Haz click aquí para copiar la URL
España España · Las Palmas de Gran Canaria
Críticas de Luis Alberto Serrano
<< 1 4 5 6 7 8 >>
Críticas 38
Críticas ordenadas por utilidad
8
7 de marzo de 2024
Sé el primero en valorar esta crítica
Película de las que me encantan, de las que no sabes diferenciar si es un drama o es una comedia. Esta, como muchos de los títulos de la filmografía de Alexander Payne, tiene las dosis justas de las dos cosas para hacer una proyección entretenida, pero que te enseña algunas cosas (o valores) que no debes olvidar en tu vida. A mí me gustaron sus películas anteriores, y que recomiendo: “A propósito de Schmith” (2002) con Jack Nicholson, “Entre copas” (2004) en la que también contaba con Paul Giamatti o “Los descendientes” (2011) con George Clooney.

De hecho, Payne y Giamatti se encuentran 20 años después en una comedia que se me antoja escrita para el actor. Es que encaja como guante a medida. No me extraña esa nominación al Óscar. Ya estuvo nominado al mejor actor de reparto por “Cinderella Man. El hombre que no se dejó tumbar” (Ron Howard, 2005) que ganó George Clooney por “Syriana”. Este año la nominación está abierta. Parte como favorito Cillian Murphy por su papel de J.Robert Oppenheimer, pero a mí me parece que puede haber sorpresas esa noche y esta, puede ser una de ellas.

La historia, como un cuento de Navidad, narra la relación entre unos perdedores en la vida. Básico para escribir un drama. Un profesor cascarrabias maltratado por el pasado y las relaciones con las mujeres, un alumno a los que su madre ha sustituido por un amante y no lo quiere llevar a unas vacaciones y una cocinera que acaba de perder a un hijo en la guerra es el cultivo idóneo para tener tres personajes al límite. La misión del guion y la dirección es convertir ese drama en una película de relaciones, de aprendizajes, y de comprender que tolerar a los demás nos hace más libres a nosotros mismos.

Dotar a este drama, de secuencias y diálogos graciosos la humaniza. Ahí, bordado todo. El “pero” que le pongo es el exceso de previsibilidad. Al ser una comedia navideña está hecha para público que no quiera pensar mucho. Pero la maestría de comenzar con unos personajes tópicos, muy encapsulados, e ir descubriendo poco a poco su verdadero “yo” interior y, sobre todo, sus miedos, las inseguridades y las razones para ser tan insociales, es el logro de esta película.

A parte de la interpretación de Giamatti, está nominada a la mejor actriz de reparto la cocinera Da’Vine Joy Randolph. Buen papel, pero hay mucha competencia en ese apartado de los Oscars, se me antoja que el que más. Pocas posibilidades. Y, lo que sí me encanta de este guion son los diálogos. Cínicos, con peso específico porque el lenguaje que emplean es el que define a los personajes. Con un profesor, citando a los clásicos constantemente, entendemos su amor por la historia; pero como lo emplea en cada secuencia para dar veracidad a sus argumentos, hace que se convierta en humor ridículo dentro de un drama. Brillante. Y la ambientación setentera, me encantó también.

En resumen, una película de tres personajes que necesitan ser escuchados y que por azares (un poco forzados en el guion, para mi gusto), hace que tengan que pasar unas Navidades encerrados y solos en un colegio. No les queda más remedio que escucharse unos a otros hasta que empiezan a comprender que su drama no es el único en el mundo, que otra gente también sufre y si quieres ser ayudado, tienes obligación de ayudar tú a los demás y, para eso… primero tienes que entenderlos.


Más críticas en: https://luisalbertoserrano.wordpress.com/oscars-2024
Escúchala en Spotify: https://open.spotify.com/episode/77V41cvl8QNHCfYnGgtR9G
Luis Alberto Serrano
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
1 de marzo de 2024
Sé el primero en valorar esta crítica
Parece que, últimamente, tiene que haber una película oriental de corte coreano en la entrega de los Oscars. Será que está de moda o que hay algunos intereses que debería investigar para hacer un artículo. Lo cierto es que desde que “Parásitos” (Bong Joon Ho, 2019) ganara la preciada estatuilla en 2020, no ha habido año en los que no hubiera habido una candidata oriental al galardón final. Les recuerdo: En 2021, “Minari. Historia de mi familia” (Lee Isaac Chung, 2020); en 2022, “Drive my car” (Ryûsuke Hamaguchi, 2021) y, el año pasado, mi odiada “Todo a la vez en todas partes” (Daniel Kwan y Daniel Scheinert, 2022). A mí, la verdad, salvo “Parásitos” que me sorprendió mucho, tanto en la historia como en la realización, las demás me han parecido unas películas entretenidas sin más. Menos la que ganó el año pasado, que me pasó como a todos los amigos con los que comenté la cinta: “no la entendí” y fui de los pocos que la vio hasta el final.

“Vidas pasadas” no va a trascender a la historia del cine, ni de lejos. Acabará engrosando las estadísticas de cine oriental que llega a los Oscars y poco más. Con ello no quiero decir que sea una mala película, pero tampoco es para tirar voladores. La trama es simple. La sinopsis que pongo arriba, más que dar una pincelada, cuenta toda la película. Demasiado simple. Las candidaturas a las que opta son, a la Mejor Película y al Mejor Guion. No la veo ganando ninguno de las dos. Es más, me atrevería a decir que la virtud principal que le veo, es la cuidada fotografía con planos sacados del aprendizaje de ver muchas películas de Kubrick. Pero el guion, no llega, ni de lejos, a las historias de mi admirado, el genial y malogrado director Kim Ki-duk, por poner un ejemplo de director contemporáneo.

Aun así, la película entretiene. La trama cuenta la historia de los amores de juventud y la repercusión que tienen en nuestro futuro. Y, creo, que esa experiencia la hemos vivido todos. Así que es fácil que nos identifiquemos con las acciones y, sobre todo, con las emociones de los personajes. Toda la película en su conjunto es correcta, bien hecha. Los intérpretes saben transmitir las sensaciones adecuadamente, el ritmo y los planos nos llevan por un mundo que parece idílico y, les diré que no se me ha hecho larga como me ha pasado con otras candidatas al premio de este año. Creo que nos presentan un drama desde el punto de vista del “no es para tanto”. Muchas veces le damos más importancia a las cosas de las que tienen. Este film transmite ese mensaje. Para unos la vida son pasajes de los que ir aprendiendo y para otros son dramas en los que estancarse.

Lo que sí quiero destacar, y creo que le seguiré la pista, es a su directora y guionista: Celine Song. ¿Qué esta es su primera película y ya está nominada al Óscar? Una de una. Envidiable. Intentaré ver su próxima película en fase de pre-producción “Materialist” con Dakota Johnson y el chileno Pedro Pascal. Me parece que ha hecho un trabajo mucho más que emotivamente aceptable. Me gustan las películas así, que me hagan sentir y esta lo hace. Lo dicho, si tienen ganas de entretenerse un rato y de rememorar viejos amores, esta es su película. Y, si deciden no verla, tampoco su vida va a cambiar en nada.

Más críticas en: https://luisalbertoserrano.wordpress.com/oscars-2024
Escucha esta crítica en Spotify: https://open.spotify.com/episode/7o6FzP1p1WtdsYt1fPbucg
Luis Alberto Serrano
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
20 de febrero de 2024
Sé el primero en valorar esta crítica
La historia nos narra los conflictos interiores de la pareja formada por el genio de la música norteamericana Leonard Bernstein y su esposa, la actriz Felicia Montealegre. La doble vida del brillante concertista sobrevuela toda la película. Es más, comenzando hablando de su homosexualidad, le da más controversia a su enamoramiento y posterior vida de pareja de la que salieron tres hijas. Claro está, en aquella época había que mantener las apariencias. No es como ahora en que hay una libertad sexual bastante conseguida. La película no me encantó. Y, entretenerme, lo que es entretenerme, sólo a ratos. Quizás, volar en demasiado en círculos sobre esa forma de ocultar su vida homosexual es demasiado redundante a la película y le resta ritmo narrativo.

El ritmo visual y sonoro es otra de las cosas que me desconcertó. Por un lado, la película intenta tomar un ritmo acelerado con los diálogos. A veces, me molestaba que se pisaran tanto las frases unos actores a los otros. Nadie tiene conversaciones así. Está claro que el Bradley Cooper, director, que quería crear un efecto. Pero, en contraposición, estaban esos planos largos, tediosos, abiertos y sin información que ralentizaban ese ritmo. ¿La razón? Pues a mí solo se me ocurre que quería jugar con los dos Bernstein, el artista y el ser humano, tan diferentes uno del otro.

En este aspecto, entiendo al personaje. Yo llevo una vida artística que lucha frontal con mi vida social. Le dedico mucho a la salida con amigos y va en contra del tiempo que necesito para crear. La diferencia es que él le atormentaba por dentro. Eso sí, los dos hemos decidido crear a nuestro ritmo, sin ataduras. La película tiene dos tramas centrales: el conflicto sobre la sexualidad del músico y cómo afectaba a su relación de pareja y, por otro lado, el ahogo emocional de un personaje que sabía que tenía un don para crear, pero tenía más ganas de disfrutar de sus devaneos amorosos. El problema de lo intrascendente que me ha parecido la película es que no profundiza en ninguno de los dos. Se queda con mensajes superficiales, repitiéndolos durante toda la película y endulzándolos y restándoles dramatismo. Hay un plano, que para mí es el más dramático de la película, en el que el matrimonio discute y está tomado desde un Plano General Corto de la habitación y con la actriz de espalda a la cámara. Quizás su mejor plano de la película y no le vemos la cara. Lo siento, Sr. Cooper, no entendí que es lo que pretendió. Esos planos tan largos los veo como un error y como una forma de ser original y parecer un director “novedoso”. Los experimentos, con agua.

El Bradley, como director, no me ha encantado. Como actor, discreto. No hay conversión del personaje, es siempre el mismo. Además, esa tensión que demuestra en todas las secuencias le resta contraste. Quizás me destacó un poco más Carey Mulligan en el papel de Felicia, la actriz costarricense madre de los hijos del músico. Tercera nominación. Las dos anteriores a la mejor actriz secundaria por “An education” (2009, Lone Scherfig) y “Una joven prometedora” (2020, Emerald Fennell). Pese a ser lo mejor de la película, no la veo firme candidata por el mismo problema de lo que adolece la película en sí: la falta de tensión en muchos de los momentos que arrastra a los propios personajes.

Las otras nominaciones son: a la mejor fotografía, sonido, y maquillaje y vestuario. La fotografía, con partes en color y partes en blanco y negro dependiendo de si es la actualidad o la parte contada, está bien cuidada. Bien trabajados los planos en los que hacen transiciones temporales en los que le quieren dotar de un recurso artístico que no viene a cuento, pero son bonitos. No sé si eso le baste para el Óscar. El sonido, espectacular. La música de Bernstein suena y sobrecoge, pero tampoco sé si para un Óscar. Y el maquillaje y vestuario lo veo un poco más factible. Transformar a Cooper les puede valer la estatuilla. No he visto las películas con las que compite (entre ellas nuestra “La sociedad de la nieve” (2023, J.A. Bayona); pero, si se lo dan, me vale.


Más críticas en: https://luisalbertoserrano.wordpress.com/oscars-2024
Escúchala en Spotify: https://open.spotify.com/episode/6lCajbdYzeD065hzpq0hLg?si=rTvbAYg6Rc-suCHwY0ibwQ
Luis Alberto Serrano
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
14 de marzo de 2022
Sé el primero en valorar esta crítica
Una película que sigue muy en la línea de la anterior obra de este director: “Blade Runner 2049” (2017). Aquí nos ofrece otro “remake” de grandes clásicos de la ciencia ficción de los años 80. “Dune” (David Lynch, 1984) está basada en la novela homónima de Frank Herbert a la que hizo posteriores añadidos. Quizás demasiada densa para condensarla en una película. Esto, para mí, es el principal escollo de esta versión actualizada. Me aburrí mucho al principio, fruto del exceso de narración oral en el que llegas a un momento en el que no retienes los nombres ni la cronología de la historia. Por el camino del metraje vas atando cabos, pero me consta que no todos y el exceso de ensoñaciones del protagonista te saca de la trama y despista más que aporta. Cuando vas consiguiendo adentrarte en todo lo que está pasando ya ha transcurrido media película. Ahí, empieza a divertirte.

Otra cosa es la belleza visual. Impresionante. Los decorados, los diseños de las ciudades, el vestuario, las luces y los encuadres, los elementos decorativos implementados como parte de la trama y, hasta los efectos visuales, son impecablemente elaborados. Se nota que hicieron un gran esfuerzo en ellos y se agradece. Es mi gran favorita a arrasar en los Oscars técnicos. A esta película le sobra caos en la estructura narrativa. Se pasa de la acción a los momentos reflexivos de tal manera que consiguen un efecto de no saber muy bien que estás viendo. Porque lo que sí está claro es que Denis Villeneuve es un experto en esas tramas lentas que te meten dentro de los personajes. Me encantó muchísimo su película “La llegada” (2016), un film que te va introduciendo en las emociones de los personajes a base de planos largos y primeros planos. Aquí, creo que hay un abuso de ellos sobre todo en los de Zendaya (demasiados para el peso que tiene en la trama y me da pista que tendrá más protagonismo en la segunda parte, que ya se está cociendo). Es que, si además termina la película en un final abierto, te deja mucho más pegado un sinsabor de haber perdido algo el tiempo.

Entre los actores, ningún nominado. Justificado. Esos grandes primeros planos, sin carga dramática, es una de las grandes causas del tedio de parte de la obra. Inexpresivos Timothée Chalamet y Oscar Isaac, y demasiado dramática, a ratos, Rebecca Ferguson. Eso sí, destacaría el papel de los secundarios y del irreconocible Stellan Skarsgård en el papel del Barón Harkonnen (al que ya vimos haciendo de Bill “el Botas” en la saga de “Piratas del Caribe” o de solo Bill en la de “Mamma Mía”), a Javier Bardem en el del líder de una tribu Fremen y el camaleónico Josh Brolin que ya había trabajado con Villeneuve en “Sicario” (2015).

Diez nominaciones. En el apartado del guion, que no intuyo que lo gane por lo caótico que me parece. Diremos que Eric Roth, de sus ocho nominaciones al guion sólo lo ganó por “Forrest Gump” (Robert Zemeckis, 1994). Entre los técnicos nominados hay multitud de nominaciones al Óscar. Sobre todos, quiero destacar la fotografía de Greig Fraser que ya estuvo a punto de la estatuilla por una película que me gustó “Lion” (Garth Davis, 2016) y que esta vez puede ser que sí. Ah, y como chisme diré que yo también me uno a las protestas de Josh Brolin por no haber sido nominado el director Davis Villeneuve al Óscar.
Luis Alberto Serrano
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
No estamos solos
Documental
España2015
6,2
97
Documental
9
4 de septiembre de 2016
Sé el primero en valorar esta crítica
Me encaminé a la sala avalado por el gusto que me había dejado el documental de Pere Joan Ventura "El efecto Iguazú". Con él ganó el premio Goya al Mejor Lagometraje Documental en el año 2002. Y, para mi, el que más me ha gustado de los que he visto hecho en España junto a "Más allá del tiempo" sobre la vida de Tino Casal.

En aquel documental narraba la historia de los trabajadores de Sintel (filial de Telefónica) acampados en el Paseo de la Castellana de Madrid durante 187 días en lo que se dio por llamar "el campamento de la esperanza". A parte de la historia de esa lucha, me encantó el enfoque de contarlo a través de la gente que viviía y sufría la lucha.

Ahora Pere Joan quiere ir un poco más lejos. Después de todas las revueltas que ha traido la gran crisis, se han formado cientos de grupos de lucha activa. El pueblo español ha entrado en una etapa reivindicativa. Cansados de políticas represivas de ley mordaza o del aborto, corrupciones en toda la geografía nacional y de cualquier color político, la gente ha decidido tomar el mando que la Constitución le otorga.

Eso es lo que cuenta este documental. Un canto a las masas que se han movilizado contado a través de las pequeñas historias y de las personas que las han forjado. Me pareció genial. Alguna lágrima se me escapó. El mismo estilo del documental con el que ganó el Goya. Muchas veces las más grandes historias las hace la gente más simple. Y este relato lo que hace es sacar a la luz pública esas anónimos habitantes que hacen grandes las luchas. Desde un señor que se dedicó a hacer pancartas en la casa para repartirlas en las manifestaciones porque se dio cuenta que “una manifestación sin pancartas es igual a la gente cuando sale de ver el fútbol”. Conmueve la figura de Las Comadres asturianas que fletaron un tren para llegar a Madrid para luchar por sus ideas contra la Ley del Aborto. Brillante exposición.

Me gusta la forma que tiene de contar las historias Pere Joan. Hechos y acciones contados desde el punto de vista del sentimiento que causan. Gentes que a parte de contarnos lo que hacen, nos cuentan que se siente cuando lo hacen. Eso me llega. Una hora y cuarto de encariñarte de las personas a las que se les rinde un justo homenaje en esta película. Me encantó descubrir a los Yayoflautas, unos abuelos que se dedican a pelear por los derechos de sus hijos y nietos ocupando pacíficamente y en silencio embajadas, bancos o autobuses urbanos y a David Alegre que dirige La Solfónica, orquesta y coro nacidos al amparo de la acampada del 15M y que ahora actúan durante las manifestaciones.

Podría citar más personajes, pero me quiero quedar con el mensaje. La lucha siempre tiene sus beneficios. Esta película es positiva en ese aspecto. El mensaje es que hay que movilizarse. De nada sirve quedarse parado. Las movilizaciones de masas cambian las cosas. Gracias Pere por seguir infundiéndonos ganas de levantar la voz y por aportar un poco de luz a la desinformación, como bien dijiste el día de la presentación, a la que nos someten los medios de comunicación muchas veces manipulados o, lo que es peor, sometidos.

La única duda que me queda es cuál sería la reacción de algún espectador ante todo esta coral relato de gente si no conociera de antemano el contexto de la historia de lo que se está narrando. Quizás fui yo que entendí todas las micro historias porque conocía todo lo acontecido en estos años tan enrevesados que nos está tocando vivir. Y como dijo una sentencia final uno de los personajes. Esto es solo el principio. Eestamos dando un giro al orden mundial que, por ahora, no sabemos hasta donde y de que forma va a llegar... pero estamos sólo en el principio.


Valoración: IMPRESCINDIBLE

@luisalserrano
Luis Alberto Serrano
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 4 5 6 7 8 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow