Si acabo viendo este tipo de películas, es a causa de la insistencia de mi hermana pequeña. Y yo le digo: "¿por qué tengo que tragarme yo estas chorradas cuando puedes verlas perfectamente tú sola?". Ella contesta: "Porque está muy bien, ya verás, te va a gustar". Lo que pasa es que nunca recuerda que está hablando con una tipa cuyas películas favoritas cuando tenía ocho años eran "West Side Story" y la saga de Star Wars, y que Disney no va a conseguir encandilarme aunque tenga ocho, catorce o veinticuatro años. Aún así, siempre se sale con la suya, y acabo tragándome cosas como "Bolt".
La gracia está en que siempre acabo diciendo "me ha gustado, no ha estado mal", aunque no me haya aportado nada nuevo. Bolt es lo que Jim Carrey fue en su dia en "El show de Truman", aunque en versión canina: un perro al que tienen engañado haciéndole creer que tiene que rescatar a su dueña de peligros inimaginables, cuando lo que en realidad está haciendo es grabar una exitosa serie de televisión. Pero todo cambia el día que dejan a la chica en peligro con la intención de grabar una segunda parte del episodio, y por error, es enviado a Nueva York. Y el resultado es un perro que a todos "les suena de algo" buscando a su dueña "en peligro" por toda la ciudad. Y a partir de ahí, viene lo típico: conoce a varios amigos y va en busca de la niña, aprendiendo por el camino nuevos valores que le ayudarán a ver la vida de otra forma.
Lo dicho, entretenida, pero nada nuevo.

Por circunstancias de la vida, tuve que ver esta película dos veces: el día de su estreno, en el 2008, por insistencia de la aplastante mayoría de mi grupo de amigos, y un año después, ya que a mi madre le dio por alquilarla "para reírnos un rato". Resultado: creo que si escucho de nuevo "Dancing Queen", me da un brote psicótico o algo parecido.
Un musical excesivo y rallante que es el perfecto ejemplo del "todo por la pasta". El elenco masculino me aburre, y del femenino sólo salvo a Meryl Streep (soberbia) y a Julie Walters (divertidísima). El apartado de fotografía es francamente mejorable. Aún así, los números musicales están bien (aunque podían estar infinitamente mejor), aunque las canciones pueden llegar a resultar cansinas. Me quedo con "Lay all you love on me" (la verdad es que el elenco de bailarines hace un trabajo bastante bueno, y la pareja Seyfried-Cooper derrocha sensualidad) y "The winner takes it all" (maravillosa canción, maravillosa Meryl).
Aunque, evidentemente, no voy a subir esta película de la categoría "simple entretenimiento para una tarde de verano".

¿No sería genial? Una chica rollito indie-alternativo que pasara de todo y que tuviera una personalidad sarcástica y arrolladora. Sería mi sueño conocer a alguien así. Bueno, supongo que mi sueño y el de mucha gente.
Juno es, realmente, una película cautivadora. Bueno, puede que no sea ni tan popular ni cuente con tanto presupuesto como "There Will Be Blood", "No country for old men" o "Expiación", películas con las que compitió en la categoría de "Mejor Película" en la 80 edición de los Oscar. Pero tiene algo que me hizo ver la película con una sonrisa permanente en los labios, y pasar un buen rato.
Tal vez sea la típica película de la adolescente irresponsable que se queda embarazada, pero precisamente la personalidad de Juno la hace diferente. No es algo convencional, tiene algo más. Y eso la hace interesante, por lo menos para mí.


Lo mejor, ese toque alternativo del que ya he hablado en lo referente a los personajes, las escenas y la música.
Lo peor, que es demasiado bonito como para ser verdad. Aunque nunca se sabe...