pretende. Eso sí, con un pelo y un sombrero más propio de un cine de otra época. Es lo que ocurre con una película rodada hace 75 años.
La fotografía espléndida, el metraje adecuado, los secundarios absolutamente de lujo, y el guión muy progresivo, muy intenso y a la vez presentando las cuestiones y los personajes con mesura.
Una gran obra de arte, en definitiva. La varía hoy otra vez.
De Hawks me quedarán por ver unas 12 o 14 películas, de un total de 60 películas, más o menos.
ÁAD
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20 de abril de 2006
6 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
En los años 30 había que tenerlos bien puestos para sobrevolar las grandes cordilleras suramericanas con aviones del todo inseguros. Este film muestra estupendamente las vivencias de la arriesgada vida de los pilotos de las aerolíneas postales; es una excelente película de aventuras salpimentada con un romance bastante entretenido. Poco puedo decir de Cary Grant, Jean Arthur o Rita Hayworth, están estupendos hagan lo que hagan.
Sturmovik
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29 de enero de 2009
22 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sabemos que Hawks intenta como sea hacernos vibrar en cada imagen y aquí también lo consiguió. Una película en la que destacan la fotografía y los efectos especiales.
Es increíble como este hombre completa un escenario como ningún otro lo consiguiera, lo llena, lo desborda, crea una atmósfera total en cada metro cuadrado, una animación y una profundidad que si das un paso te pierdes entre las callejuelas. El barco, los muelles, la gente, el auto sobre raíles, todo entre paquetes y bultos completa un ambiente perfecto. Luego, la agencia y los aviones, con un Cary Grant por una vez con un revólver al cinto, y con el bar completa un escenario inolvidable.
Los vuelos sobre las montañas son asombrosamente bellos, quieres ir en el avión aunque se incendien los motores, quieres atravesar otra vez esas montañas y cumplir con la misión.
Las estampas de las cabañas tropicales, los interiores en esas cabañas, los personajes, todo es formidable, el ambiente rebosa aventura, acción, amor. Bueno, ¡y qué decir! Cuando entra Rita Hayworth hasta al loro del bar se le descolocan las plumas.
Emocionante a más no poder como muere la desconfianza entre los pilotos. "Esto es lo que queda después de 22 años de profesión."
La historia de amor es muy bonita, completa y romántica, y acompaña el argumento con agrado, sólo importa la emoción hasta el último instante.
Una historia a lo Hawks.
floïd blue
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23 de noviembre de 2009
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
En un mundo dominado por hombres, pilotos de avión, que llevan correo en situaciones peligrosas y arriesgadas, rudos, duros, pero a la vez solidarios unos con otros, aparece el personaje interpretado por Jean Arthur, con carácter, de igual a igual con ellos, sin nada de mojigatería, y con un sentido del humor muy irónico y que se entiende rápidamente con todos. Viene a quedarse durante una escala, para coger otro barco bananero que la saque de allí, pero en esto que se encuentra con Cary Grant y la película da el giro definitivo. Histórica la primera aparición de Grant con ese sombrero blanco y dando órdenes a diestro y siniestro, y por supuesto pidiendo siempre las cerillas, en clara alusión al jefe que domina todo y a todos. Pero claro, es un hombre con magnetismo, carismático, poco amable con las mujeres, por algo que le pasó en el pasado con una de ellas, duro (uno de los papeles donde más duro es, junto a Devlin, de Encadenados de Hitchcock), y esto claro, atrae sobremanera a Jean Arthur que trata de conocerle en más profundidad, y se enamora de él. Todos los hombres que la hacen la corte desaparecen de escena en cuanto aparece él. Muchos de los papeles de Cary Grant de esa época son de un hombre cínico, poco amable con las mujeres, irónico, pero que gracias a su carácter y su apariencia enamora a todas las mujeres que salen a su encuentro. Para él las mujeres solo quieren controlarle y en definitiva marcarle un futuro que él no quiere, sin dejarle la libertad que él necesita, y mientras que no encuentre a una mujer que comprenda esto y lo respete, se comportará con la misma dureza con todas.

Howard Hawks rueda con maestría, y cuenta con un plantel de actores de auténtico lujo. Primer papel de Rita Hayworth. Thomas Mitchell, interpretando uno de sus papeles más memorables, junto al que hace en Que Bello es Vivir, de Frank Capra. Un hombre con 22 años de aviador y que lo ha visto todo, pero que mantiene una humanidad a prueba de bombas. Las tomas que realiza Hawks de los vuelos de los aviones son fabulosos, para la época en que está rodada la película. Son una auténtica virguería. Hay que recordar que Hawks fué aviador en la 1ª Guerra Mundial. El guión es buenísimo, con diálogos bien trenzados, dinámicos y sin ningún atisbo de aburrimiento, tiene al espectador pendiente del devenir de los acontecimientos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
bogartiano
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