El director logra entrelazar la vida presente con el pasado tormentoso del protagonista, marcando su historia pretérica en blanco y negro para darle mas dramatismo a lo vivido.

El personaje en sus dos roles, pasado y presente, en su forma física lo caracteriza magistralmente tan demacrado, esquelético y desgarbado en su historia pasada, para luego mostrarse robusto y vigoroso en el presente.

La fotografía, el vestuario, las escenas costumbristas son muy meritorias.

Cuando a los directores les da por seguir una corriente, como es en este caso de las películas en manga ya gana un desmérito porque quiere decir que a los personajes de carne y hueso no es capaz de transmitirle los sentimientos que deben convencer al espectador.

La historia es llevadera y entretiene pero no es pegajosa.

No hay fotografía, tampoco la hermosura y variedad de colores que se suele ver en Nepal, la india con sus trajes típicos.