Durísima película que cuenta una historia real, por lo que es tan dramática como necesaria. Crea debate y muestra verdades sobre la crueldad humana, la homofobia, la falta de entendimiento y de tolerancia.
Hilary Swank hace un papel espectacular, teniendo en cuenta que aunque posee ciertos rasgos ambiguos, es una mujer altamente femenina en otras ocasiones.

Una película sólo entretenida con interpretaciones bastante mejorables. Al principio parece una producción de dos amigos haciendo el tonto en su piso, luego mejora a ratos. Hay escenas divertidas y escenas realmente dramáticas, aunque siempre escaseando la buena interpretación. No me gustó la frivolidad con que se trataron algunos temas como las violaciones y la poca naturalidad con que se trata la homosexualidad...

Vi esta peli porque me recomendaron visionar la relación homosexual con roles arquetípicos que en ella se refleja. Efectivamente, no puedo dejar de pensar que la intención es clara en esa Gina Gershon masculina con tatuajes, voz grave, camioneta y gusto por la cerveza. Más allá de esta curiosidad, me gustó el film. Acción, intriga, noir en todo su esplendor aderezado con algunas caídas que ya preveían la intención Matrix y una buena dosis de erotismo en el límite de lo pornográfico.

Todo es sutil en este film. Ritmo sutil, aunque sin llegar a hacerse lento. Imagen, historia, aclaraciones sutiles. La música, por estar en el límite de la concordancia con la película, me encantó.

Impresionante obra visual sumida en una banda sonora excelente y llena de rostros perfectos, carretera, frío, camareros y whisky. Norah Jones y Jude Law están soberbios, Rachel Weisz y Natalie Portman son como dos ángeles con demenciales vidas humanas. El resto es poesía con sabor a arándanos, a puertas que se cierran y se abren, a postales y a besos en los labios.