Es una especie de réplica de las películas originales, repitiendo muchos de los elementos de la saga. Tan sólo ciertos momentos cómicos se salvan, pues en general es una película carente de cualquier ingrediente interesante. Ni siquiera los efectos especiales destacan de ninguna manera. El guión es lamentable. No hay originalidad, no aporta nada y los personajes se mueven entre clichés de los más usados por la industria cinematográfica.

Antonio de la Torre es un policía tartamudo y Roberto Álamo un compañero agresivo y prepotente. Ambos se enfrentan a lo que parece ser un asesino en serie. Fascinante thriller policíaco que profundiza en la psicología de verdugos, asesinos, víctimas y espectadores. Personalmente, sólo se le puede echar en cara una mala dosificación de la violencia. Como telón de fondo, un caluroso Madrid con disturbios, que recibe la visita del Papa.

Sensacional trabajo, una buena metáfora del salvaje mundo en el que vivimos, donde todas las relaciones se definen de forma vertical. Un hombre está en una especie de prisión vertical en la que una plataforma que sube y baja les lleva la comida. La riqueza de símbolos es enorme. Es difícil de ver, muy dura, y su peor defecto es que va de mejor a peor.

Es una peli muy icónica, debido al aspecto de su "extraterrestre". Se desarrolla enteramente en la selva y, bueno, empieza con buen ritmo, como filme de acción y suspense, pero al final todo va flaqueando, hay una evidente pérdida de interés, dado que sólo se trata de un grupo de personas, casi sin relación emocional, y una amenaza externa que además no tarda en dejarse ver. Además, el tiempo no ha tratado bien a los efectos especiales, a pesar de lo famosos que fueron en su época. Sirva de ejemplo el plano de las manos de goma del "predator" curándose las heridas.