Una película que se disfruta de principio a fin, hasta el punto de superar el original. Esta versión del clásico de la serie B de ciencia ficción, "La tienda de los horrores", es una divertida comedia y un buen musical, especialmente recomendable para quienes les guste la música negra de los 60 y 70 (no en vano, el lider de los Four Tops da voz a la planta alienígena y si no recuerdo mal ganó el Oscar a la mejor canción del año).
Además de la música, destacar la impagable la escena de Bill Murray acudiendo al dentista (Steve Martin), uno de los momentos más hilarantes que jamás he visto en una sala de cine, y el diseño de Aubrey, la planta del espacio y verdadera protagonista de la función.
Aunque en España paso bastante inadvertida por las salas de cine, es una película excelente que disfrutarán todo tipo de públicos.
Lástima que aún no esté disponible en DVD, ni siquiera de importación, porque es una película que apetece volver a ver.

Harvey es un conejo de más de 2 metros de estatura, amigo inseparable de Harvey, un hombre afable y querido por todos en el pequeño pueblo donde vive. Harvey es feliz con esta situación, pero no así su familia, que puesto que no ve a Harvey por ningún lado, llega a pensar que está como una cabra.
La película, basada en una obra de teatro que obtuvo el Premio Pulitzer, además de ser una brillante reflexión sobre aspectos tan trascendentes como la cordura y la felicidad, resulta realmente tan fresca y divertida como hace 50 años y, además, nos permite disfrutar de una lección de interpretación de James Stewart en uno de sus papeles menos conocidos.

La siguiente y esperada película de Peter Cattaneo tras la excelente Full Monty es una buena película, sin más. Una correcta película, pero falta de talento, de ángel, de encanto, lo que hace que, irremediablemente defraude al espectador. Es una buena película, sí; pero, digamos en un sentido académico, con todo lo que la palabra académico aporta a una frase, es decir: corrección formal y técnica, buena dirección, actores, etc, pero impersonal y condenada al olvido casi inmediato.
¿Cuál es el error? Digamos que no ayuda demasiado que la acción transcurra en el interior de una cárcel, con todas las limitaciones que se presuponen a un marco tan reducido y poco dado para una comedia. O que, tal vez, otros actores hubieran podido darle algo de vida al invento. O simplemente, que el listón estaba tan alto que era casi imposible acercarse a lo que mayoritariamente esperaba el público después de Full Monty.
Por último, apuntar a quien quiera verla, que el DVD español, al menos el visto por mí, es de una calidad infame, con la imagen absolutamente distorsionada y los actores alargados como figuras de El Greco.

Vampiresas de 1933 funciona como dos películas dentro de una, o dos espectáculos al precio de uno. Por un lado, tenemos una agradable comedia, dirigida por Mervyn LeRoy ambientada en el mundo del teatro: tres amigas intentan salir adelante en el mundo del espectáculo, pero son los momentos más duros de la depresión y hasta los empresarios se ven obligados a cerrar sus teatros. Una de las chicas se enamora del vecino de enfrente, aparentemente un artista y músico tan escaso de fondos como ellas. Se prepara una gran obra en Broadway, pero una vez más falta el dinero, y el vecino se ofrece a ayudar con el espéctaculo. Por otro lado: el propio musical donde trabajarán los protagonistas de la obra, dirigido por Busby Berkeley, con unas coreografías y unos decorados muy imaginativos y sumamente espectaculares, además de chicas ligeras de ropa desafiando al código Hayes (muy interesantes los comentarios que aparecen en los extras del DVD)
Comedia, musical e incluso cierta crítica social. Un magnífico musical para todos los amantes del género.

Gran duelo interpretativo entre Dustin Hoffman y Dennis Franz, sobre la obra de teatro del galardonado David Mamet. En esta ocasión Mamet no dirige, recayendo la responsabilidad en el desconocido Michael Corrente, quien consigue sacar lo mejor de estos dos grandes actores.
A pesar de tratarse de un texto teatral, con las limitaciones de escenario y número de personajes que impone, y de ser una obra de cine independiente con escaso presupuesto, una vez más se demuestra que con un buen guión, un director competente y unos actores comprometidos con su trabajo, se pueden conseguir grandes resultados.