Última película de Panna Rittikrai, director, actor, guionista y coreógrafo tailandés, fallecido recientemente, que es el director de Ong Bak 2 y 3. La película nos cuenta como dos hermanos huérfanos que han sido cuidados por su tío, intentan descubrir la verdad de la muerte de sus padres.

Es una buena película de acción, nos encontraremos una mezcla entre Thai Dragon, buenas secuencias de pelea coreografiadas al milímetro con golpes y caídas impactantes y una mezcla de películas del tipo de John Woo, es decir, con escenas de tiroteos bien coreografiados y el uso de la cámara lenta. La película podría haber sido aun mucho mejor, pero le resta puntos su guión enrevesado malamente, algo que es simple, lo complican para hacerlo más interesante y lo estropean, también le resta puntos un CGI mejorable y algunas secuencias de acción demasiadas efectistas que las hacen poco creíbles, al igual que ciertas heridas imposibles que sufren los personajes.

Por lo tanto, muy recomendable para los seguidores de Tony Jaa, que para más inri, el protagonista Dan Chupong, es el doble de este en muchas de sus películas y comparte cierto parecido físico.

Película de videoclub con un pelín de mayor calidad que la mayoría de este tipo y época. La película está protagonizada por Gary Daniels, el británico experto en Kickboxer, cuyas producciones suelen ser de bajo presupuesto y calidad.

La película nos contará como se han producido una serie de asesinatos de grandes luchadores a manos de un asesino bien adiestrado, interpretado por Darren Shahlavi (Ip Man II), el agente que lleva el caso necesitara solicitar la ayuda del bueno de Gary, policía retirado por una situación traumática, para resolverlo.

En general no es gran cosa, sabiendo lo que estamos viendo, las aceptables escenas de acción y el metraje reducido facilita el visionado de esta película, que puede resultar entretenida para los amantes del genero. Señalar la participación del luchador de pressing catch Rob Van Dam.

Otra película sin sentido de uno de los directores más cutres de la historia del cine, Godfrey Ho. En esta producción nos encontramos con dos ninjas occidentales que tienen que desmantelar una organización ninja malvada que utiliza vampiros, entre medias hay una historia paralela cómica de unas chicas que no tiene nada que ver con el resto de la historia, como es típico de este director muchas escenas son reutilizadas de otras películas.

La película como es de esperar es un absurdo total, la trama es una mierda increíble, los actores pésimos, los medios técnicos no sé si los tiene, pero lo importante son las diversas situaciones, de las que podíamos escribir un libro, como cuando los dos protagonistas, una chica y un chico, se convierten de forma inmediata en ninjas de colores, después de utilizar unas técnicas ninja de humo, o esos vampiros clásicos del director, que van pintados como payasos y se mueven dando saltitos ridículos, y si esto no era suficiente podemos ver a uno de ellos bizco y con cara de gili y a otro con unos colmillos de risa. Los ninjas, como es normal, utilizan múltiples técnicas de combate, todo ello con los peores efectos que te imagines, el arte del teletransporte, las bombas ninjas de humo de colores, los cohetes tipo bengala que tienen dentro de las mangas,… todo un despliegue que no podemos perdernos.

Edward Zwick es un gran director de grandes películas épicas que suelen ser muy entretenidas, entre otras muchas tenemos el último samurai, diamantes de sangre o para mi gusto la estupenda tiempos de gloria, por eso espereba que volviese a gustarme su último trabajo y que encima trata de un tema que a mi me apasiona como es el Holocausto. Pues una vez visionado este film, puedo decir que es una de sus peores obras, no deja de ser otra historia de judios donde se nos cuenta sus penas, sus sufrimientos, sus injusticias, y su persecución y lucha para acabar como conclusión conseguir sobrevivir,todo ello reflejado en otra historia real más del pueblo judío como fue esta lucha de los hermanos Bielski. Por lo tanto nos encontramos con una pelíclua entretenida sin más, donde por momentos se hace pesada y lenta y donde lo mejor en mi opinión es el excelente actor Liev Schereiber, que realiza otra vez una gran papel en su vitola secundaria ya especializado y que supera con creces en esta ocasión a Daniel Craig