Lamentable producción, muy a tono con lo que se hace en la actualidad tiktokera. Con la excusa de la recreación histórica nos adentramos en la corte de Jacobo I (James, en inglés) entre 1603 y 1625, pero ya digo que lo de menos es la fidelidad histórica. La Corte del rey parece ser un lugar orgiástico donde se accede fácil a la cama del vicioso rey e importa más la sucesión de bacanales homosexuales, en definitiva carnaza para el espectador medio, ese espectador que pide más porno blando que calidad.

Por lo demás, poca fidelidad en la recreación histórica ya que la serie se interesa más por recrear los supuestos (las fuentes históricas no son concluyentes) devaneos sexuales del depravado rey, que se extienden también a la madre de Buckingham, la cual también experimenta con mujeres. Todo presentado de manera muy estilosa, claro. Uno se acaba cansando ante las continuas escenas de sexo duro sin ninguna trama interesante.

En fin, un bodrio muy pertinente para la actualidad.

Hago esta crítica después de medio ver la segunda temporada, la que ya no cuenta con el "Duque" Silvestre. Bien. Recién terminada, y con Cata (Salamanca) muerta, no se sabe qué futuro le depara a la serie. No se sabe si María Castro será por fin protagonista absoluta o si ficharán a todo un plantel nuevo, ya que el 80% del reparto de las dos primeras temporadas ha muerto o desaparecido, y a Cardona no le veo yo mucho futuro.

La serie en sí, en su primera temporada, no era mala, pese a sus muchos fallos, tics, necios argumentos y tramas y diálogos; no se puede decir que fuera un prodigio de serie de gangsters (cutres traficantes de polvo, pero bueno), pero tampoco era tan deleznable, pese a que fuera tan hortera, pintando a un tío (el Duque) que fumando sin parar y alimentándose prácticamente sólo de whiskey sin hielo, y dando de vez en cuando puñetazos a un saco, tenía un cuerpazo espectacular. Un traficante que sin embargo era polo de atracción y modelo a imitar (!) y que al final muere asesinado por el colombiano Morón (de chiste, tenía sólo 4 o 5 expresiones como "huevonada", "pendejada", etc) alcanzando tal vez la redención. Catalina era poco tiempo después encarcelada por colaboración con los criminales.

La segunda temporada, que he visto a medias pero que me ha bastado para cerciorarme de que la serie era mala con ganas, trataba unos pocos años después, cuando Catalina sale de la cárcel (tras haber sido violada por otras reclusas) con un acuerdo con los polis, y sus amigas están más o menos bien colocadas, ya sea estudiando o regentando prestigiosos clubs de alterne. Muerto el Duque, los imanes para las féminas debían ser entonces dos nuevos fichajes: Manolo Cardona en el papel del poli que usa métodos especiales, y el venezolano Gato Baptista en el personaje de un peculiar gangster mexicano, que resulta cómico en el peor sentido de la palabra, ya que su léxico se reduce a cuatro o cinco palabros mexicanos, como "guey", "platicar", "pendejo", etc...
En cuanto al resto de personajes y tramas, pues resultan aún más horteras, cutres e inverosímiles que la temporada anterior.

Mala a rabiar. Si le pongo un 5 es por la temporada primera.

Típica película que he visto innumerables veces y, a diferencia de otras, no pierde con cada visionado. "Cadena Perpetua" (debe ser de ese pequeño grupo de películas que se titularon mejor en España que en el original) sigue siendo un monumento cinematográfico y una larga oda a la amistad, a la vida y a la esperanza.

Dejando a un lado el buenismo, el posible maniqueísmo y el panorama de "presos buenos vs. guardias y alcaide malísimos" (si bien no todos los guardias son despreciables), todo en la película no desentona y encaja como un guante; desde el poderoso guión, el portentoso reparto, la ambientación, la música de Thomas Newman y la maravillosa belleza de ciertas escenas (como cuando Andy consigue cervezas en el descanso para sus amigos en una cálida tarde veraniega, la de Mozart o toda la media hora final).

Tim Robbins clava al frío, cerebral e inteligentísimo Andy Dufresne, mientras Freeman no se queda atrás como su gran amigo el casi honorable Ellis "Red" Redding (en el relato de Stephen King era un irlandés pelirrojo, pero Darabont sólo quería al gran Morgan), sin olvidarse de secundarios de lujo como Clancy Brown en el papel de sádico jefe de los guardias, Bob Gunton como cristianísimo y cabroncete alcaide Norton o el veterano James Whitmore como Brooks, el venerable preso que lleva casi 50 años en la cárcel.

Película realmente memorable de maravilloso final, injustamente olvidada en los Oscar y a la cual el tiempo ha colocado en su lugar. Imprescindible.

Titulo la crítica con la actriz que encarna a la madre del niño protagonista (que tiene mucho de Kenneth Branagh) porque me ha fascinado. Primero por su atractivo y belleza y segundo y sobre todo por su excelente actuación, sufrida e intensa no exenta de hermosura. No me extraña que suene para el Oscar...

Por lo demás, notable peli entrega Branagh, quien demuestra una vez más que cuando se aleja de Shakespeare es un director muy válido. Aquí además es muy en parte autobiográfica ("Belfast" transcurre en dicha ciudad en 1969-1970, él nació allí en 1960 y pasó por todo lo que se cuenta, etc), así que nos sumergimos en la convulsa época de la violencia entre protestantes y católicos en el Ulster, con el IRA en medio...

Destacar, aparte del excepcional blanco y negro, el tono costumbrista y familiar y el excelente reparto: aparte de Balfe, un Jamie Dornan que por fin se ha quitado lo de las 50 sombras de Grey, la veteranía y el oficio de Judi Dench y Ciarán Hinds y la frescura de Jude Hill (diablos, nació en 2010), y la recreación de época, además de los diálogos típicamente irlandeses:

"Los irlandeses sólo necesitamos un teléfono, una Guinness y la partitura de Danny Boy".