Victor Mature jugador de dados profesional va a ser deportado del país. William Bendix "el blanquito" de Envuelto en la sobra está al margen de la ley y le han robado un libro. El que le robó el libro es el que va a ser deportado. Terry Moore trabaja en un departamento de inmigración con cara de chica mona y hace de chica mona resentida con el futuro inmigrante. Gambling House pasa por ser una peli modesta y moralista sobre la redención por amor. Menos es nada.

Fernando Morales ha dicho notable y es de agradecer. Jacques Tourneur en menos de 80 minutos hace una lección magistral de como contar una historia. Alternando los flashback puntualmente la historia avanza a pasos de gigante. El falso culpable de Tourneur es impensable en el cine de Hitckcock. Al falso culpable también le ayuda una mujer solitaria con cara de tener muchos amigos y es el único pero del film. Al menos en la de Tourneur la mujer le quiere desde el principio. Los villanos no son de la estirpe de Con la muerte en los talones y eso es de agradecer y mucho. También hay nieve y dos maletines. Al caer la noche es junto con A 23 pasos de Baker Street la peli que más me gusta visionar cada poco tiempo. Será que son clásicos poco apreciados por los de aquí.

Dicen que el efecto sorpresa se ha perdido. Claro que quedarán para el recuerdo los asesinatos del diablo. Unas veces con el cuervo y otras por la mano maestra del cabrón del niño. El efecto sorpresa no ha perdido nada del encanto de La profecía. Y los asesinatos dejan en muy buen lugar la de Don Taylor. Asesinatos al 90% de traca. El 10% no será de traca pero hacen de La maldicíón de Damien un clásico absoluto. Y el 10 es por el cabrón del niño.

El mundo en sus manos es pura evasión. Gregory Peck, John McIntire contra Anthony Quinn. Se lo juegan a un pulso y a una carrera y gana Peck. Gregory Peck, John McIntire, Anthony Quinn con la ayuda de Ann Blyth contra Carl Esmond. El pulso en primera instancia lo gana el hombre que le quedaban los hombros ajustados en El ministerio del miedo. El último pulso lo gana Gregory Peck que tiene el mundo en sus manos. Hace mucho leí que ni Errol Flynn hubiera hecho mejor el papel del capitán Clark. Y lo grande es que ni Errol Flynn hubiera hecho mejor El mundo en sus manos. Joya capital del cine es El mundo en sus manos.

Charles Laughton era un actor único. La noche del cazador vive de Robert Mitchum que no es único. Un actor que en raras excepciones me llena. Aquí igual que en el Cabo del terror lo borda. Casi todo lo demás de La noche del cazador es un cuento casi chino y encima tiene la niña más fea que haya pasado por el cine. Parece hija de la Winters. Escenas míticas las tiene La noche del cazador. Escenas de relleno tiene La noche del cazador. Y el final de La noche del cazador es de relleno. Y eso es lo que cuenta. Un final de relleno nunca podrá ser grande. A pesar de que Charles Laughton sea un actor grande y único. De director es otra historia.