... y la verdad es que no está nada mal. No es la clásica película asiática contemplativa y poética, que puede gustar o no, pero en la que uno puede llegar a aburrirse, y mucho. Vale que la historia es simple y no hay mucho movimiento pero en ningún momento se hace larga y tediosa. Tiene trazos de humor, de road movie (sin vehículo eso sí...), de drama... y todo con unos personajes que rápidamente se vuelven entrañables, como el monje budista, siempre de buen humor y con ganas de compartirlo.
Por otro lado, hay que identificar el mensaje príncipal de la película que no es otro que el de protestar contra la tendencia en Bután de olvidarse de una cultura milenaria e increíblemente preservada (sólo 100.000 extranjeros al año pagando 200$ al día...) para emigrar hacia la tierra prometida, en este caso los Estados Unidos claro. Y todo ello en un marco incomparable, que tengo la suerte de conocer, como es el himalaya. A lo largo de toda la película no podemos evitar admirar eso maravillosos paisajes que nos muestran que no hace falta ir muy lejos para descubrir nuevos mundos...

Enfín, que la historia puede ser simple y el mensaje transmitido de forma aún más simple e incluso banal pero por muchas otras razones esta cinta es muy recomendable.
A veces vale la pena arriesgar...

La historia es increiblemente simple y la película no se pierde en detalles del argumento como las historias de amor o de traición. Narra la batalla de las Termópilas desde el punto de vista espartano y hace sobre todo hicapié en la naturaleza guerrera de ese pueblo. El honor y el deber dejan de ser sólo palabras para convertirse en una lucha de efectos visuales preciosos y sin precedentes. Es apreciable también la presencia de seres fantásticos, desde el propio Jerjes hasta elefantes gigantes pasando por jorobados y desfigurados con poderes sobrenaturales. Este mundo casi real pero con tintes fantásticos contribuye a acrecentar el lado mitólogico de la historia. Por su belleza y su crudeza en todos los aspectos incluidos diálogos ácidos por momentos esta película merece alabanzas por su innovación y su valentía.

Tras la gran "Freaks and Geeks" que desgraciada y premonitoriamente sólo duró una temporada Judd Apatow nos regaló esta buena serie sobre un grupo de jóvenes que descubren lo que es abandonar el hogar y comenzar la universidad. Tanto los temas como los personajes son tratados sin la extravagancia típica de otras series de univeristarios como la superficial e insulsa "Greek". Y es que ya sabemos que los univeristarios se acuestan entre ellos, se comen la cabeza, se pelean por nimiedades y se avergüenzan de sus padres. Y lo bueno de esta serie es que nos lo muestra sin aspavientos, tal y como debería ser y con un toque de humor entre lo gamberro y lo inocente constante que hace que no se te quite la sonrisa de la boca.
Y podemos reconocer a varios de los actores típicos de la factoría Apatow como Seth Rogen, Jay Baruchel y Jason Segel en un papel muy parecido al de Marshall en "Como conocí a vuestra madre". Y además con grandes y divertidos cameos como los de Will Ferrell, Ben Stiller y Adam Sandler.
La única pega es que sólo dure una temporada aunque tal vez eso sea mejor ya que no podrá devaluarse como le ha ocurrido a tantas y tantas series como la ya mentada "Como conocí a vuestra madre".

En resumidas cuentas, serie muy recomendable, divertida y agradable que puedes disfrutar en un par de días que son los que se tarda en devorar los 17 episodios que contiene.

La historia de Milarepa es una de las más importantes en la cultura y tradición tibetanas, y la verdad tienen todos los elementos de las que en occidente se consideran como grandes historias: Muerte, injusticia, sufrimiento, venganza, crimen y remordimientos. Es una historia que retrata a un hombre al otro lado del mundo, en uno de los rincones más inhóspitos del planeta y su vida, en esencia no dista tanto de las nuestras.
En lo que a la plelícula en si se refiere, vale que no es una obra de arte, vale que si no fuera una película butanesa la consideraríamos como una pérdida de tiempo. Pero ahí es donde está la magia. Se debe tener en cuenta de donde viene la película. La vida se ve de otra forma en el Himalaya. Puede que los personajes sufran y padezcan como todos pero la forma de tratar sus vidas en pantalla es completamente diferente. No se trata de crear un ambiente de suspense con los recursos tan típicos des cine occidental (música, giros de guión...) sino de envolver al espectador en el misticismo que es la esencia de la historia. Todo se trata con una naturalidad y una simpleza que le dejan a uno con ganas de algo más parecido a lo que conocemos. Pero no hay más porque no siempre hay que ir más allá; de ahí que se vea como lo más normal del mundo que un joven abandone su pueblo para aprender el arte de la magía negra y haga uso de esta última para acabar con quienes le martirizaban de joven.
Y toda esta historia enmarcada en un cuadro tan sublime como son las cumbres del himalaya que logra que si por lo menos uno no disfruta de la película al menos lo haga de los paisajes...

En resumidas cuentas, merece que se le dé una oportunidad para descubrir otra forma de hacer cine y contar historias...

La verdad es que sólo vi un cuarto de hora pero creo que fue más que suficiente para darme cuenta de que no hubiera resistido ni un minuto más. A ver, contexto: una joven rubia, un maduro científico y un hombre amanerado corren por la jungla para salvar a la hija del maduro científico de las garras del malo malísimo que la tiene secuestrada para que le den su cocodrilo. ¿Y por qué no verdad? De todos es sabido que en primero de la escuela de villanos se enseña que para conseguir lo uqe uno quiere hay secuestrar a la hija del prota; y si encima hay cocodrilos de por medio pues con mucha más razón.
Bueno pues eso, a lo que iba, que el hombre amanerado no para de darle la murga a la parejita, varias interrupciones pre-primer beso incluidas claro, y entonces el maduro científico saca un machete del tamaño de la estupidez de la historia y le suelta:

-"¿Sabes a qúe sabe esto?"
-"A acero" responde el pobre asustado
-No, a MUERTE, y se queda tan ancho

Enfín que después de una perla como esta no podía seguir delante de la tele y podía irme a hacer algo de más provecho...
Por ciero, ¿a qué clase de genio que no sea Steven Seagal o Van Damme se le ocurre un nombre como Alerta Cocodrilo?