Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Andrés Hisaishi
1 2 >>
Críticas 8
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
8
17 de agosto de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ghostwatch puede que no sea una película terriblemente famosa. Puede que a mucha gente le parezca un tanto sorprendente que me disponga a mencionar tan desconocido producto como una de las más influyentes, mejores y más terroríficas películas de terror, no sólo de la década de los noventa, sino de todos los tiempos.

Influyente porque, sin tomarlo ni beberlo, creó de la nada dos de las tradiciones más prolíficas del género ("metraje encontrado" y "documental falso") y las perfeccionó en un primer intento. Corría el año 1992 y para la noche de Halloween, la prestigiosa BBC planeó la que se convertiría en una de las maniobras publicitarias más infames de la televisión: estrenar una cinta de terror paranormal y hacerla pasar por un programa de cazadores de fantasmas real transmitido en directo. Es de todas formas algo laxa en cuanto su presentación como tal, pues está dotada de títulos finales; y, al fin y al cabo, es necesario que películas como ésta sacrifiquen parte de su realismo en pos de la calidad cinematográfica. Y es, en realidad, excepcional, la forma en la que Ghostwatch alcanza el equilibrio entre ambos aspectos. Pese a todo -y pese al hecho de que llamar al número de teléfono que aparece continuamente en pantalla recordaba al espectador que todo era una farsa-, no pudo evitar que muchos creyeran que era real. Provocó una especie de episodio de histeria colectiva en toda Gran Bretaña y la BBC tuvo que emitir un comunicado especial. Por si necesitase más que añadir, se prohibió su retransmisión durante un periodo de diez años en Reino Unido y se convirtió también en una de las primeras películas que, de forma directa, la psicología ha relacionado con episodios de estrés postraumático en niños.

Mejor porque, como decía antes, no solo resulta creíble, sino que como película, es interesante, tensa y aprovecha sus 90 minutos, que por cierto, se desarrollan en tiempo real, para contar una historia tremendamente satisfactoria. Hay muy pocas películas de fantasmas que consigan que los acontecimientos que describen se sientan ocurridos en el mundo real. Al principio parece que la familia que habita esa supuesta casa encantada no son más que un fraude. Sin cometer destripe, la manera en la que avanza la trama, los fenómenos paranormales se intensifican gradualmente y -¡cómo no!- la ingeniosa manera en la que las investigaciones de los parapsicólogos y alguna que otra llamada de la audiencia arrojan luz sobre el misterio que envuelve a una madre soltera y sus dos hijas... Todo está ideado con una maestría indiscutible, ¡y además sin comprometer el formato de transmisión falsa!

Terrorífica porque explora lo temible en lo cotidiano. Porque sientes que algo como esto te podría ocurrir a ti. Aquí no hay sobresaltos acompañados de chillidos estridentes, es mucho más inteligente que aquello. Pistas sutiles como susurros y ruidos inclasificables o alguna que otra aparición que solo un espectador totalmente atento podrá vislumbrar son las fuentes del terror. Es su habilidad para jugar con el miedo a lo desconocido lo que la hace tan inmersiva, todo mientras se encamina hacia un explosivo clímax. Por si fuera poco, cuando esas pequeñas pepitas de información que los participantes del programa van compartiendo son las suficientes para que el público se haga una idea de qué y por qué está rondando la casa, ¡todo se vuelve aún más terrorífico!

En conclusión, un fan del terror debe sintonizar con Ghostwatch alguna vez.
Andrés Hisaishi
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2
12 de agosto de 2022
Sé el primero en valorar esta crítica
Empezaré la crítica diciendo que yo soy un enorme fan de los videojuegos de Capcom. No hay verano en el que no vuelva a pasarme con la ilusión de un infante mi amado Resident Evil 4. Habiendo completado del Zero al 8, Revelations 1 y 2, Code Veronica y los recientes remakes, me tengo a mi mismo por... jeje... una especie de "licenciado" en la materia. Viendo tan estimada propiedad intelectual mancillada otra vez por gente que parece no tener ni idea, considero un deber -no, una necesidad- hacerle a Resident Evil la justicia que se merece.

Primero hablaré de lo que sí me gustó de la película.

Muy bien, hecho. Ahora detallaré los puntos negativos, que no son pocos:
Para empezar, ¿a quién demonios se le ocurrió que era una buena idea mezclar las historias de dos videojuegos distintos en una única película de 100 minutos? Para el que no esté muy enterado, Resident Evil 1 y Resident Evil 2, entregas que con escaso éxito pretende "adaptar" Bienvenidos, están protagonizadas por un elenco diferente y se desarrollan en localizaciones distintas. El resultado es una experiencia muy poco cinematográfica. No solo tenemos una trama que avanza de una manera absolutamente deslavazada, sino también un reparto coral con tantos personajes que el guionista no sabe qué hacer con ellos. No miento, ¡la mayoría no pintan nada! He oído a otros aficionados de la franquicia quejándose de la ausencia de Barry, Ada, el Tyrant, Mr. X... Pero en serio, ¿de verdad queréis más personajes en esto? ¿Estáis locos?

Los cambios a la trama de sendos videojuegos, más que atajos narrativos que concedan un poco de muy necesitado dinamismo al relato, resultan en decisiones creativas inexplicables. La clase de decisiones que harían a un fan como yo expulsar espuma por la boca. ¿He mencionado lo aburrida que es? Es atroz. También recurre al muy conocido truco, típico del bajo presupuesto, de saturar hasta arriba los colores y subir la iluminación al máximo para dar un poco de vidilla a unos sets planos y barateros, pero ese ya nos lo sabemos demasiado bien. Mejor no hablar de los efectos especiales.

Volviendo a las preguntas sin respuesta:
¿Quién decidió suprimir toda la personalidad del cuarteto protagonista y convertirlos en un atajo de estereotipos incompetentes?
¿Por qué no se nos explica la conexión entre Umbrella, esa empresa farmacéutica malévola responsable de la epidemia zombi, y el cuerpo de policía?
¿Con qué pretexto está el reportero en la cárcel?
¿Desde cuándo Lisa Trevor es una "zombi buena"?
¿Por qué está en el orfanato en vez de en la mansión?
¿Dónde están las Rayban de Albert Wesker?
¿Cómo es que el orfanato, que está en medio de la ciudad, está comunicado con una mansión en las montañas?
¿Cómo una persona se despierta por el ruido de un disparo pero no por el de una explosión?
¿Por qué inventarte toda esa subtrama de que el virus se extendió por el agua de la ciudad, para tener que dar una explicación cogida por los pelos de por qué hay gente que no está infectada?
¿Por qué colar tantas morcillas y referencias a los videojuegos si vas a escupir en su legado?
¿Por qué Neal McDonough hace unas películas tan malas últimamente?

Y estas son solo algunas de ellas.
Es un viernes por la noche, tengo sueño. Me voy a la cama.

No vean esta película.
Andrés Hisaishi
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
5 de agosto de 2022
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las películas basadas en videojuegos tienen la reputación que se merecen. Cuando no dan al material original el tratamiento adecuado, son objetivamente malas vistas como productos independientes. No es de extrañar que recibiera el anuncio de esta película con cierto escepticismo. Al fin y al cabo, adaptar una franquicia como Uncharted ya trae consigo su propia serie de inconvenientes. Sin ir más lejos, con un número de entregas más que suficiente que abarcan de forma brillante toda la vida del protagonista y un estilo de juego lineal que antepone la narrativa cinematográfica a la jugabilidad; ¿de verdad era necesaria una película? ¿Qué podía ofrecer? Aún así, con todo el talento involucrado en esta producción me esperaba algo por encima de la mediocridad. Me equivocaba.

La trama de la película no comparte continuidad con la de los juegos de Naughty Dog. Aquí se nos ofrece una suerte de reinicio que pretende servir como precuela a la vez que mezcla algunos de los puntos argumentales de Uncharted 4, cambiando totalmente los personajes secundarios involucrados y las localizaciones. Al mismo tiempo incorpora alguna que otra referencia a los videojuegos en una historia que solamente podría definir como caótica y falta, tanto de emoción, como de dirección.

Dejaré mi bilis a un lado y diré que entiendo a la gente que ha disfrutado con ella. Obviando que muchos no conocerán las vivencias originales de Nathan Drake y compañía, la película se presenta a sí misma como una "aventurita" sin pretensiones. Una que basa todo su atractivo en la complicidad con el espectador. No es de extrañar que, en un mundo dominado por Marvel y su infinito arsenal de superhéroes, el consumidor más tradicional de cine de entretenimiento se deleite con una suerte de retorno a los viejos tiempos de Indiana Jones, Tras el Corazón Verde y otros clásicos similares. A ésta en cambio, le falta el alma. Lo más importante. Y lo que me lleva a denunciar el mayor fracaso de esta cinta:

Los protagonistas. Porque sí: no existe el menor atisbo de química entre sus dos protagonistas. Holland se olvida de quién está interpretando y se limita a hacer de Peter Parker una vez más. Whalberg, por el contrario, se pasea de aquí a allá, por toda la película, con una casi trágica expresión a medio camino entre el dolor físico y la indiferencia. "Venga, Mark, solo una semana de rodaje más y tendrás tus millones. Aguanta, aguanta." Admiro su integridad. Sus constantes observaciones y comentarios irónicos se perciben con una honestidad brutal. Sully, más que una figura paternal, parece imitar a un Humphrey Bogart narcoléptico. De los villanos mejor no hablar.

Bueno, después de esta chapa espero que cualquier lector pueda comprender por qué alguien como yo, fan acérrimo de los videojuegos de Sony, ha encontrado esta película tan ofensiva. Para quien no lo sea; la respuesta es "sí". Es posible disfrutar de esta película. Aunque tendrá que hacer un verdadero esfuerzo para ignorar sus más que evidentes fallos. Eso o comprar una Playstation.
Andrés Hisaishi
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
30 de julio de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Allá por 1989, al prolífico director japonés Kinji Fukasaku, especializado en dramas criminales, se le encargó la producción de una comedia policiaca que estaría protagonizada por uno de los humoristas "top" de Japón: Takeshi Kitano (aka: "Beat" Takeshi). El destino quiso que, debido a complicaciones en la salud del realizador, fuese Kitano el que terminase por tomar las riendas del proyecto como director. Pero lo que nadie pudo esperar fue que la dirección de Kitano y el film resultante manifestasen de una forma tan inconfundible la impronta de un autor con una personalidad y una visión tan únicas e irrepetibles. Tan únicas, como digo, que ni los productores, crítica o público fueron capaces de comprender Violent Cop.

La cinta que nos ocupa suele pasar desapercibida dentro de la filmografía de Kitano. Sin haberla siquiera visto, muchos de sus seguidores se sentirían inclinados a opinar que tan sólo fue a partir de Sonatine que finalmente alcanzó su máxima madurez y plenitud estilísticas. Que con aquella y las posteriores Hana Bi y Kikujiro lograría perfeccionar ese contraste tan marcado e impenitente entre nihilismo y sentimentalismo que lo distingue como uno de los autores más originales en activo. No se equivoquen, su debút ofrece todos los rasgos del Kitano más puro.

Lo cierto es que si nos olvidamos un poco de quién es Takeshi, sorprende a más no poder que esta película saliera tan bien como lo hizo. Kitano, sin apenas experiencia tras las cámaras, reescribió todo el guión a su gusto (no aparece acreditado) y exigió al equipo técnico y al director de fotografía los planos más heterodoxos que alguien podría esperar en una producción de bajo a mediano presupuesto japonesa. Planos estáticos de larga duración y travellings imposibles están a la orden del día.
Como es de esperar siendo una obra tan temprana, la banda sonora no es de su colaborador habitual, Joe Hisaishi, pero es de una calidad excelente. Con unas melodías melancólicas muy "noir" que son empleadas de forma esporádica con gran efecto. A destacar el uso de la Tercera Gnossienne de Satie.

Si tuviese que describirla, la definiría como una Harry el Sucio japonesa con un protagonista más sádico que todos los personajes de Clint Eastwood juntos. No deja de ser una trama policiaca relativamente convencional pero es muy satisfactoria. Su estilo refleja el nihilismo de Jean Luc Godard combinado con las emociones interiorizadas y la sequedad de Bresson. También encontrará aquí grandes dosis de humor negro y cuenta con algunas secuencias realmente impactantes y muy bien rodadas. No obstante, se trata de una cinta dura.

En conclusión, si es usted fan de Kitano es imprescindible que la vea. Y si lo que viene buscando es un buen thriller de acción con sello de autor, aquí tiene una pequeña joya que merece su atención.
Andrés Hisaishi
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
26 de julio de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
1. Tener un niño o una niña.

2. Hacerle crecer en una comunidad rural, donde se cree en la patria, el clasismo impera y las ideas son estancas.

3. Forzar en su conciencia unas creencias religiosas de carácter fanático contrarias a su formación como individuo y a una relación sana con su orden natural.

4. Educarle a base de violencia e intimidación. Que cada vivienda familiar sea una suerte de sociedad dictatorial donde la ley del más fuerte es la única que importa.

5. Asegurarse de que todo su círculo social se componga de jóvenes que experimenten las mismas condiciones en su vida diaria y no conozcan existencia más allá de éstas.

6. Garantizar que infancia y adolescencia estén marcadas, primero por un clima de absoluto odio y rencor internacional y; segundo, por el conflicto bélico más sanguinario que ha visto el ser humano. Conflicto en el que es esencial que la nación propia termine derrotada.

7. Que sepa sin lugar a dudas que tal derrota se ha traducido en y se debe a una humillación y burla sistemáticas hacia el país, provenientes de cualquier nacionalidad o grupo ajeno al suyo.

8. Dejar en reposo durante 15 años.

Listo para servir.

La película con la que Michael Haneke ganó su primera Palma de Oro es una producción histórica de una factura impecable. Esos largos y extenuantes planos sumados a un blanco y negro claustrofóbico dan lugar a una película que, según mi punto de vista, es la más perturbadora del austriaco. Aún así, un carácter particularmente político convierte este estudio sobre el origen del nazismo en el más discursivo de toda su filmografía. Se trata de un tipo de cine casi ensayístico. Es quizás la obra más interesante del director para desgranar y analizar en profundidad pero es también la más distante desde una perspectiva puramente emocional. No deja de ser una de las obras definitivas del cine europeo de la década de los 2000, pero para quien no esté familiarizado con Haneke y sus idiosincrasias, Caché o Amour cumplen mejor su función como cartas de presentación.
Andrés Hisaishi
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow