Rambo: Last Blood vuelve a las carteleras de cine para recordarnos nuevamente qué significa el cine de acción.

El grandioso Sylvester Stallone regresa para interpretar - quizá por última vez - a uno de los personajes más icónicos en la historia del cine, esta vez entregándole al espectador un acercamiento mucho más íntimo a la psicología del personaje John Rambo, quien fuese un soldado al servicio de su país.

Tras la guerra, vuelve a su tierra para darse cuenta que, sus compatriotas lo desprecian por ello (Rambo: First Blood)... A partir de ahí, nuestro héroe trágico se embarcará en múltiples odiseas (Rambo: First Blood Part II, Rambo 3) que finalizan cuando nuestro protagonista logra finalmente regresar a casa (John Rambo).

Todo indicaba que el fin de su travesía era tal... Sin embargo, Stallone retoma la historia del carismático veterano de Vietnam nuevamente en esta entrega, mostrándole al espectador el rumbo que tomó luego de su retorno.

La película nos presenta una historia que muchos catalogan como "un refrito", "la típica historia de venganza"... Y en parte tienen razón. Pero, y en este punto es cuando la realidad choca con la opinión, es una historia de venganza perfectamente justificable! - no pasa lo mismo, por ejemplo, con un personaje también del cine de acción aunque contemporáneo, cuyo móvil para justificar su venganza es la muerte de su mascota -, debido a ello, la historia es contada con naturalidad y sirve para enganchar al público a - probablemente - la última travesía de nuestro héroe.

Las actuaciones resultan bastante bien logradas, y en particular, la de Sylvester Stallone que nos recuerda nuevamente quién es John Rambo en la cultura popular y el por qué dicho personaje ha sido tan admirado a través de los años por millones de espectadores al rededor del mundo...

El actor supo envejecer con dignidad y grandeza a la par de su personaje, y en esta nueva entrega se reafirma el señor Stallone como una de las estrellas de Hollywood más representativas y significativas de todos los tiempos.

En definitiva, es una muy buena cinta de acción, de esas que ya no se hacen a día de hoy debido a la cada vez más extendida agenda de lo "políticamente correcto"... ¡Gran película, mejor personaje y admirado actor!