Tras pocos minutos de metraje, ya hemos podido ver al padre de Marie encerrando a su hija en el cuarto para que no escape, cerrando la ventana para que no pueda volver y cerrándole la puerta de su casa abandonándola a su suerte. Chaplin al hacer esto define el argumento de la película. El contrapunto que se establece entre el padre y los demás personajes enriquece la historia. Este contrapunto lo vemos en que el padre de Marie es un personaje que no duda a la hora de tomar una decisión. Sin embargo la película gira entorno a las dudas que tienen los personajes a la hora de tomar una decisión irreversible. Dichas dudas hace que finalmente sea el destino, el que se les adelanta a sus propias decisiónes.

Todos los personajes son convencionales y estereotípicos. Una puta de lujo (Marie St. Clair), el artista (Jean Millet) y el millonario frívolo (Pierre Revel). Juntos crean el esqueleto principal del melodrama clásico. Gracias a estas convenciones –en lo que respecta a la psicología de los personajes- , Chaplin trabaja la trama con mayor libertad. Los personajes está trabajados desde un punto de vista físico en el que sus movimientos son un continuo espejo de su estado emocional. El hecho de que el personaje de padre sea tan plano enriquece al resto de los personajes.

Si quisiéramos escribir la receta que se necesita para cocinar Avatar, utilizaríamos ingredientes como: Tarzán, Parque jurásico y un sin fin de películas sonadas.

Ver esta película me ha hecho replantear ese tema que tanto nos gusta: la pérdida de originalidad. ¿Realmente existe la originalidad? Yo la asocio con algo jamás visto, jamás pensado, una aportación fresca al mundo del arte. Desde que el hombre es hombre, se han contado las mismas historias. Muchos aspectos de Avatar ya los contaba Shakespeare en su día con La Tempestad. Y es que todas las historias están basadas en distintas interpretaciones de hechos reales. Sin ir más lejos, eventos históricos como el descubrimiento de América, podrían asociarse con esta película. La originalidad no existe, simplemente se retrata la realidad una y otra vez de distinta forma. Incluso se podría llegar a decir que la única forma de ser original es no haber tenido nunca contacto con el mundo que nos rodea ya que este nos impide un enfoque puramente original. Una película ‘original’ sería completamente incomprensible. Igual que darle a un avatar una forma distinta a la de un humano no nos permitiría conocer sus emociones a través de su lenguaje corporal.

Si ciertamente, no soy partidario de la originalidad, creo en la innovación. Se pueden dar historias que muestren una perspectiva completamente distinta a la ya vista. Pero un avatar con una perforación en la oreja, unos animales que perfectamente podrían ser caballos y aves que te llevan encima, NO es innovar. Lo tenemos todo demasiado visto. Pandora es una recreación de un universo que ya conocemos, no nos abre ninguna puerta nueva. La innovación es meramente tecnológica, y me da pena que el espectador de hoy en día se conforme con tan poco.

Mi opinión personal es que es una película imprescindible. Los efectos especiales no dejan de asombrar. Eso si, cuando te dejen de impresionar no hay nada más que hacer. Es por ello que voy a ser un tanto radical en mi puntuación. En cuando avances tecnológicos un 10 y en cuanto a la historia en si un suspenso bajo.

PD: Técnicamente, todo hay que decirlo, es brillante. El uso del color es magistral. Hay una homogeneidad cromática que define Pandora (Tonos fríos como el azul, el verde o el magenta). Por el contrario para retratar personajes ‘antagonistas’ se rompe este ritmo cromático (el ave rojo). Los ángulos de la cámara, con tomas cenitales y contrapicados explotan el 3D al límite, llevándonos a vivir la historia en primera persona.

Kate Winslet está en el momento álgido de su carrera, mientras April Wheeler harta de una vida vacía de sentido, se acerca al borde de la desesperación.

El sueño de April (Winslet) se ve frenado por su marido Frank. April es una mujer que sabe lo que quiere y lo persigue. Por el contrario, Frank (Di Caprio) no se preocupa en buscar lo que realmente quiere. Ambos personajes representan nuestra sociedad: Los que buscan sus sueños y los que ni si quieran saben cuales son porque nunca los han buscado.

Por un momento creemos que tanto April como Frank son de la misma condición. Ambos deciden arriesgarlo todo para irse a París. Hasta que un aumento de sueldo hace que Frank cambie de idea. Es al estar el en la playa, cuando se producen los primeros indicios de que las cosas van a ir cuesta abajo para los Weehler.

Poco a poco la vida de April se va degenerando incluso hasta el punto de intentar satisfacer esa necesidad de progreso emocional a través del adulterio. April no está preparada para vivir es vida ficticia donde APARENTAMOS ser felices.

Los Weehler son envidiables por el vecindario. Tienen una buena casa, dos hijos, amigos y suficiente dinero para vivir como personas “normales”. Este film critica no solo a la sociedad americana sino a la sociedad en general. Nos muestra como los seres humanos nos conformamos con la apariencia de una estabilidad emocional. Este mensaje se ve reflejado en las últimas escenas.

La crítica que Eastwood hace a la policía de los Angeles de los años treinta es más que relevante en nuestra sociedad actual. Eastwood nos abre los ojos para dejarnos ver de cerca el poder que puede llegar a ejercer la policía sobre personas inocentes. Esta crítica a la policía también se ve reflejada en el psiquiátrico con la involucración de más mujeres inocentes. El espectador llega a ver la magnitud del problema y las “fáciles” soluciones que toma el cuerpo policial cuando se ve en peligro su nombre.

La imagen del reverendo Briegleb (Malkovich) que lucha contra la corrupta policía de los Angeles fue muy de mi agrado. Poder ver a un sacerdote caracterizado con tal clase en una película es difícil. Hasta ahora la mayor parte de los sacerdotes que había visto siempre están enfocados desde un punto de vista excesivamente religioso. El hecho de que Malkovich de vida a un sacerdote con valores personales y sentimientos, abstrayéndose de valores impuestos por la religión me satisfizo mucho.

Increíble Angelina Jolie, quien lo iba a decir. La “tomb raider” saca su lado más tierno y nos muestra que puede con lo que le echen. Si se lleva un oscar, bien merecido se lo tiene.

En cuanto a Eastwood, se nota que viene del Oeste… Esas sombras siniestras, las caras a medio iluminar. Si es que se ve el vaquero que lleva dentro hasta en la pamela de Angelina Jolie.

Crepúsculo es un film que trata el triunfo del amor por encima de las relaciones imposibles. Hasta aquí se puede pensar que la película puede ser interesante, a mi me lo pareció. Me provocaba curiosidad el ver como se presentaba al vampiro, que postura se tomaría ante su contacto con el mundo humano... hasta que vi la película en si. Las peculiaridades de los vampiros descritos son bastante simples y poco elaboradas: subir por los arboles, se le cambian los ojos de color, predicen el futuro, hacen virguerías con el coche... Ya las tenemos todas muy vistas.

Tras pasar el ecuador de la película, su ritmo cambia por completo. Pasa de ser una historia de amor a ser una persecución para desenlazar con la vuelta al ritmo de película romántica del principio. El cambio de ritmo tan repentino es demasiado brusco. Durante el transcurso de la película nos hemos ido enterando de la doble vida del vampiro a la vez que su incipiente novia de forma paulatina.

Se bordan demasiados géneros de pasada, sin profundizar realmente en ninguno, una mezcla entre: comedia romántica americana, superheroes, persecucion... Aun así, es una película recomendable como pasatiempo, es entretenida y diferente a muchas otras películas que se han hecho estos últimos años.