Me gustan las peliculas de este género en las cuales no hay violencia desmedida ni efectos especiales espectaculares. Jessi es un hombre tranquilo, parece no afectarse demasiado por nada exceto por la relación que sigue manteniendo con su ex. Es un tipo que ahoga sus penas entre whisky y café y que habla lo justo, lo suficiente como para poder resolver las situaciones que se le van presentando. Tiene un fiel compañero, su perro, que le acompaña a todas partes. Es una pelicula que se deja ver bien, quizá para quienes gusten de un ritmo trepidante se le antoje lenta pero no todo ha de ser a base de persecuciones, gritos y tecnología. Con una pistola M1911, una gorra azul, una botella de Johnnie Walker, un café y sin un móvil de última generación ni un coche deportivo este policia es efectivo en su cometido.