Película dificil de catalogar. Vamos a ver: la idea es interesante y plantea un acercamiento psicológico a la mente de un perdedor, introvertido, extrañamente simpático (aunque inquietante) y juvenil fotógrafo. Casi desde el principio y antes de la media hora ya sabemos de qué se trata y como probablemente termine; esto, a pesar de que se plantee como un misterio no me parece lo más importante, ni lo más interesante. Aqui lo diferente, por momentos debo conceder que casi magnético, es el cuasi monólogo que va discurriendo el protagonista durante largos tramos del film, y aquí es donde la peli juega un poco con nosotros, generosos espectadores; esa introspección constante nos hace acompañar las desventuras del protagonista e incluso simpatizar con él. Lo que ocurre entonces cuando se dispara la historia, es que ya vemos las cosas desde su ángulo, y salvo un equívoco, vemos la realidad desde los ojos del fotográfo, y si somos espectadores generosos la película puede gustarnos, entretenernos, e incluso ganarnos en algunos momentos.
Sobran por supuesto las propuestas psicológicas (algo que ocurrió en la niñez) que explican algunas de las conductas extremas del protagonista, y esa especie de paralelismo que establece entre los destellos del flash y los recuerdos, y las fotos (retratos) de mujeres casi anónimas.
Un planteamiento más ambiguo, sin una conclusión tan explicita, le hubiese dado un vuelo que la película no tiene. De todos modos (siendo generosos) resulta interesante, el actor que hace el fotógrafo no está mal, la fotografía es buena, la banda sonora tiene momentos muy buenos, y la textura general del filme se siente bien, no agrede, acompaña, por momentos intriga, por momentos entretiene, y la peli se desliza casi suavemente hacia un final que conocemos prácticamente desde el principio, pero no molesta, tampoco conmueve, simplemente se deja ver, como si la realidad pasara por el lente de la filmadora que al comienzo enciende el protagonista.
Si dejamos de lado algunas obviedades y tonterias argumentales, la película se deja ver bien, la actuación del protagonista no está mal, los secundarios (salvo la asistente que, con buena voluntad, pasa) son casi decorados, el resto: algunos diálogos, el largo monólogo del fotógrafo, la fotografía, especialmente la banda sonora, construyen un todo, desparejo, pero que se deja ver. Si fuera una canción diríamos que es una buena melodía con una letra pobre.

Después de leer algunas críticas absurdas de personas que no ven nada valorable en esta cinta me decido a escribir un par de líneas, simplemente para acompañar a la mayoría que vio en esta peícula una obra de arte mayor, ineludible.
No voy a sumar elogios a las virtudes de este filme que otros ya han agotado casi hasta el cansancio. Lo único que quiero decir es que esta película no te da respiro, es como una golpiza de puro cine.
Después Tarantino haría Pulp Fiction que es una muy buena película, pero no tiene ni remotamente el impacto de Perros de la Calle. Creo que en Pulp Fiction hay un cierto regodeo en formulas narrativas que funcionan tan bien en Reservoir dogs, y sin llegar a decir que se trata de una película pretenciosa creo que hay un mirarse al espejo y decirse "que talentoso que soy" en algún momento de Pulp Fiction.
Después haría cosas olvidables como la serie Kill Bill, la pasable Jackie Brown, la despareja, alocada (y bastante mala) Bastardos sin gloria, la sobrevalorada Django Desencadenado, y alguna otra cosa que se me escapa.
Creo que Tarantino nunca logro recuperar la frescura, la fluidez para narrar de Perros de la Calle, pero esto no le quita mérito a un filme antológico.
Comprendo que la opinión aquí es libre y cada uno dice lo que le parece, pero me permito no solo disentir, sino expresar mi desencanto por aquellos no lograron ver en este filme una obra mayor.

"El fin de los sentidos", título con que se la conoce en el mundo latino es una buena película, con una idea bastante trillada (final apocalíptico) aunque tratada con originalidad, con un pulso muy firme en la dirección, actuaciones más bien distantes pero correctas, una fotografía exquisita por momentos, salvo en algunos montajes de fotografías al estilo Power Point, y un final decepcionante, aleccionador, casi de aforismo popular o libro de auto ayuda (cuando el desarrollo de la película y las situaciones merecían un final de mayor impacto).
Si se trata de una alegoría, la idea, el desarrollo, y los avatares de la película, dan para moverse en ese rubro, pero la conclusión es trillada, casi pueril, repetida una y mil veces, en el cine y la literatura, y no exactamente en la mejor.
Conclusión, y no voy a extenderme, si algo bueno tiene el filme, es esa especie de cosa envolvente que se da mucho en la música, en largos momentos suena como una sinfonía, de imágenes, música, fotografía, ritmo, y el clímax, que en este caso debe coincidir con el final, decepciona, sugiere (más bien lo dice claramente) un lugar común que como en el título de este comentario decepciona, transformando la película en una sinfonía inconclusa.
Hay un montón de críticas de esta cinta y quizá la mía resulte innecesaria, de todos modos quiero exponer mi opinión, de lo que pudo haber sido una excelente película, nos queda un tratamiento original y virtuoso de un tema bastante manido y permítaseme la expresión aunque no sea académica, un final bastante pelotudo. Hay que verla de todos modos, si somos un poquito generosos, tiene momentos muy disfrutables, escenografía, fotografía, dirección, no tanto actuaciones (aunque correctas), incluso humor, y algún atisbo de poesía. El final nos deja fuera y si fuera poco además nos alecciona y mata todo lo que pudo tener de original o fermental que plantea la cinta.
Hay que verla y formar una propia opinión, esto y no otra cosa es lo que me lleva a pergeñar este comentario.

Pusher no deja de ser una película entretenida, a pesar de los lugares comunes alrededor del mundo de la droga y los personajes que giran en torno a ella, sin embargo creo que no aporta nada nuevo en cuanto al tema, hemos visto infinidad de películas parecidas (algunas de mucho mejor factura técnica y artística).
Las actuaciones son bastante anodinas, la fotografía no aporta demasiado, y la ambientación es pobre, peor que pobre: inexistente, los actores, los espacios, los personajes parecen personas en un casting cualquiera y puestas en la cinta con la ropa y el aspecto con el que se presentaron al casting.
Hay que concederle que mantiene cierto ritmo y algunas escenas parecen reales, aunque en general es difícil de creer que esos personajes puedan sostener una historia medianamente creíble.
El final de algún modo sorprende y quizá en parte salve la película.
En definitiva el director no sabe muy bien lo que quiere, o al menos no lo puede plasmar en la película, le falta garra para ser un filme duro, le falta poesía (fotografía, personajes, lugares, enfoques) para lograr algún vuelo, le falta interioridad en la personajes para lograr profundidad psicológica, le falta intensidad a las situaciones para ser un thiller. En fin, no es una película del todo mala, pero al final nos quedamos con un gusto a poco, que la historia y las situaciones daban para mucho más, como que siempre falta algo (a veces mucho).

Más allá de que pueda basarse en hechos reales, en el fondo (y en el frente y en los costados) es otra película de propaganda norteamericana más.
La situación es típica, una operación militar (absurda) que sale mal, los americanos que son buenísimos hasta el punto de no matar a presuntos civiles sabiendo que esto les va a costar la vida, y los talibanes que son engendros del mal, más malos que tomar agua sudando, pero completamente estupidos al punto de hacerse matar como conejos durante buena parte de la película.
En definitiva, una más de vaqueros sólo que ahora el lugar es Afganistan y los "indios" talibanes llevan fusiles automáticos en vez de arco y flecha, de todos modos ésto último no les impide exponerse en forma idiota y morir tontamente cuando superan al menos de 1 contra 10 al enemigo.
Una visión maniquéa de la realidad, donde soldados americanos, machistas e infantiles, cuando les toca morir lo hacen como héroes después de haber matado a muchos enemigos (malvados y estúpidos).
Yo quiero creer que películas como ésta son para consumo interno de los propios norteamericanos que, después de las torres gemelas, ven como enemigos a todo lo que se mueve.
De acuerdo, los talibanes son fundamentalistas y cometen crímenes de guerra de todo tipo, pero los americanos, defensores de la democracia, adalides de la libertad, son iguales o peores asesinos, cualquiera que no sea un norteamericano, repúblicano y conservador lo sabe. Alcanza con mirar algunas de las fotos que se han publicado en la revista Rolling Stone y otros medios sobre los "equipos para matar" entrenados para cazar a los lideres talibanes y de paso cometer todo tipo de bestialidades contra los civiles afganos.
Esta película de algún modo, hasta sin proponerselo, expone esta estrategia de guerra aunque, por supuesto, los soldados americanos quedan como caballeros de la guerra y los talibanes como monstruos.
Uno de los tantos filmes despreciables de la industria norteamericana que extraña obras maestras de cine bélico como "Apocalipse Now" o "Full Metal Jacket".