El debate sobre esta película parece que siempre se da en torno a la dicotomía de la forma vs. el fondo. Por un lado, quienes defienden que tiene una calidad artística indiscutible en cuanto a que fue la película que marcó las características técnicas (y también las narrativas) que definirían al cine posterior hasta la actualidad: utilización de planos cortos y primeros planos, movimiento de la cámara, edición dinámica, montaje paralelo, flashback... Por otro lado están quienes, dando mayor o menor importancia a la forma, dicen que una obra (del tipo que sea) no se puede analizar sólo por la forma y esta película está condenada por un contenido abiertamente racista, homófobo, de vanagloria del Ku Klux Klan y exaltador de la "supremacía blanca" con algunos textos tan sangrantes como "Los antiguos enemigos del Norte y el Sur se unen de nuevo en la defensa común de su derecho Ario de nacimiento".

Pero esta película tiene una "tercera virtud": Griffith supo del poder que tenía en sus manos con el nuevo mundo audiovisual. Se podía ser capaz de llegar a grandes masas de personas, transmitirlas un mensaje manipulado conforme a sus intereses, utilizando tanto referencias -aparentemente- objetivas (historiadores en esta película) o mensajes de importantes e influyentes personajes (el presidente Woodrow Wilson en esta película), como una fuerte carga emocional que calara en los sentimientos del público, todo con el fin de impregnar el mensaje en cuestión, perteneciente a la corriente ideológica que se quiera presentar como modelo o paradigma.

Efectivamente, es destacable que fue trascendental lo que vino en el cine posterior a nivel técnico, pero no fue menos trascendental lo que vino a nivel de "medio de masas". Para muestra, las consecuencias de esta misma película, entre las que destaca el resurgir de una organización ya casi marginal, como era el Ku Klux Klan en aquella época... y es que ese mismo año se refundó el conocido como Segundo Ku Klux Klan.

No cabe duda de que Griffith y su película marca un antes y un después tanto en la historia del cine como en la historia de la humanidad. Sin embargo, no creo que ni él ni su película hayan sido imprescindibles en estas evoluciones del cine y del mundo audiovisual, ni en la creación de la sociedad de la imagen y el sonido. Simplemente fue el primero.

Propuesta biográfica del artista japonés Hokusai, que es presentado (aparentemente) de manera bastante distinta a la histórica y oficial. Se nos muestra al pintor como un hombre sin talento, con dificultades para que se reconozcan sus obras y que, con mucho esfuerzo y ya en la vejez, por fin llegará a culminar obras importantes y reconocidas como "Las 36 vistas del Monte Fuji" (a la que pertenece "La gran ola de Kanagawa") y "El sueño de la esposa del pescador", cuya realización centra la película. Aún habiendo alcanzado por fin el éxito artístico, Hokusai no alcanzó nunca su realización como persona y artista, obsesionado con la vida y con conocer "la última verdad sobre la pintura", lo que le torturaba anímica y emocionalmente.

Parece estar alejada de su verdadera biografía. Se dice que fue un exitoso artista casi desde sus comienzos y en que no estaba obsesionado sólo con hacer grabados y pinturas eróticas y sexuales, sino que abarcó infinidad de temas queriendo alcanzar la perfección artística (su verdadera obsesión), todos muy reconocidos y de gran calidad artística.

El director Kaneto Shindo adapta la biografía oficial (y seguramente cierta) a un método más cinematográfico, más accesible para el espectador. Así, ese fracaso continuo mostrado en la película hace referencia al fracaso continuo que sentía él mismo, buscando obsesivamente su obra perfecta. El tema sexual del que se dota la película, también más accesible para el espectador, hace referencia a la insatisfacción que sentía consigo mismo y con quienes le rodeaban, así como a sus inquietudes acerca de la vida y la muerte. También se tomará otras licencias biográficas algo más secundarias que le servirán para apoyar el argumento de la película.

En "Edo Porn" se nos sugiere que aunque al fin parece alcanzar la obra excelsa que durante toda su vida había intentado realizar, eso no le había servido para alcanzar la felicidad que realmente buscaba, haciendo una retrospectiva dramática sobre su vida en unos últimos minutos de mucha fuerza.

Una película amena, dinámica e interesante, no tan erótica como esperaba, utilizando los desnudos de una manera tan natural como la humanidad y las inquietudes de sus personajes. Como decía, sus últimos 30 minutos finales son muy poderosos, una escena eróticamente rara y sugerente que, pese a lo "visualmente cutre" que puede parecer, resulta fascinante.

Una película, en definitiva, filosófica, curiosa y recomendable.

Kevin Smith parece que reconoce haberse atascado con su "comedia tipo" al explorar nuevos géneros. El giro que hace con "Red State" es de 180º, lo que le da un mérito especial al asunto. La película tiene algunos altibajos, especialmente perdiendo algo de tensión e interés la cinta en la secuencia del asalto y el tiroteo, en el que se le ve a Smith un poco perdido.

Sin embargo, parece saber cuáles son sus carencias y sus virtudes, manejando de una manera notable los tempos. Y Kevin Smith parece recuperar su capacidad de escribir grandes diálogos/monólogos, demostrándonos además que tiene una habilidad que va más allá de la que nos hizo reír como en "Clerks" o "Dogma", por ejemplo; o la que nos provocó -incluso- admiración en "Persiguiendo a Amy".

Consigue mantener casi durante toda la película una atmósfera cargada, tensa, de buen thriller. Además no pierde la ocasión y vuelve a cargar contra todo, aunque esta vez no lo hace en clave de humor (algún chascarrillo cae, pero siempre oportunos, sin desentonar).

La peli pasa rapidita gracias a sus escasos 80 minutos. Probablemente no será un peliculón, pero de principio a fin destila mucha mala ostia, mucho mal royo. Si "Red State" es una excepción o la apertura de nuevas vías en el cine del señor Smith, es algo que iremos viendo con el tiempo.

La vida en Palestina cada vez es más dura. A la construcción del muro por parte de Israel se suma la tensión en la zona por la inminente invasión de EEUU a Irak tras el 11S. Incluso para una madre divorciada que trabaja en un banco con un buen sueldo y un hijo que va a un colegio privado la vida se comienza a hacer insoportable. Y de repente reciben el permiso de residencia en EEUU de cuya solicitud casi se habían olvidado. Visto el panorama, deciden irse a emprender una nueva vida junto a su hermana y la familia que ha formado en los últimos 15 años. Pero las cosas no serán tan fáciles.

La historia es sencilla y suficiente para mostrarnos lo que supone adaptación de unos inmigrantes árabes en un país como EEUU. Para enfatizar, se utiliza el marco de la Guerra de Irak, lo que sirve para mostrarnos también las dificultades, el racismo y el rechazo que padece una familia que ya lleva 15 años asentada en Illinois.

Bien enfocada -a veces demasiado correcta-, combina muy bien el drama con toques de humor. Junto con su metraje de 90 minutos, resulta una película muy llevadera y apta para todos los públicos, algo muy interesante para introducir este tipo de cine al amplio público. Quizá sea en ocasiones simplona, o cercana al telefilm, pero me parece un trabajo muy interesante para abrirse entre el público en general y suscitar reflexión y debate, cosa que "Amreeka" sí que consigue.

Por otro lado, una lástima haberla visto doblada, ya que durante la peli tienen que lidiar en muchas ocasiones con el tema de la dificultad de las lenguas de los personajes. No obstante, realizan una muy buena labor. No es cuestión de doblarla, si no de decidir doblarla o no, algo que todavía no se plantea en este país.

Una playa. A lo lejos vemos salir dos hombres del fondo del mar con un armario. Avanzan a la civilización para hacer su vida. Los dos hombres y el armario son una unidad. Pero esto no es comprendido ni bien recibido en la ciudad. La sociedad no quiere cosas que se salgan de la regla, de lo común, de lo "normal". Una sociedad que desprecia, se mofa y agrede lo que es distinto. Una sociedad, en definitiva, intolerante.

Quizá sea esa sociedad más extravagante que nuestros curiosos protagonistas. Quizá los "distintos", los "raros", debamos forjar una sociedad con otros valores...