Another Year

Nunca escribo críticas pero me siento en la obligación para evitar la indignación, aunque sea a una sola persona, ante el engaño al que llevan las notas de la página y las críticas: hacía años que no veía castaña semejante. Siempre me han gustado las películas lentas pero esto no es lento, está parado directamente.

No hay historia, no hay buenos diálogos y no hay personajes interesantes o, más bien, ni los conoces. El supuesto interés de la "cotidianidad" es tedioso hasta la médula. Consiste en: tomar té, tomar alcohol o plantar algo, a lo largo de 2 horas en el que el único sentimiento que vives es el de querer matar a la histérica de la película (cosa que agradeces, es la única que te despierta de la muerte en vida).

Por decir algo medio bueno, me quedaría con el trabajo de los actores y con la escena final (si consigues llegar). Pero, de verdad, no merece la pena.

Pues la peli está bastante bien, el Mike Leigh mucho mejor que en la sobreexcitada de la simpatía y superando por la sencillez la de las mentiras. Me ha quedado la duda de si soy yo que me pierdo o no os dió la sensación de que no había una trabajadora social a timepo completo, sino una pareja de tales (el matrimonio).
Pero sobre todo cine social de verdad, sin demagogia barata y con una economía de medios que lo hace si cabe más poetico. porque si al final Novecento es una gran peli poética, este otro año lo es tambien.
Cine social con la sala donde la ponían llena de gente mayor y no precisamente votantes de izqueirdas o seguidores del troskismo intimista de Miguelín. Cada día me fijo más en los espectadores y me llamó la atención porque hasta a una señora de abrigo de cuero negro e interminables botas a juego ( eso si con vestidito hippie de Cold Alaska o parecido), le pareció estupenda segun comentaba con un moderno de tonos grises que la acompañaba. Y si una peli de este tipo le gusta tanto a los pijoprogres, a los modernos y a la clase dirigente, pues que vamos a aportar los pobretones de solmenidad.
El desarrollo en seasons bien, la fotografía en plan económico-lírico, bueno no está mal. lo que está muy bien es la histórica libertad que leigh dá a los actores memorable. Eso sí me irrito sobremanera el "buenismo" del personaje del marido. Pero un oscar para la amiga dipsómana, otro para el tontuzo del hijo y de paso unos valiums a la spidica de la novia. y repito si hay justicia el oscar tiene que ser para esa Lesley Manville con ese rosario de cambios que parece que se quitara el maquillaje en milésimas de segundo segun requiera la situación...
Y al final, de la historia no hablo. Es una historia común, no es sobre un ser de galaxias.La historia de una vida de clase media inglesa. Si es verdad que el personaje del marido es excesivamente "polite" y que la mujer a veces resulta irritante. Pero la vida es asi de sencilla, de cruel, de inutil y peor aún asi de aburrida y vulgar. Bueno y sales del cine y te encuentras a una pareja aprovechando un cajero...... Señores la vida contada por Mike Leigh es de verdad y la pareja del cajero, tambien.

Para mi, aburrida, lenta, desesperante. No es comedia, eso lo sé. Lo mejor, las interpretaciones. Habrá gente a la que le haya gustado. Pero estoy convencido que otra gente que la repugne, te diría que es espectacular.
Se podría hacer un estudio sociológico con las respuestas de la gente después del visionado, y por eso reconozco que me gusta leer las críticas de este tipo de pelis. Lo que no me gusta es haberla visto.

La nueva película del británico Mike Leigh fija su atención en Tom y Gerri (hemos aprendido a vivir con ello, sostiene él en un momento del filme), matrimonio de edad madura, terapeuta la mujer, geólogo el hombre, y de las personas con las que se relacionan a lo largo del año del título. Asistimos, pues, a cuatro momentos concretos de esos doce meses, estructurados en base a las estaciones del año, y a través de ellos conocemos a distintos personajes que por unas u otras razones interactúan con los protagonistas y cuyas miserias se nos van revelando a medida que avanza la película.
De inspiración un tanto rohmeriana, fordiana incluso, yo diría, en algún momento, Another year pretende ser un retrato, en ocasiones poco agraciado, de unos seres desvalidos cuya inestabilidad emocional vamos desvelando a través de su relación con los protagonistas, meros espectadores a veces de lo que ocurre.
El mayor acierto de Leigh está en la pintura psicológica que realiza de esos personajes aparentemente secundarios, pero que poco a poco van tomando cuerpo y haciéndose muy presentes en la trama. Y el cineasta británico lo consigue a través de largas conversaciones donde sus propias palabras los van desnudando de un modo natural y sin que tenga que recurrir a otros mecanismos.
Aunque todas las interpretaciones son muy destacables, sobresale la de Lesley Manville, sublime en su composición de la frustrada Mary, compañera de trabajo de la protagonista.
Una película sencilla, pues, carente de retorcimientos, donde la gente se muestra tal como es y el espectador no necesita hurgar bajo ninguna capa para descubrirla. Cine natural y sin dobleces.

Película que contempla las penurias de la vida, la rutina, el ánimo y el desanimo cambiantes, el equilibrio emocional, y la desesperación asfixiante. Muy buena interpretación, pero es algo espesa; hasta que no pasan los primeros treinta minutos, no empieza de verdad su interés. No pasará a la historia, por su atractivo; es algo oscura, como los colores que muestra. Dos meses pasarán, y no te acordarás de ella.