"Camino del oro" es una puritita serie B de polis y cacos, que por muy B que sea está francamente bien hecha y te engancha a la silla. Es además una película totalmente centrada en la acción, tremendamente parca en diálogos (apenas hay al principio de la película, y luego tampoco es que se explayen). Eso le puede restar profundidad, pues sabemos muy poco de los personajes y sus motivaciones, pero ciertamente le da rtimo. Toda la vaina del atraco, el plan perfecto, la huida, tiene algunos momentos en que la verosimilitud se puede resentir, pero es una película disfrutable. Vale la pena echarle un vistazo.

Peliculita corta, dificilísima de encontrar, que nos presenta a Marsha Hunt (una de las pocas actrices de la edad de oro de Hollywood que quedan vivas en 2020), como la detective del título, en lucha contra una banda de ladronzuelos bastante cutres (de la impresión de que los planes para pillarles salen más caros que lo que podrían robar, la verdad). Por desgracia para Marsha, el ser incluida en la lista negra truncó bastante su carrera, una lástima. En cuanto a la película, es una serie B muy B, con aspecto de telefilm, bastante ingenua y que aporta poco, aunque hecha con oficio. Puede ser interesante como curiosidad o para arqueólogos del cine, pero no es raro que haya sido olvidada.

Se agradece ver a la guapa Lucille Bremer, actriz y bailarina que parecía apuntar al éxito pero se quedó en el camino. La película se deja ver, pero es un tanto floja, el guion es previsible y está rodada con unos medios muy justitos, y es además bastante corta. Lo dicho, no te aburres, pero tampoco pasará a la historia ni mucho menos.

Clásica intriga made in England, con un toque muy fuerte de comedia más propio de los años 30 o primeros 40 que de los 50, lo que en mi opinión le da un aire como viejuno a una película del 54, dejándola un poco fuera de su tiempo. Es como seguir tocando charleston en los 60. Dicho esto, la intriga en sí es un poco estrafalaria y, aunque por momentos coge un pelín de vuelo, tiene más agujeros que un queso de gruyere, y en varias ocasiones te quedas un poco perplejo, no sabiendo muy bien por qué ha ocurrido esto o las razones de aquello otro. Para mí lo mejor de la peli es, de largo, Margaret Leighton (aunque el papel da lo que da), una gran actriz que podéis ver en "El mensajero", de Joseph Losey, por ejemplo. Como curiosidad, la película está dirigida por una mujer, Wendy Toye, que también fue coreógrafa y directora escénica muchos años.

Por la presencia de doña Margaret le pongo un aprobado raspadísimo, pero no es muy de extrañar que sea una película olvidada.

Muy desconocida y olvidada película del 58, cuando el noir estaba ya un poco en sus últimos momentos. Hombre, no estamos ante ninguna obra maestra perdida, pero es cine negro directo, sin muchas alharacas, historia sencilla, cuatro duros para rodar, tres escenarios y al lío. Muy correcta película protagonizada por el ya veterano Rod Cameron (incluso cogieron a un actor que se le parece, Don Megowan, para hacer el papel de su hermano en la peli), que hizo bastantes westerns y algunos policiales (sus mejores años fueron los 40), la actriz de origen checo Vera Ralston, que nunca consiguió triunfar y el característico gañán enorme (en la vida real creo que era un cultivado gentleman) Mike Mazurki, que aquí tiene más papel que en muchas otras ocasiones. Cortita, de acción constante, de esas con las que no te equivocas y no te aburres ni de coña. Sobre 5,5, pero es que el noir es mi debilidad.