W.

Cuenta Oliver Stone que nadie quiso financiar su película sobre George W. Bush, tampco ayudaría que el director sea conocido por ser admirador de Castro. A pesar de los inconvenientes resulta una sorprendente película.

El bajo presupuesto se nota, dando la sensación de ser un capítulo para una serie de televisión. Sin embargo, a poco que interese la historia, la biografía de Bush con cierto tono humorístico, más el buen trabajo de los actores, termina por convencer.

Con más presupuesto esta película hubiera alcanzado un nivel superior, pero creo que a muchos esto no les importará lo más mínimo.

Corrosiva y acertada visión de Stone sobre Bush hijo, para mí la historia radica en la relación amor odio de los Georges. Quiere quedar por encima de su padre y para eso lo que sea, Brolin se mimetiza bien en el personje. Mis momentazos vienen en el spoiler

Pienso que estamos ante una buena adaptación sobre la historia del presidente Bush, uno de los hombres que cambio la historia sin duda sobre todo en su país.
Y veo que Oliver Stone ha sabido estar perfectamente a la altura para esta adaptación que pos desgracia ha pasado sin ton ni son por nuestro país, nada mas que emitiéndose en “la 2”.
Una lastima, pero sin duda si quieres ver como crece este personaje hasta convertirse en el presidente de los EEUU esta es tu película.
Estaré de acuerdo con muchos que no es una gran producción, que no cuenta mucho de lo que hayamos visto las noticias día a día, pero sin duda ha sabido mostrar como alguien que no sabia que era… consigue de la nada llegar a ser presidente de un país.

Inteligente, cuando menos, el peculiar estreno en España de la última obra del señor Stone: tras la emisión televisada de la investidura de Barack Obama, probablemente sospechando que atraería muchos más espectadores que un estreno "normal" en salas de cine.
Obviando esto, me parece un ejemplo más del particular vía crucis del director, cuya obra se compone de mediocridades de diverso calibre desde su última peli sólida, Nixon, que ya tiene trece años. Pienso que la cosa arrastra un lastre importante, al ser un pseudo biopic de un personaje de la más rabiosa actualidad; tampoco ayuda el contar con un guión vulgar, a cargo de Stanley Weiser (quien ya colaborara con Stone en Wall Street), que oscila nebulosamente entre ser fiel a hechos constatables (el pasado alcohólico del personaje, sus devaneos con la religión, entre otros datos biográficos variopintos), la sátira (el episodio de la galleta, la musiquilla de Robin Hood en diversas escenas), la saga familiar (la relación con su padre, con su mujer, Laura, las envidias con su hermano Jeb), incluso ciertas licencias narrativas (todas las escenas en las que se toman decisiones presidenciales parecen directamente inventadas o, al menos, de una credibilidad discutible).
Resulta desacertada, o al menos cuestionable, la elección caprichosa de los distintos ámbitos temporales sobre los que se quiere poner el acento, descartando la última de las tres patas fundamentales de una historia como ésta: nacimiento, auge y caída del personaje; se insinúa el fin, pero no se desarrolla. Es todo como precipitado, como si hubiera prisa por cumplir unos plazos de entrega, lo que da al conjunto una sensación de obra inacabada, de boceto fallido y con mucho por pulir.
Sólo destacaría el aspecto interpretativo, la excelente elección de actores, destacando el esfuerzo de Josh Brolin como el protagonista, y lo inmensos que están James Cromwell como Bush Sr., Richard Dreyfuss como Dick Chaney, o Thandie Newton como la Rice, entre otros.
Para finalizar, me gustaría destacar la sensación que me ha dejado: un "quiero y no puedo", una indecisión sobre si meterse o no en camisas de once varas, navegando difusamente entre la tempestad y la calma, y he echado profundamente de menos un latigazo a la estructura del poder como el que dio Kubrick hace casi cinco décadas con su Teléfono Rojo.

224/14(29/08/10) Este film es la constatación de que Oliver Stone va a la deriva, hace lustros que no nos obsequia con una cinta decente, un director que nos ha ofrecido ‘Salvador’, ‘Platoon’, ‘Nacido el de Julio’ o ‘JFK’, ahora da la impresión de ser un tipo en un viaje espiritual y místico hacia las izquierdas más aparatosas y estrafalarias, como son las latinoamericanas, a las cuales ha dedicado varios panfletos-documentales propagandísticos en la mejor línea de un Goebbles de turno, y es que siempre habrá un tonto de guardia que apoyará cualquier tropelía de estos tiranos, llámense Castro, Chaves o Morales, pero es que cuando ha querido volver a la senda de hacer trabajos de ficción realiza esta ’W.’, en la que cuenta nada, da la impresión de haber sido hecha a toda prisa para llegar a tiempo de la investidura del ‘mesías moreno’ Obama y pegar una patada al ‘anticristo’ Bush, y sin embargo nos encontramos con pseudotelefilm sin interés, sin clímax alguno, por no tocar ni tan siquiera toca como afrontó Bush el infame 11 de septiembre, resultando un monótono aburrimiento que no cuenta algo nuevo, es una reiteración de datos ya conocidos, y que encima se autoplagia para ofrecernos a un George Bush jr. (excelente Josh Brolin) acomplejado por la figura de su padre, o sea un presidente republicano apocado, sin personalidad igualito que en ‘Nixon’, otro presidente obsesionado por el fantasma de Kennedy, sigue el mismo patrón. El film cumple el trámite sin más, ni tan siquiera se mete demasiado con Bush, lo presenta como a un hombre de fuertes convicciones religiosas, pero débil de carisma y menos aún de labia, el único ‘demonio’ es Dick Chaney (correcto Richard Dreyfuss), presentado como un Maquiavelo preocupado por ‘robar’ el petróleo iraquí. El conjunto es un insulso prescindible trabajo que evidencia la caída libre de un gran director, del que aún guardo esperanzas en que vuelva a la buena senda. Fuerza y honor!!!