El médico africano

La gente rural no está acostumbrada a ver vivir entre ellos a alguien de color, y no es por que sean xenófobos, lo que ven es el negro del desconocimiento, de la desconfianza que oscurece a alguien que no conocen.

Julien Rambaldi trata a la perfección este tema en un pequeño pueblecito de la campiña francesa en el que solo la lluvia y el paso del tiempo pueden aclarar las dudas de sus habitantes.

El desconocimiento son las brumas que cubren y aíslan las zonas rurales, solo la confianza que camina tras el conocimiento de la relación aporta la luz que consigue disiparlas.

Denuncia en clave de humor que nos reafirma con una gran verdad, la existencia de una solo raza … la raza humana.

Puede que sus fotogramas llegan a moverse tan rápido dando la sensación de un equipo más ensimismado sobre una película de competencia en camino, llegan a ser algo incómodo dándote la sensación de retroceder unas escenas para quedarte conforme, dado que es una historia más que conmovedora y repensante sobre el peor virus en la humanidad, el RACISMO.

Dejando de lado el desarrollo post-producción presentado en el filme, El Médico Africano tiene la historia más educativa, enternecedora, y con cierto reparto secundario vestidos como buenmozos, menos por sus cerebros intoxicados por la ignorancia y la sinvergüenzería, más allá de ser pueblerinos en una actividad diurna sobre como mover un país colapsado por el mutuo urbanismo y la preservación cultural. Pero, claro que la historia no podría haberse quedado corta, más allá de las idas y venidas entre insultos y desaires, sumado a la buena posta de la hija del médico de cambiar a la familia en base al fútbol ¿Saben?
O pudimos incluir una declaración jurada de un abogado visitando por sorpresa el pueblo o porque el doctor debía de elegir la mejor de las tribunas para declamar por el origen de su familia y todos sus propósitos anclare al cambio de imagen..

RECUERDEN, Seamos negros, mulatos, blancos, colorados o mestizos... hay una planificación evanesciente para este siglo que jamás debemos olvidar ni deshechar.....
SEGUIMOS SIENDO IGUALES.

Seyolo Zantoko, zaireño, optiene la licenciatura de Medicina en la Universidad de Lille, 1975. Rechaza regresar a su país, por dignidad, para ocupar un excelente puesto cercano al presidente Mobutu, y en cambio se lleva a su mujer y a sus dos pequeños hijos con él a una pequeña localidad, Marly-Gomont, en una zona rural, en la región de Picardía, al norte de Francia. La llegada no será fácil, allí no reside ningún negro, debido al racismo imperante en el lugar.

Película dirigida por Julien Rambaldi, basada en hechos reales (Seyolo Zantoko existió), y con guion del propio director, Benoît Graffin y Kamini Zantoko (hijo del personaje protagonista).

Comedia, con algún tinte dramático, tratada de modo amable y agradable por su director. Film en el que se representa el racismo existente en aquella época, cuyo origen está principalmente motivado por el desconocimiento. Las dificultades de aclimatación de la mujer e hijos del médico también aparecen presentes. Por tanto, aunque con humor, no se ocultan los problemas de aceptación de unos, por su cerrazón mental, ni el sufrimiento de los otros por ser despreciados en un lugar inhóspito para ellos en todos los sentidos. Algo que con el tiempo, y el tesón del galeno, irá evolucionando.

Los momentos de humor no faltan; siendo para mí lo mejor de la película el retrato personal de cada uno de los miembros de la familia Zantoko. A parte de la historia del principal personaje, el padre de familia, las de su mujer e hijos, cada una por separado, están igualmente muy bien desarrolladas.

La lucha por integrarse en la sociedad francesa. Superar los fracasos. Es una película con diferentes historias dentro de ella. Giros inesperados. Mantiene la atención en todo momento. Ratos cómicos. Tiene de todo esta película.
No te arrepentirás de verla.

Película francesa que, en tono de comedia "seria", narra la llegada de un médico africano y su familia a un pueblo francés, a mediados de los años 70 del siglo pasado. Se agradece la solidez del guión, no solo en la narración y ritmo, sino en la descripción de los personajes, y el reflejo de una época, muy bien conseguidos. Los actores están impecables. Resumiendo, una película que se ve con agrado e interés hasta el final.