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Críticas de Pedro_MG
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Críticas 221
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
6
4 de abril de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Seguro que mucha gente verá el 6 que le doy a esta película y pensará que hay espectadores que se conforman con cualquier cosa. Y mira por dónde, tras haber reposado la cinta después del visionado, creo que estamos ni más ni menos ante un claro ataque, a modo de parodia, hacia esa clase de devoradores de películas sin criterio alguno, surgidos a raíz de una industria cinematográfica carente de ideas.

Seamos realistas: la película defrauda si buscamos gore extremo y un nuevo paso dentro de ese terror gótico americano que representó la primera entrega. Pero es que eso lo sabe el propio Kim Henkel, guionista del filme original. Este señor abominó de las secuelas anteriores y aquí, con un presupuesto bajísimo, ofrece bajo manga una disección muy evidente de los males que tenían (y tienes) las interminables sagas de terror que todos conocemos.

Nos encontramos ante un puñado de personajes estúpidos que nos importan un carajo. Carne de cañón para la familia de chiflados. Tenemos momentos prácticamente calcados a la película original. Y todo ello con mucho menos impacto. Por lo tanto, ¿cuál es el valor añadido de esta película respecto al resto de infinitas secuelas del cine de terror que poblaban los videoclubs de la época? El subtexto. Y para saber más, lo comentaré en la Zona Spoiler.

¿Qué destacaría antes de entrar en detalles? Pues el histrionismo de Matthew McConaughey en un papel absolutamente loco y con momentos de auténtica vergüenza ajena (la guerra a base de botonazos con los mandos a distancia, los ataques de locura con su pareja, la pseudofelación a la escopeta...). Y bien que uno se ríe, todo sea dicho.

En resumen, de por sí es una película absurda, mala, en muchas ocasiones aburrida y con mal ritmo, pero que tiene un detalle que, si el espectador consigue captarlo, cambia totalmente el significado de la misma.
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Pedro_MG
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4
16 de abril de 2021
51 de 75 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recuerdo perfectamente las sensaciones vividas allá por el año 1994, cuando en una revista de videojuegos observé atónito las grotescas imágenes del primer Mortal Kombat, lanzado en consolas un año antes, esta vez en su versión para Mega CD.

Tiempo después lo alquilé para Mega Drive y aquello fue amor a primera vista. Una estética oriental de serie B, con una música emblemática y unos personajes bastante imponentes. Desde entonces, soy un fan acérrimo de la saga creada por Ed Boon y John Tobias. Tiempo después, cuando vi la película de Paul WS Anderson, sentí, pese a la falta de violencia, que estaba presenciando una muy buena adaptación. Veía mucha fidelidad a la historia y respeto por el material original.

Hoy salgo del cine tras haber visto una nueva adaptación cinematográfica del videojuego, después de que la saga vuelva a ser una de las más punteras dentro de los juegos de lucha (entre finales de los noventa y primeros 2000 vivió cierto declive). Esta vez sí hay violencia, bastante además, peleas con grandes actores de artes marciales llegados de Oriente y, encima, se pretende profundizar en la rivalidad entre dos de sus personajes más icónicos: Sub-Zero y Scorpion. Todo pintaba bastante bien, pero... ¿lo han logrado? Bajo mi opinión, creo que no se ha conseguido siquiera igualar a la película de 1995, que con todos sus defectos era muy entretenida y respetuosa con la fuente original.

La violencia esta vez sí es explícita, pero sinceramente, no me termina de impresionar tanto como en el videojuego. Se notan los FX (benditos ochenta con animatronics, gore "real" y látex), las peleas están coreografiadas a la americana (con abuso de planos cortos y cercanos, por lo que no te enteras del todo) y la historia es un absoluto desastre.

Era muy fácil adaptar la trama del primer juego e, incluso, añadir detalles de precuelas como Mortal Kombat Mythologies o el modo Konquest de Armageddon, lo cual habría servido para darle empaque a la historia. Incluso podrían haber apostado por un tratamiento claramente de serie B, con menos palabrería y más enfocado a un estilo similar a cintas como "Bloodsport", con peleas y un nexo entre personajes sólido pero discreto. No es el caso. El personaje de Cole Young es el equivalente a Alice en las adaptaciones de "Resident Evil". Sacado de la manga, pero sin el menor interés. El resto de personajes son fieles estéticamente y en carácter, pero hay ciertos detalles que me chirrían enormemente.

Tampoco me ha gustado nada el ritmo de la cinta. Un buen inicio es penalizado con una parte central excesivamente cansina y carente de interés. Los personajes van de aquí para allá con una facilidad pasmosa y, además, creo que ciertas transiciones pueden distraer al espectador no empapado del universo creado por Boon y Tobias.

En definitiva, me parece una peli muy justita, que intenta darle cierta seriedad a las adaptaciones de videojuegos, pero que queda en una serie B involuntaria, con momentos de bastante vergüenza ajena.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Pedro_MG
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6
18 de marzo de 2021
12 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues nada, cuatro años después tenemos el deseado por muchos corte de Zack Snyder de la Liga de la Justicia. Cuatro años de suposiciones, peleas en foros de Internet, noticias falsas, puñaladas empresariales y creativas. En definitiva, cuatro años de lucha por parte de fans acérrimos del director, que han tenido que aguantar carros y carretas pero, también, han sido responsables de muchas actitudes tóxicas entre la comunidad amante del cine más friki.

A mí El hombre de acero me encantó. Me parece una peli emotiva, épica y con un transfondo interesante. Recuerdo cuando la vi de estreno en los cines y el impacto que me generó es indescriptible. Luego llegó Batman v. Superman, la cual esperaba con cierto interés. Y no me disgustó. Admiro las narices que le echó Snyder para contar algo con un tono tan diferente al de Marvel. En sus dos películas sentías de primera mano lo trascendental que supondría para el mundo verse rodeado de seres tan poderosos. Eso sí, es innegable que la película tiene graves fallos: unos de casting, otros de guion. Pero repito, admiro lo que intentó Snyder y desgraciadamente Warner le boicoteó.

A Snyder le dieron cera como nunca se había visto y se despreció la libertad creativa aprovechando una tragedia familiar, dejando que Joss Whedon, con una visión completamente distinta y puramente enfocada a los gustos más genéricos de la actualidad, destrozara gran parte del trabajo original. Por eso, la llegada de este corte es tan importante. Pero al final, lo fundamental de todo esto es la calidad de la nueva cinta. ¿Es mejor el corte de Snyder respecto al de Whedon? Sí. ¿Es el corte de Snyder una gran película de superhéroes? Para mí, sin ser mala peli, no. Lo que ocurre es que, pese a la duración de cuatro horas, tengo la sensación de que los cambios no son tan evidentes y estamos ante otro blockbuster genérico, como los que venimos observando los últimos años.

La historia es la misma. No se han eliminado todos los chistes (pese a vender la idea de querer desmarcarse del tono Whedon/Marvel), la violencia mediante CGI no impacta y la banda sonora no está a la altura. En todo momento tenía la sensación de estar viendo lo mismo que en 2017, pero con cierta mano de pintura para adecuarlo a los gustos de su verdadero creador.

Pero también es innegable que, como blockbuster, la visión de Snyder siempre será superior a la del telefilmesco Whedon. Las escenas de acción mejoran y, al menos, se intenta transmitir un aire más adulto. Sin embargo, ese tono sombrío y en ocasiones desasosegante de las dos anteriores aquí no se percibe. Se estira el chicle durante las dos primeras horas para hacernos empatizar con unos personajes a los que apenas conocemos, se expanden batallas y situaciones concretas, entremezcladas con cosas que ya vimos en el pasado. Y al final, la sensación es de estar ante algo genérico y con un estilo ya no tan personal como el que esperábamos.

Por todo eso, pese a que es una película entretenida, me ha dejado algo frío.
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Pedro_MG
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7
24 de febrero de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Francis Ford Coppola dio un golpe en la mesa a comienzos de los 70 y se convierte en el realizador de referencia dentro del nuevo cine americano. No contento con ganar un Oscar como guionista por "Patton", y de haber sido artífice de una verdadera obra maestra como es "El Padrino", dos años después se anima con una secuela y consigue, como mínimo, igualar el nivel de su antecesora. El Padrino 2 se convierte en otro éxito de crítica y público, con lo que Coppola mantiene su idilio con el séptimo arte. Sin embargo, entre ambas entregas sobre la saga mafiosa creada por el escritor Mario Puzo, muchos olvidan que en ese mismo 1974, Francis Ford Coppola produce, escribe y dirige otra película: La conversación.

La conversación nos cuenta las vivencias del detective privado Harry Caul, interpretado por Gene Hackman, que con sus conocimientos en tecnología para la escucha de conversaciones ajenas, se dedica a espiar a una pareja por orden de un cliente desconocido. Lo que aparentemente parece un trabajo muy del montón, una de tantas infidelidades deseosas de ser descubiertas por un marido celoso, empieza a obsesionar a nuestro protagonista una vez empieza a indagar sobre el contenido de la conversación obtenida. Harry, con ciertos fantasmas del pasado, es un tipo con no demasiadas habilidades sociales e incapaz de abrirse ante los demás, llegando a resultar desagradable con aquellos que simplemente quieren conocerle un poco o le preguntan cualquier cosa, por simple que sea.

La interpretación de Gene Hackman como el detective me parece muy buena. Hackman es un gran actor y desgraciadamente decidió retirarse hace algunos años, pero casi siempre lo recuerdo en papeles de carácter y la primera vez que vi esta película me sorprendió por el tipo de personaje que interpretaba. Junto a él vemos algunos rostros conocidos, entre ellos a un joven Harrison Ford, a Robert Duvall y a John Cazale.

El ritmo de la película es pausado y se centra mucho en explorar las posibilidades que ofrece la tecnología para tratar de reconstruir la conversación que da título al filme. Quizás puede decirse que la parte central, situada en la feria tecnológica y la posterior fiesta en el recinto donde Harry trabaja, se alargan demasiado y te hacen perder un poco el hilo, pero creo que incluso esos momentos nos sirven para conocer mejor las manías del protagonista y para desvelar esa parte oscura de su pasado y que justifica su comportamiento antisocial. Dado este ritmo, lo que nos cuenta la película y el carácter del protagonista, tiene sentido encontrarnos con una puesta en escena gris y apagada, tanto en el centro de trabajo de Harry, en las calles, así como en las oficinas y otras localizaciones que vamos descubriendo con el paso de los minutos. Mención especial a la acreditación de Walter Murch en el apartado sonoro. Murch es uno de los principales referentes en este campo y en esta película el sonido es fundamental para entender el avance de la trama. La banda sonora contiene un curioso tema que acompaña a Harry en diversos momentos y, además, se incluyen algunas canciones de jazz de artistas tan relevantes como Duke Ellington.

El contenido de la película, así como el año de su estreno, 1974, dan a entender que está claramente influenciada por la realidad política de Estados Unidos. La cinta se estrenó en abril de ese año y sólo unos meses después, Richard Nixon dimitía como presidente por el escándalo Watergate, relacionado con escuchas ilegales al partido demócrata. Sin embargo, la película está influenciada por "Blow-Up", de Michelangelo Antonioni. Coppola llevaba desde la década anterior tratando de encontrar financiación. Sólo lo consiguió una vez alcanzó el éxito con El Padrino. Paramount dejó libertad al director, con tres millones de dólares de presupuesto.

El filme tiene la losa de situarse entre dos obras maestras como son "El Padrino" parte 1 y parte 2, y de la posterior "Apocalypse Now", lo que ha llevado a que mucha gente no le dé la importancia que merece. Es una muy buena película y mantiene el alto nivel que ofreció Coppola durante esa década, nivel que fue decayendo posteriormente, con algunas excepciones como la tercera entrega de los Corleone o su adaptación de Drácula, ambas de comienzos de los noventa. Pero es una obra que, directa o indirectamente, ha influenciado a proyectos posteriores. Películas como "Impacto" también usan el sonido para investigar un crimen, aunque en un tono mucho más cercano al de Hitchcock, como es costumbre en Brian de Palma. Más evidente sería la influencia en la alemana "La vida de los otros", una película magnífica también, a mi juicio incluso mejor que la de Coppola. Como curiosidad, circula la teoría de que la cinta "Enemigo Público", de Tony Scott, es una especie de falsa secuela de "La conversación", con un personaje también interpretado por Gene Hackman que comparte muchas características que definen a Harry Caul.

En resumen, "La conversación" es una de las muchas grandes películas que ofreció el cine americano en aquellos años setenta. Un cine capaz de tocar toda clase de temas y en diversos tonos, donde, además, el director ya no era un simple artesano, sino un artista en toda regla. Muchos clásicos incuestionables todavía hoy surgen de aquellos cineastas que pusieron a Hollywood patas arriba. Un periodo de libertad que desgraciadamente se derrumbó poco después, con la ruina que supuso para la United Artist un proyecto como "La puerta del cielo", de Michael Cimino. Desde entonces, la libertad del director se vio muy reducida, los productores volvieron a tomar el control absoluto y los blockbusters que ya empezaron a generar impacto cultural y económico entre el gran público dieron paso a unos años ochenta donde la vertiente más comercial volvió a imponerse. Y así hasta nuestros días…
Pedro_MG
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4
24 de febrero de 2021
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Hiroshima, mon amour" nos muestra el tórrido romance entre una actriz francesa y un arquitecto japonés, con la ciudad de Hiroshima de fondo y en plena reconstrucción, tras sufrir años atrás el horrible ataque nuclear con el que se puso punto y final a la Segunda Guerra Mundial. A lo largo del metraje, iremos conociendo parte del pasado de los protagonistas, que carecen de nombre propio en la historia. Especialmente importante para la trama es el desarrollo del personaje femenino, que poco a poco irá abriéndose ante su amante y contando sus vivencias durante el conflicto bélico en su país, vivencias que le llevaron a ser repudiada por vecinos y familiares, creando en ella un trauma emocional prácticamente imposible de superar.

Alain Resnais provenía del mundo del documental, cosa bastante evidente observando los primeros quince minutos de la película, donde se nos muestran imágenes de archivo con las consecuencias que produjo el uso de la bomba atómica sobre la población de esta ciudad japonesa. La idea inicial de Resnais era realizar un documental sobre la reconstrucción de Hiroshima, pero tras hablarlo con su productor, decidieron sacar adelante una obra de ficción con toques documentales. El primer paso fue contactar con la escritora Marguerite Duras, que presentó un libreto con líneas de diálogo con intenciones claramente reflexivas y profundas, donde lo que primase fueran los matices que actor y actriz principales supieran sacarle a la historia.

La película destaca especialmente por su montaje. Es interesante conocer el pasado de la joven actriz en su localidad natal mediante el uso de flashbacks, técnica que, si bien no era nueva, sí parece que cogió por sorpresa a gran parte de los espectadores. Este montaje intenta darle a la película algo de dinamismo en ciertos momentos, si bien el tono de la cinta es extremadamente pausado, provocando la sensación, pese a su corta duración, de ser bastante más larga de lo que parece. La fotografía del filme también tiene momentos muy notables, especialmente en su tramo final, mostrando la noche japonesa en plena reconstrucción.

Se ha hablado, y se sigue haciendo, de si realmente este tipo de cine es tan bueno como se dice desde gran parte de la crítica especializada. A muchos nos viene a la cabeza la imagen del crítico pedante y elitista, calificando de anti intelectual a todo aquel que no disfrute con este tipo de cine y sí con las películas de género y comerciales. Siempre he pensado que es un debate que no lleva a ninguna parte, ya que los gustos son muy personales y muchos de estos críticos, o consumidores de cine y artes especialmente “avanzadas” (si es que podemos utilizar ese término) caen constantemente en una desagradable costumbre, que es la de usar la clásica falacia de autoridad. Si gusta a críticos refinados, es que la obra es buena, dejando a quienes no la disfrutan como personas carentes del suficiente intelecto como para entenderlas.

Y esto es algo que me da muchísima rabia tras haber visto esta película. Porque no me ha gustado absolutamente nada.

Me interesa el peso del pasado. Los traumas sufridos y las dificultades que tenemos para poder vaciar la mochila de viejos recuerdos cargados de drama y dolor. Me gusta que el cine me cuente algo más allá de una ensalada de disparos y explosiones. Me interesa esa relación interracial y extramatrimonial de finales de los cincuenta, en una sociedad mucho más conservadora que la actual. Me interesan los conflictos y choques culturales entre Oriente y Occidente, y más con el factor colonial que tenía todavía la Francia de aquellos años. Y me interesa el contexto post bombardeo, el contenido antibelicista. Pero ni Resnais ni Duras consiguieron en menos de hora media que mostrase interés con unos diálogos cargados de pedantería, muchas veces vacíos, ni con unas actuaciones que no me transmitieron nada. Se habla del gran papel de la actriz Emmanuelle Riva, pero yo, modestamente, considero que está completamente pasada de vueltas.

En resumen, "Hiroshima, mon amour", quizás no sea de esas películas a las que le vuelva a dar una oportunidad y poder valorarla en su justa medida. Quizás el error sea mío y, como dicen algunos críticos muy sesudos, no todos disponemos de suficiente nivel como para valorar estas obras, pero mientras tanto, prefiero quedarme con otros tipos de cine menos cargados de ínfulas.
Pedro_MG
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