Espera hasta que se haga de noche

Cuando empecé a verla las comparaciones eran evidentes para mí y es que sigue el esquema clásico de los «teen slasher», a medida que iba avanzando me di cuenta de que sí, efectivamente es más interesante de lo que me esperaba. Uno de los aciertos es que contiene muchísima dosis de misterio más allá de la casquería y de las cabezas cortadas.

Actores muy conocidos; como el vampiro Denis O'Hare —«True Blood»— o Anthony Anderson —«Scary Movie 4», «Transformers», «Scre4m»—. Ya he dicho alguna vez que me encanta ver como actores poco conocidos hacen grandes cosas.

Formulada como un dossier de un hecho trágico real aún sin resolver que atemorizó al pueblo de Texarkana en los años 40, “Terror al anochecer” acababa en su desenlace desprendiendo puro metacine con el estreno de la película en sí misma atrayendo a las salas a los habitantes de un pueblo que se resistía a dejar de mirar hacia su pasado. Es de una lógica aplastante, por tanto, que en su debut en el largometraje, el televisivo Alfonso Gómez-Rejón, formado como prometedor cineasta en la cantera de “American Horror Story”, haya entendido que lo relevante a la hora de abordar una nueva versión de ese clásico del slasher setentero – surgido al rebufo de “La matanza de Texas”- sea el legado, tanto el paterno filial como el cinematográfico, y que comience su film justamente durante una proyección del clásico de culto de Charles B. Pierce en un autocine.

Es el legado de la original lo que mueve la trama de esta nueva historia que empieza de manera fascinante y creativa, mediante un plano secuencia que presenta a los personajes, y que continúa con la idea de mantener esa dualidad fronteriza que tanto caracteriza a un pueblo que se sitúa a medio camino de Texas y Arkansas. Por un lado, no estamos ante un remake, sino ante una secuela que utiliza a su modelo como excusa para activar la trama, a la vez que se desarrolla de manera paralela a ella y la homenajea –el cameo de Spark Plug-. Se permite incluso insertar fragmentos de la obra de Pierce durante sus escenas de asesinato. Por el otro, se trata de una propuesta cuya acción se desarrolla en 2013, pero cuya estética es eminentemente setentera, del mismo modo que Pierce lograba una película de los 70 en su concepción del slasher con una deslumbrante ambientación de los años 50.

Y en tercer lugar, estamos ante un film que tiene sus raíces en la televisión, pero que no se olvida de ser cine. Por ella pululan las licencias artísticas y narrativas que su director ya ha exhibido en el ámbito televisivo, y el producto desprende cierto aroma a AHS. Planos inclinados, fuera de campo, fundidos, elipsis y cualquier otro tipo de recurso efectista del que ya haga abuso en la serie. No por casualidad en la producción está Ryan Murphy, verdadera alma mater de la serie, que deja su impronta en alguna escena de sexo o de corte homosexual y en la aparición de cierto secundario cuya presencia se justifica como uno de los engranajes argumentales esta secuela.

Pero no son sus excesos lo que la pierden, ya que estos dependerán de lo soportables que resulten en su vertiente catódica, sino que “The Town that Dreaded Sundown” comienza de manera convincente y arrolladora, y va apagándose conforme avanza el metraje. Su guión siente la necesidad de ampliar el dossier comenzado por Pierce, prefiriendo la investigación plomiza antes que dejar aflorar su vena más slasher, que no obstante nos regala algunas muertes bastante originales y perturbadoras. Este ambicioso intento de reboot de puro metacine desaprovecha su potencial y lo efectista de su puesta en escena y acaba siendo poco terrorífico e intrigante, hasta llegar a una tópica resolución final que busca el giro argumental imposible a pesar de que dicha resolución se huele casi desde la mitad del metraje. Y finalmente acaba vilipendiando a su referente y no hace justicia a un material que lleva cuarenta años pidiendo a gritos ser revisitado y reiniciado. El asesino fantasma, el hombre del saco, merecía un reboot de mayor calibre.

A favor: el ejercicio de metacine que realiza utilizando la cinta original como leit motiv de la historia
En contra: el slasher que pudo ser y no es en pos de la investigación plomiza

Espera hasta que se haga de noche parte como secuela de "Terror al anochecer" de Charles B. Pierce (1976) y nos sitúa casi cuatro décadas después de lo sucedido en la primera parte. Nuevamente la acción nos lleva a Texarkana, una ciudad perteneciente los estados de Texas y Arkansas al mismo tiempo, en la que aún no se ha olvidado los crímenes sucedidos años atrás, a excepción de los jóvenes, que ajenos a el terror que supuso aquellos sucesos se jactan de ver anualmente una cinta que rememora los crímenes (la cual es casualmente la cinta original).

A lo largo del metraje no podemos evitar acordarnos de la serie televisiva "American Horror Story" y es que Alfonso Gomez-Rejon, el director, ha dirigido más de una decena de episodios de dicha serie y esto se ve reflejado en los intrincados planos que se suceden uno tras otro sin algún motivo aparente. Me considero fan del simbolismo, excepto cuando este se incluye sin tener sentido alguno con el fin de aparentar profundidad argumental, tratando de confundir al espectador dándole una sensación de confusión. Con esto no quiero decir que sea una película mal realizada, al contrario, dentro de los slashers de los últimos años este es sin duda de los mejores visualmente, haciéndose notar desde el primer minuto con un magnífico plano secuencia en el autocine y una impactante puesta en escena según avanzan los segundos. Pero atención navegantes, si venís buscando sangre y gore, esta no es vuestra película.


Si hay algo que desentona en el film es sin duda el desarrollo de los personajes y como avanza la trama a través de ellos; nunca 85 minutos se me hicieron tan largos. Las situaciones que afrontan los actores no afectan para nada a su forma de ser u comportamiento, llegando a ser mucho más profundo un personaje secundario (el amigo del soldado) que la propia protagonista, a la cual no parece afectarle emocionalmente nada de lo que sucede a su alrededor (más que una simple llorera en la cama). Considero que la historia de policía incompetente que no resuelve ni un solo caso hasta que se ponen dos chavales a investigar esta muy trillada después de 150 años de historia del cine y el final de la cinta me parece un insulto más que un giño como puedan considerarlo alguno.


No me cabe duda de que terminé el film muy decepcionado (a pesar de que no esperaba gran cosa de primeras) y aunque no la considero de lo peor que he visto este año (y ya es decir) no la recomiendo a menos que quieras pasar un soporífero rato viendo todos los clichés de los slashers


Lo mejor: La puesta en escena y todo lo que rodea a la técnica audiovisual e incluso la inclusión del meta cine


Lo peor: El desarrollo de personajes, la tediosa investigación, el final, la relación cine de terror-muerte-sexo

Más críticas en https://sergioramirezrubio.wordpress.com/

Slasher que pasó bastante desapercibido producido por Blumhouse y dirigida por el director de varios capítulos de series como American Horror Story y Chambers. Protagonizada por Addison Timlin (Depraved, 2019) y Spencer Treat Clark (Glass, 2019) entre otros nombres.

The Town that Dreaded Sundown nos sitúa en un mundo en el que ya existe el film original y este es una parte importante de la cultura popular. Esta actualización nos lleva a las tranquilas calles de Texerkana donde aparece un maníaco con un gran parecido al Fantasma Asesino que causó estragos en la ciudad hace décadas ¿La historia se repite? ¿O alguien ha visto la película original demasiadas veces? Una chica con un oscuro secreto puede ser la clave para descubrir al asesino.

Este slasher tiene una estructura bastante clásica y una historia que recuerda a muchas otras películas como Scream 2 (Wes Craven, 1997) por su parte de metacine donde ya existe un film en la película que cuenta la historia del asesino que resulta ser real. Más allá de esto, Espera Hasta que se Haga de Noche consigue mantener una cierta intriga y muestra suficiente mala leche con algunas muertes y situaciones como para que el espectador que sea asiduo a este subgénero quede satisfecho con la película. No obstante, se hecha en falta que ciertas escenas sean un tanto más explícitas, dejando la sensación de haberse suavizado para tener más posibilidades económicas, y su giro final es algo pobre.

Esta película entretiene y está por encima de la media de este subgénero en los últimos años (lo cual tampoco es ninguna alabanza), y aunque no innove ni se pueda considerar una buena cinta, es muy recomendable para aquellos que disfruten con el slasher.

Nota personal 6/10

Secuela de Terror al anochecer 1976. Verdaderamente innecesaria, esta parte no aporta nada a la historia, salvo un par de cosas (en spoiler). La cinta se hace super lenta, tiene un ritmo muy lento a pesar de su corta duración, salvo las escenas de muertes que resultan algo entretenidas. La historia es muy simple, beben mucho de la primera película intercalando escenas de la pelicula del 76. Creo yo que para rellenar metraje. Me costó mucho terminarla debido a su ritmo. Ver y olvidar.