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Críticas de Tobey Dunst
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Críticas 6
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
4
13 de febrero de 2010
22 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Se puede conseguir un reparto más repleto de caras conocidas que este? Difícilmente. ¿Se pueden reunir a más actores que ya han demostrado tener cierta gracia natural en una misma comedia? Probablemente no. ¿Es esto sinónimo de conseguir una buena comedia romántica? Ni muchísimo menos.
“Historias de San Valentín”, dirigida por Garry Marshall (director de las existosas “Pretty Woman” o “Novia a la fuga”), toma el relevo de “Love Actually” para relatarnos una serie de historias con un detonante común: el amor. El problema es que no está a la altura de la situación.
Hacer comedia no es fácil, y hacer buena comedia mucho menos. Este es uno de los principales problemas que nos encontramos cuando llegan a las salas de cine este tipo de comedias románticas cuyo principal reclamo son sus actores protagonistas, entendiéndolos como caras bonitas (o simplemente conocidas) que arrastrarán al cine a millones de espectadores. Es entonces cuando se dejan de lado prioridades como un buen guión o una buena dirección de actores, ambos aspectos fundamentales para que una comedia salga a flote.
Y, además, esta excesiva abundancia de actores provoca otro grave problema: ninguno brilla, ninguno sorprende, ninguno llega a provocar más de una, o, si está realmente inspirado, dos sonrisas durante su breve aparición. Y es que a excepción de muy pocos (Anne Hathaway, Bradley Cooper o Julia Roberts), todos aportan a “Historias de San Valentín” una de sus facetas más aburridas.
Pero no toda la culpa recae en la falta de entrega de sus actores protagonistas, de hecho, muchos de ellos han tenido que lidiar con personajes planos, historias que ya han sido contadas millones de veces y escenas de las que, difícilmente, podrían haber salido con cierta dignidad. Quizá actores como Jessica Biel, Jennifer Garner, Emma Roberts, Queen Latifah o Hector Elizondo se han limitado a intentar salir bien parados de una serie de personajes que rozan la absurdez en ciertos momentos.
En definitiva, nos encontramos ante una película cuya única (y fallida) baza son las historias de las parejas protagonistas, encarnadas por casi una veintena de caras conocidas que no aportan, ni mucho menos, todo su potencial. Aun así, no llega a ser una película realmente aburrida, consiguiendo en el espectador un par de carcajadas durante su visionado (eso sí, todas a cargo de Anne Hathaway).
Tobey Dunst
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9
13 de febrero de 2010
26 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tom Ford debuta como director tras toda una vida dedicado al diseño y a la moda. El hombre que se ha convertido en modelo de sus propias fragancias y que es conocido como el salvador de “Gucci” (sacando a la empresa de la quiebra en la que se encontraba y convirtiéndola en lo que es hoy en día) ha pisado con éxito la no menos glamurosa alfombra roja del cine.
Lo cierto es que “Un hombre soltero” brilla de forma especial, quizá por la esplendida labor artística de Ford, por los magníficos papeles protagonistas de Firth o Moore, o por una más que correcta adaptación de la novela original del mismo nombre, escrita por Christopher Isherwood en 1964 y que es considerada una de las novelas más relevantes del movimiento moderno de liberación homosexual.
Ford aporta a esta película algo esencial: su estilo. Sin él, “A Single Man” podría haber sido, únicamente, un relato en clave de drama sobre el amor y la pérdida de un ser querido, sin embargo, ha conseguido convertir cada una de las escenas en una lección de estilo, cuidándolas tanto como podría hacer con cualquiera de sus diseños.
Por su parte, Colin Firth, en su papel de George, está más que sublime, consiguiendo una identificación plena del espectador con el personaje y una carga dramática impactante durante toda la duración del film. De hecho, si no fuera por el Mandela de Morgan Freeman en “Invictus”, me atrevería a decir que estamos claramente ante la mejor actuación masculina del año. Y aunque Firth está incomparable, nada tienen que envidiarle sus compañeros de reparto, destacando sobretodo a la increible Julianne Moore en el papel de Charley, quien otorga a la película un punto de locura y descontrol a partir de una actuación magnífica.
En cuanto a la adaptación, nos encontramos ante un relato de casi cien minutos para asistir a no más de 24 horas de la vida de George, lo cual podría haber provocado un visionado considerablemente lento. Nada más alejado de la realidad, Tom Ford y David Scearce (encargados de la adaptación) han sabido encontrar el ritmo necesario para este largometraje.
Haciendo gala de todo lo mencionado , “Un hombre soltero” se ha ido consagrando como una de las revelaciones cinematográficas del año, consiguiendo premios y nominaciones allá por donde va. Lo que veremos con el paso del tiempo es si esto es presagio de una futura carrera como director por parte de Ford o si, simplemente, es un exitoso affair con el mundo cinematográfico.
Tobey Dunst
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6
21 de enero de 2010
36 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace meses, Nine era un prometedor musical dirigido por Rob Marshall en el que tendríamos el placer de disfrutar de un elenco de vértigo dirigido por un experto en la materia. Con estas premisas, y dando por hecho que sería una de las películas del año, el fiasco no se vio venir. Y es que “Nine”, más allá de opiniones particulares y subjetivas que puedan ser escritas por cualquier crítico cinematográfico, ha sido un fiasco. Una producción de esta altura, con más de 80 millones de dólares de presupuesto y un elenco de infarto que no supera en taquilla los 18 y que no levanta las pasiones esperadas convierten a Nine en uno de los fracasos del año, en lo que pudo ser y no fue, en la “Australia” de 2009. Lo que toca analizar ahora es el por qué de este fracaso, el motivo por el cual un producto destinado a ser recordado por su calidad y notoriedad pasará sin pena ni gloria por las pantallas de todo el mundo.
Nine es la versión cinematográfica de un éxito de Broadway del mismo nombre, y aquí encontramos el primer fallo del film: su adaptación. En todo momento, durante la duración de la película, el espectador tiene la sensación de estar ante la grabación de una obra de teatro, y esto es algo que, si se hace con plena intención y el trabajo artístico adecuado puede convertirse en una idea original y memorable, como ocurre en Dogville. Pero este no es el caso, y lo que se destila de Nine es un fallo de adaptación, Anthony Minghella y Michael Tolkin no han sabido convertir el libreto de un musical en el guión de un largometraje.
En la dirección se encuentra Rob Marshall, director de la aclamada “Chicago” y hombre al que se le exigía demostrar en “Nine” que era el maestro del musical cinematográfico y que nadie como él sabe trasladar a la gran pantalla los sentimientos y emociones que evoca un musical. Lo que encontramos, sin embargo, es un ambiente excesivamente frío y, en la mayor parte de los actores, descoordinado, donde cada personaje es relevante exclusivamente de forma individual y funciona durante el tiempo que dura su canción correspondiente. La sensación tras el visionado de Nine es la de haber asistido a la mezcla de diez videoclips dirigidos con cierta gracia.
Continua en "Spoiler" por falta de espacio.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Tobey Dunst
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3
4 de diciembre de 2009
39 de 65 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este fin de semana llega a las salas españolas SPANISH MOVIE, un intento por parte del cine patrio de subirse al carro de las Spoof Movies, películas absurdas y que, en muchos casos, se burlan de distintas películas de género.

Con un reparto encabezado por Alexandra Jiménez, Silvia Abril, Joaquín Reyes y Carlos Areces y con la aparición estelar de Leslie Nielsen, cuya cara es mundialmente conocida por haber realizado este tipo de películas durante la mayor parte de su carrera, Spanish Movie parodia títulos tan reconocidos como “Volver”, “El laberinto del fauno”, “Los Otros” o “Mar Adentro”.

Destacar, dentro de este reparto, las actuaciones de Alexandra y Silvia, encarnando las parodias de “Volver” y “Los Otros”, ya que estamos ante un grato descubrimiento para el mundo de la comedia como es Alexandra Jiménez y la solidez de una gran cómica como es Silvia Abril. Por el contrario, Joaquín Reyes y Carlos Areces, caras conocidas por su participación en “Muchachada Nui”, se encuentran en este film demasiado sobreactuados y, en ocasiones, pueden llegar a sacar de quicio al espectador, como ocurre con ciertos aspectos de la caracterización del personaje del fauno, que Joaquín, aunque se ha logrado mucho con un excelente trabajo de maquillaje, no ha sabido llevar a cabo.

Las parodias a grandes películas del cine español son fácilmente reconocibles, debido, sobretodo, a que únicamente se han parodiado películas de los últimos diez años, sin embargo, no todas provocan en el espectador lo que pretenden. Por citar dos casos que se encuentran en cada extremo, la parodia que lleva a cabo Alexandra Jiménez durante toda la película imitando al personaje de Penélope Cruz en “Volver” está realmente conseguida y llega a provocar más de una carcajada, sin embargo, la que lleva a cabo Carlos Areces del personaje de Javier Bardem encarnando a Ramón Sampedro roza el mal gusto en ciertas ocasiones.

Si tratamos de buscar un punto fuerte en la película, sería, sin duda, sus cameos, ya que nos encontramos con diversas apariciones de personajes conocidos por todos (o casi todos) los espectadores y con los que consiguen un doble juego, sorprender y llevar más al extremo la burla al contar con sus propios protagonistas originales. Así, las colaboraciones de personajes como Belén Rueda, Alejandro Amenabar, Alex de la Iglesia o Juan Antonio Bayona parodiándose a si mismos son realmente graciosas.

En definitiva, nos encontramos ante una película pobre, donde lo más destacable es, sin duda, su comienzo, un inicio plagado de risas y que provoca en el espectador la sensación de que está comenzando una hora y media de buena comedia. Eso sí, esta sensación dura, como máximo, diez minutos. Tras colocar el listón muy alto con este inicio la película decae casi de continuo provocando, incluso, que un metraje que no llega a los 90 minutos se haga realmente pesado.
Tobey Dunst
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8
26 de noviembre de 2009
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando nos sentamos en la butaca de una sala de cine y nos disponemos a ver una película realizada por el director británico Ken Loach, esperamos, por lo menos, dos cosas. La primera, una realización casi perfecta, labrada con la experiencia del paso de los años detrás de las cámaras, y la segunda, un guión marcado por un realismo social que caracteriza a la gran mayoría de sus películas. Y esta es la base a partir de la que se ha construido este film.

A priori, Buscando a Eric es, únicamente, una película que narra las idas y venidas de Eric Bishop, un hombre aficionado al futbol y seguidor del Manchester que, tras separarse de su mujer, tiene que hacer frente a la convivencia con dos hijos adolescentes realmente problemáticos. Sin embargo, el toque personal de Loach y la pluma de Paul Laverty convierten esta historia en una oda a la amistad y al optimismo.

Loach y Laverty, grandes aficionados al futbol, tratan durante este largometraje de mostrar una visión del conocido como “deporte rey” que va más allá de convencionalismos y de prejuicios en los que sus aficionados son bestias de asalto gritando y vitoreando a once hombres en pantalón corto dándole patadas a un balón. Se nos muestra, sin embargo, un deporte que ofrece a un grupo de carteros (y, como ellos, cientos de miles de hombres y mujeres) la oportunidad de encontrar un punto en común, una afición y un modo de vida que les llevará a forjar una amistad capaz de mover montañas.

Con esta, ya son nueve las películas realizadas por el tándem Loach – Laverty. Algo que se nota, sobretodo, en la casi perfecta comunión entre el guión y la realización del film. Plano por plano, Loach consigue hacer llegar al espectador cada una de las emociones que experimentan los personajes creados por Laverty.

Además, durante el desarrollo de la película se nos muestra, con mucho acierto, el entorno familiar del protagonista, produciendo una empatía en el espectador que le introduce de lleno en la historia.

Y es casi obligatorio destacar la presencia de Eric Cantona, polémico futbolista del Manchester United y con un recién descubierto potencial escénico muy superior al que cabría esperar de alguien que jamás se ha puesto delante de una cámara. La química que transmite junto a su compañero de reparto Steve Evetts es, cuanto menos, genuina.

Este material, unido al toque realista que Loach aporta a cada una de sus películas, se ve traducido en una calidad que podemos encontrar en muy pocas películas hoy en día, estando, por lo tanto, ante un film muy notable y altamente recomendable para todo aquel que disfrute con el buen cine.
Tobey Dunst
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